La relación de los animales con el sector turístico siempre ha generado controversia. Su explotación como reclamo para atraer visitantes en zoos y parques de todo el mundo ha puesto en alerta a activistas que critican duramente estas prácticas. Sin embargo, estos centros especializados en la exhibición de animales no son los únicos señalados. En multitud de zonas turísticas de todo el mundo y en diversas celebraciones, animales son sometidos a cargas de trabajo y jornadas extenuantes para el disfrute de los turistas. En los últimos años, los medios de comunicación se han hecho eco de un gran número de desfallecimientos y muertes de caballos en actividades relacionadas con el sector de los viajes tanto en otros países como en diferentes regiones de España.
Estados Unidos
En Nueva York, los carruajes son uno de los reclamos turísticos más famosos en la ciudad. Sin embargo, la fuga de una yegua que galopó sin control por las calles de la metrópolis ha reabierto esta semana el eterno debate sobre la abolición de este tipo de transporte.
Hace tan solo tres meses un cuadrúpedo sufrió un desvanecimiento en Central Park a primera hora de la mañana. El cochero responsable declaró que después de 20 años en el oficio sabe que “estas cosas no suceden a menudo pero suceden”. Otro se derrumbó en una intersección concurrida de la ciudad a finales del año pasado. Un testigo del incidente declaró que el dueño tardó 20 minutos en ayudar al animal, que presentaba una respiración “lenta y difícil”. Además, aseguró que el conductor había obligado al mamífero a correr para pasar un semáforo cuando este estaba demasiado cansado.
Además de estos dos casos, el mes pasado, un caballo se derrumbó en una céntrica calle de Charleston tras ser obligado a cargar con 10 personas después de varias horas de trabajo y con un intenso calor.
Colombia
En Cartagena, considerada la joya turística de Colombia, también se han puesto en entredicho los paseos de este tipo. En la ciudad sudamericana ya son numerosos los casos de muerte por parada cardiorrespiratoria. Asociaciones animalistas de la región denuncian que los caballos no tienen "la altura ni el peso corporal suficiente para llevar los carruajes, de hasta una tonelada, más el peso de las personas”. Además aseguran que los dueños se saltan las normativas.
En España
Pacma ha denunciado el maltrato al que se somete a los caballos durante la Feria de Abril, en Sevilla, una festividad que atrae a un gran número de turistas nacionales e internacionales. En los últimos años varios animales se han desmayado debido al “sometimiento, la extenuación y la deshidratación”. Incluso en 2014, la asociación alertó de la muerte de un caballo de tiro debido "probablemente a la falta de agua y exposición a altas temperaturas sin lugar donde guarecerse del sol".
En El Rocío, la situación se complica. Este año murieron nueve caballos y un buey por agotamiento y estrés. Una situación que se agrava cuando son alquilados por personas inexpertan que les obligan a llevar más carga que la que pueden soportar y no les proporcionan los cuidados básicos: agua, comida y descanso. A veces son incluso abandonados en las cunetas del camino. En los últimos 8 años más de 100 caballos han fallecido en la romería.
Tampoco Barcelona se salva de la polémica. En 2015, en pleno agosto, un ejemplar que tiraba de un carruaje turístico murió en la zona de Montjuic debido a un golpe de calor. El caballo estaba exhausto y deshidratado y tuvo que ser sacrificado debido a su estado crítico.
La foto del suceso se hizo viral y FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) creó una petición que cuenta con 61.830 firmas para pedir al ayuntamiento que prohibiera estos servicios. Fue entregada al consistorio en diciembre de 2016.
Surgen alternativas
Si el objetivo de las principales regiones turísticas es mostrar el encanto de las ciudades a los visitantes, el transporte mediante equinos no es imprescindible. Al fin y al cabo cuentan con las infraestructuras necesarias para satistacer a los turistas sin que se tenga que recurrir a la utilización sin límite de los animales. En Málaga se propuso hace dos años que se sustituyeran los coches de caballos por vehículos de época eléctricos, aunque la iniciativa no tuvo éxito. En caso de querer mantener a estos animales en circulación, también existe la tecnología suficiente para incrementar el control y supervisar mejor su uso. La geolocalización facilitaría en gran medida a las autoridades locales el cumplimiento de unos horarios y unas condiciones de trabajo más favorables para los caballos.
Además de esto, páginas como 'Turismo Responsable' invitan a los viajeros a respetar al mundo animal y denunciar los abusos que presencien durante sus vacaciones. La web es una iniciativa de la FAADA, que ofrece alternativas éticas para turistas y profesionales del sector.
Lo que está claro es que hacer trabajar a caballos hasta la extenuación y hacerles cargar con más peso del que pueden soportar no es necesario. Las muertes y los desmayos solo dan una mala imagen de los destinos y eso es lo contrario de lo que se quiere conseguir.