Tal y como adelantó ayer la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el Gobierno de España ha iniciado el trámite para expropiar los terrenos y demoler el polémico hotel de El Algarrobico, en Carboneras (Almería).

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la declaración de utilidad pública de los terrenos y bienes dentro de la zona de servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre. Este es el primer paso para, posteriormente, abordar la expropiación de la edificación y el suelo y, finalmente, la demolición de este inmueble definido como un “símbolo de los desmanes urbanísticos”, por la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.

“Es importante dejar encima de la mesa que vamos a seguir protegiendo nuestros ecosistemas y que no vale solo con proteger, sino que es fundamental restaurar”, ha aseverado Aagesen.


Vaivenes judiciales durante 20 años


Con este paso, el Gobierno de España busca poner fin a un problema enquistado durante más de dos décadas, aunque quizás no suponga su sentencia final, ya que solo una parte de la finca se encuentra dentro del dominio público marítimo-terrestre y es sobre la que el Gobierno puede actuar. El resto se adentra más allá de este límite y es la Junta de Andalucía quien es competente, por lo que, desde la Administración Central, se ha pedido colaboración.

El hotel Azata del Sol recibió su licencia de obras en 2003 y apenas unos meses después se inició la construcción. Poco antes de ser completadas, en 2006, un tribunal de Almería paralizó el proyecto. Tras ello comenzó un proceso judicial con diferentes vaivenes con más de 50 sentencias, algunas de las que han determinado que se construyó en suelo no urbanizable y de especial protección, por estar dentro del parque natural Cabo de Gata; o que incumplía la Ley de Costas, al estar a 30 metros de la franja de dominio público marítimo-terrestre — el mínimo legal es a 100 metros—.