Los 27 países de la Unión Europea han acordado complicar la concesión de visados a los ciudadanos rusos, suspendiendo el acuerdo de facilitación de visados con Rusia, vigente desde 2007. Esta medida llega tras las demandas de varios países cercanos a la frontera soviética, que expresaron la necesidad de poner coto a las entradas de rusos por tierra, una vez que la UE cortó las conexiones aéreas con la nación liderada por Vladímir Putin. A pesar del acuerdo, no ha habido un consenso a la hora de prohibir directamente la expedición de visados, propuesta que contemplaban varios países.
"Se ha detectado un crecimiento sustancial de cruces en la frontera desde Rusia hacia los países miembros limítrofes. Esto se ha convertido en un problema de seguridad", ha afirmado Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores. Borrell ha añadido también que se ha decretado la suspensión total del acuerdo de facilitación de visados de la UE, un mecanismo que agilizaba el proceso de concesión de visados turísticos a ciudadanos rusos. El objetivo de esta decisión es el de aumentar la presión institucional contra Rusia, limitando la aprobación de los documentos de viaje solo para casos que se estudiarán individualmente.
El también Vicepresidente de la Comisión Europea se refirió a las diferentes sensibilidades sobre el veto a los ciudadanos soviéticos, afirmando que existen diferentes mecanismos para que cada país actúe bajo un criterio propio, dentro del código de fronteras Schengen: "Los países pueden tomar medidas a nivel nacional para restringir la entrada a la Unión Europea a través de sus fronteras", concluyó Borrell, para tranquilizar a los países vecinos de Rusia, que buscaban un veto total.
División en la UE
Finlandia, Estonia y Letonia ya anunciaron hace semanas su intención de restringir la expedición de visados. Estos tres países reclamaron la necesidad de que el resto de miembros de la UE apoyen la iniciativa. “Si los países del espacio Schengen emiten visados, son los países que hacen frontera con Rusia los que sufren las consecuencias", afirmó la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas. Finalmente, los países del norte y el este de Europa han conseguido parte de sus ambiciones, a pesar de la posición anti-prohibición de países importantes, como Alemania.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se posicionó en contra de la prohibición de los visados de turistas rusos. Scholz señaló a Putin como "el responsable de esa guerra", evitando condenar a toda la población rusa. Recalcó que esta medida "se dirige contra toda la población, incluidos los inocentes".