La aerolínea Qantas ha hecho historia, tras unir mediante un vuelo sin escalas Australia y Reino Unido. Se trata de todo un hito de la aviación del que ahora queremos desvelar algunos detalles entre bambalinas. ¿Te apuntas en este viaje?
1. Una mujer protagoniza la hazaña
Pese a que las mujeres sólo representan un 6% del total de pilotos en la plantilla de Qantas, una mujer ha tenido un papel crucial para que este vuelo se haya podido producir. Además de cocapitanear el avión, Lisa Norman ha sido una pieza fundamental en este hito. La experimentada piloto, que lleva volando desde 1985, trabajó como Manager para que Qantas introdujera el 787-9 en sus operaciones. De hecho, Norman ha invertido sus últimos tres años en supervisar la reducción de sobrepeso y el entrenamiento de los pilotos para manejar la nueva aeronave.
2. Una tripulación con modales british
Pese a que la compañía es australiana, los 12 tripulantes escogidos para el vuelo inaugural tienen base en Londres. Esta docena de miembros fue escogida entre los 500 que están basados en la capital británica.
3. Una flota limitada
Por cierto, la aerolínea australiana sólo tiene actualmente 4 aparatos Boeing 787-9. Se trata de una aeronave caracterizada por su optimización de combustible. En este caso, la compañía aérea ha optado por una configuración de 230 asientos (166 en turista, 22 en turista Premium y 42 en Business).
4. Toda una vuelta al mundo
17 horas dan para mucho, específicamente para sobrevolar un total de 13 países. El avión cruzó el espacio aéreo de Sri Lanka, India, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Turquía, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Austria, Alemania, Holanda y Bélgica. Obviamente, cabe añadir el punto de partida (Australia) y el de llegada (Reino Unido).
5. No se llenó…
Pese a tratarse de un momento histórico e irrepetible, no se vendieron todas las plazas. El motivo no fue la falta de motivación de los clientes, sino que la aerolínea ha optado por no vender todos sus asientos económicos durante las primeras semanas en las que esta conexión está aún a prueba. Así, 24 asientos del total de 236 con los que cuenta el Boeing 785-9 Dreamliner no estuvieron ocupados.
6. Medida hasta la última bolsa de té
La compañía aún está ajustando el peso total del avión en estos primeros vuelos de prueba, por ello, la tripulación mide exactamente la cantidad que se lleva encima de comida, alcohol o refrescos. La aerolínea optó por cargar el avión con un total de 21.000 pequeños objetos (latas, chocolatinas, manzanas, etc.), incluyendo 330 bolsas de té de menta.
7. Tampoco llevó carga adicional
Tampoco se incluirá ningún tipo de carga complementaria al transporte de pasajeros hasta que no se haya testeado lo suficiente.
8…Pero sí llenó los tanques
Todos los tanques de los que dispone la aeronave, tanto de agua como de combustible, estaban completamente llenos.
9. 100 kilos de pintura
La impresionante pintura que cubría la aeronave utilizada homenajeaba a la artista aborigen australiana Emily Kame Kngwarreye. Este diseño, supuso la adición de 100 kilogramos.
10. Todo controlado
Este primer vuelo es toda una prueba, no sólo se está experimentando con el peso, sino también con el estado anímico de los pasajeros. Así, la aerolínea y la Universidad de Sídney han pedido a un grupo de 20 viajeros frecuentes que utilicen dispositivos que midan su sueño, sus constantes y su movimiento durante el viaje. La idea es averiguar el impacto que un trayecto de tanta duración puede tener sobre los pasajeros para poder mejorar la experiencia de viaje y reducir los efectos del jet lag.