Ayer terminó la 75ª Asamblea General y la Cumbre Mundial del Transporte Aéreo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), celebrada en Seúl (Corea del Sur) del 1 al 3 de junio.
En este encuentro más de 1.000 representantes de las cerca de 290 aerolíneas asociadas a la organización, que constituyen el 82% del tráfico aéreo global, estuvieron presentes para analizar y debatir sobre los desafíos a los que hace frente la industria.
Entre los principales desafíos identificados por IATA para el sector de la aviación destacan:
- El encarecimiento del combustible.
- El incremento de los costes laborales y de las infraestructuras.
- La guerra comercial entre Estados Unidos y China.
- La crisis del Boeing 737 MAX.
El impacto en cifras
Alexandre de Juniac, consejero delegado de IATA, ha puesto cifras al impacto que están generando los citados problemas. Desde la asociación han estimado que la industria global de aerolínea generará unos beneficios de 28.000 millones de dólares, 7.500 millones menos de los pronosticados en diciembre de 2018 (-6,5%).
En 2019, se espera que los costes generales aumenten un 7,4%, superando el crecimiento de los ingresos (6,5%), lo que deja el margen neto en un 3,2%. Y es que el incremento de los precios del combustible y el debilitamiento sustancial del comercio mundial han deteriorado el entorno empresarial de las aerolíneas.
“Este año, la industria de aerolíneas seguirá en números negros. Pero los márgenes se estrecharán por el aumento de los costes en todos los ámbitos: mano de obra, combustible e infraestructura. La fuerte competencia entre aerolíneas limita el incremento de los rendimientos. La guerra comercial entre Estados Unidos y China seguirá debilitando el comercio mundial. Esto afecta principalmente al negocio de carga, pero el tráfico de pasajeros también podría verse afectado a medida que aumentan las tensiones. Las aerolíneas volverán a obtener beneficio este año, pero no lo tendrán fácil", afirmó de Juniac.