El 31 de enero de 2020, y tras una dura negociación, el Reino Unido abandonó de forma efectiva la Unión Europea. Hoy, tres años después, es buen momento para hacer balance sobre cuál ha sido el impacto de esta decisión, aunque la irrupción del Covid-19 ha distorsionado muchas de las posibles conclusiones que se podrían haber llegado a extraer. Y es que, si por aquel entonces el mayor temor de muchos destinos como España era perder turistas por parte de su principal mercado emisor, la pandemia lo dejó rápidamente en el olvido y en la actualidad —tras la invasión de Ucrania y la galopante inflación— parece algo muy lejano que ha quedado en el olvido.

Un torbellino político que no se ha trasladado a los flujos turísticos

Afirmar que en estos tres años no ha cambiado nada sería muy atrevido teniendo en cuenta que por el número 10 de Downing Street han pasado tres primeros ministros —Boris Johnson, Lizz Truss y Rishi Sunak— con sus correspondientes crisis de gobierno, que la libra ha vivido tiempos difíciles o que la balanza de la opinión pública ha cambiado de lado (solo el 35% de los ciudadanos cree que fue una buena decisión salir de la UE, según YouGov); sin embargo, a nivel turístico sería posible afirmar que, más allá del obvio impacto de la pandemia, no se ha producido el gran temido impacto en el turismo: a los británicos les sigue encantando España y no les importa viajar con pasaporte, pese a los problemas que se han registrado en la expedición de los mismos.

Reino Unido se mantuvo como mercado emisor líder durante todos los años a excepción de 2021, cuando fue superado por Francia (5,8 millones de viajeros) y Alemania (5,2) y esto se debe a que las políticas sanitarias en control de fronteras desde Reino Unido a España fueron mucho más estrictas que con el resto de países comunitarios. Los datos provisionales de 2022, aportados por Turespaña, confirman que los británicos han retomado el trono por todo lo alto, superando las cifras de 2019.

¿Cambiarán las normas el ETIAS y el ETA?

Cabe destacar que durante estos años no ha entrado en vigor el nuevo sistema de exención de visado ETIAS que obligará a los viajeros de terceros países a abonar una tasa de 7 euros para viajar a la Zona Schengen. Estaba previsto que se hiciese efectivo desde finales de 2022, sin embargo, su inicio se ha pospuesto hasta octubre de 2023.

Es destacable que justo hoy se ha confirmado que Reino Unido aplicará un sistema de exención de tasa equivalente, el ETA. Aún se desconoce cuál será la tarifa que pagarán los viajeros para poder entrar en el país anglosajón.

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