En los últimos años se ha producido un incremento de costes en prácticamente todos los bienes y servicios a nivel global. La pandemia, la guerra en Ucrania y una inflación desbocada han provocado un alza generalizada de los precios, y los billetes de avión no son una excepción. De hecho, en los últimos dos años el precio de los vuelos ha aumentado de media un 31%, tal y como se extrae del último estudio realizado por la empresa de servicios de inteligencia turística Mabrian.
La principal conclusión del trabajo es que los precios de los vuelos se han incrementado más de un 30% a nivel global en los últimos 24 meses. El importe de los billetes de aerolíneas convencionales se ha aumentado un 40%, mientras que los de las aerolíneas low cost, un 6%.
En el informe publicado se ha analizado la evolución global de los precios medios de los vuelos de los últimos dos años. Los resultados tienen en cuenta los precios promedio mensuales de los vuelos desde el 1 de julio de 2021, cuando todavía había restricciones pandémicas, hasta el 1 de junio de 2023. En concreto, se han analizado los trayectos directos entrantes a los destinos, solo ida con impuestos y tasas incluidas, en 157 países.
Las principales conclusiones del estudio son:
- El top cinco de destinos más caros en promedio para viajar en avión desde cualquier origen, en junio de este año, son: Catar, Mali, Jordania, Panamá y Sudán.
- Los cinco de destinos más baratos son: Bolivia, Eslovaquia, Malasia, Nepal y Colombia.
- Estos incrementos han afectado más a las compañías convencionales que a las low cost.
- Europa del norte, Europa del sur y Mediterráneo, y Asia son las regiones donde más ha subido la media de los precios.
- Oriente Medio, a excepción de Catar (que muestra un repunte de tarifas debido a la celebración del mundial de fútbol), ha experimentado una subida menos pronunciada que otras regiones.
Lo que explica el incremento de precios ha sido, tal y como detalla Carlos Cendra, CMO de Mabrian, “que la industria de la aviación ha sufrido un fuerte impacto en incremento de costes durante los últimos años que se ha trasladado a los precios, así como el inevitable efecto de la inflación. El principal factor parece ser el fuerte incremento del precio del petróleo durante varios períodos y el cambio obligado de operativa que muchas compañías tuvieron que hacer, especialmente las legacy, durante la pandemia. La compra de combustible supone entre un 15 y un 35% de los costes de explotación de las aerolíneas; si bien, este es un factor importante para la rentabilidad y viabilidad de las aerolíneas, hay también otros costes que se han visto afectados, como los de personal, que tras una crisis de mano de obra en 2022, ha provocado numerosas huelgas y protestas por las condiciones, que indudablemente han hecho incrementar costes”.