Joe Biden ha dado su primer discurso del estado de la Unión como presidente de los Estados Unidos. En él, no se ha dirigido únicamente a los ciudadanos estadounidenses, sino a todo el mundo y ha anunciado nuevas sanciones a Rusia. Entre ellas, el cierre del espacio aéreo a las aerolíneas rusas.
.@POTUS: "The U.S. Department of Justice is assembling a dedicated task force to go after the crimes of Russian oligarchs. We are joining with our European allies to find and seize your yachts, your luxury apartments, your private jets.” pic.twitter.com/IgtLBWGVDz
— The White House (@WhiteHouse) March 2, 2022
En un intento por aislar cada vez más al presidente ruso, Vladímir Putin, Estados Unidos se suma a los miembros de la Unión Europea (UE) y a otros países como Canadá, Reino Unido, Noruega o Islandia. De esta forma, occidente vuelve a cerrar filas. “Creyó que Occidente y la OTAN no responderían. Creyó que nos podría dividir”, ha asegurado Biden en referencia a Putin, a quien ha calificado de “dictador”.
No obstante, la decisión estadounidense supone un acto prácticamente simbólico. El pasado lunes los operadores turísticos rusos anunciaron la suspensión de las ventas de viajes a Latinoamérica y el Caribe —principales destinos en América para los turistas rusos— ante el “obstáculo insuperable para los vuelos transatlánticos” que suponía el cierre del espacio aéreo de la UE y Canadá.
Ahora cabría esperar que Rusia tome una medida recíproca contra las aerolíneas estadounidenses. Y es que así respondió Putin durante la jornada del lunes al cierre europeo y de otros países, prohibiendo a los vuelos de compañías aéreas procedentes de 36 Estados—entre los que se encuentra España— sobrevolar territorio ruso.