La entrada en vigor de nuevas restricciones en Estados Unidos, impuestas por los Centros para el Control de Enfermedades (Centers for Disease Control, CDC) de EE. UU., ha llevado a algunas aerolíneas europeas de pasajeros a prohibir el viaje a los perros, tanto en cabina como en bodega.

Con el foco puesto en la rabia canina—virus erradicado en el territorio estadounidense desde 2007— desde el próximo 1 de agosto se incrementan los requisitos para poder introducir un perro en EE. UU. con existencias bastante estrictas. Ante esta situación, muchas aerolíneas, como Finnair o Lufthansa, han decidido prohibir totalmente los viajes con perros en cabina o en bodega —con la excepción de los perros de asistencia, tales como los guías— hasta que encuentren soluciones.

Aquellos pasajeros que ya tuviesen su reserva para viajar a partir de la citada fecha tienen la opción de cambiar su vuelo para viajar antes, rehacer su reserva sin el perro o recibir un reembolso. 

Mientras está en vigor la prohibición, pueden optar por compañías de cargo o especializadas en el transporte de mascotas.