La recuperación de la demanda en el sector aéreo europeo y la escasez de personal amenazan el buen funcionamiento de la operativa para este verano 2022. Tanto el Consejo Internacional de Aeropuertos de Europa (ACI Europe) como la Asociación de Servicios Aeroportuarios (ASA) han alertado sobre la problemática que tendrán que afrontar los aeropuertos europeos, que afectará a trabajadores y pasajeros.
La flexibilización de las restricciones de viaje en prácticamente todos los países de Europa ha acelerado de forma “brusca y repentina” la recuperación del tráfico de pasajeros. Las escenas de caos vividas en varios aeropuertos británicos durante la pasada Semana Santa (primera toma de contacto para la temporada alta), así como las advertencias que llegan desde el sector turístico en Países Bajos, hacen presagiar un verano con graves problemas a la hora gestionar el gran flujo de pasajeros que acudirá a los recintos aeroportuarios.
Desde ACI Europe y ASA señalan que, aunque el tráfico se mantiene aún por debajo de los niveles previos a la pandemia (2019), este se ha vuelto mucho más concentrado en “periodos pico”, algo que representa un “desafío” para los aeropuertos y sus socios operativos, como los servicios de asistencia en tierra (handling).
Esta situación ha resultado en un aumento de los retrasos y cancelaciones de vuelos, además de grandes demoras en procesos aeroportuarios clave como el check-in, el control de seguridad y la entrega de equipajes.
Muchas plantillas fueron aligeradas con despidos para recortar costes
Tras el colapso vivido en 2020 y 2021, muchas plantillas fueron aligeradas con despidos para recortar costes. Ahora, ambas organizaciones apuntan directamente a la imposibilidad de recuperar los niveles de personal previos a la pandemia para adaptarse al gran aumento del tráfico aéreo. “El hecho de que los aeropuertos y los servicios handling reciban mucho menos ayuda financiera que las aerolíneas, y que dicha ayuda haya llegado bastante tarde, ha sido un factor determinante en el debilitamiento de las capacidades operativas”.
“El hecho de que los trabajos de seguridad y asistencia en tierra hayan estado durante muchos años en el punto más bajo de la escala salarial e impliquen trabajar en turnos los siete días de la semana, es una clara desventaja para atraer nuevos trabajadores en el contexto inflacionario actual”, concluyen ambas organizaciones.