Airbus ha hecho públicos los resultados del primer semestre de 2019 y el fabricante europeo de aeronaves están de enhorabuena porque han conseguido duplicar sus beneficios con respecto al mismo período de 2018. Concretamente, la empresa ha registrado unos beneficios ajustados previos a impuestos de 2.338 millones de euros, una cifra que supera con creces los 867 millones del primer semester de 2018.
En lo que se refiere a volumen de negocio, la empresa generó 30.900 millones de euros (5.900 millones más que en el año anterior). En este importante incremento de los ingresos han tenido mucho peso las ventas de los A320 y de los NEO premium, así como los progresos con el A350 y la mejora de los ratios de cambio de moneda.
Airbus también ha comunicado que durante este period entregó 389 aviones comerciales, lo que supone 86 unidades más que en 2018. De estas aeronaves entregadas, 294 eran A320s y otras 234 eran NEO.
Guillaume Faury, CEO de Airbus, ha destacado que están registrando una buena demanda de su portfolio de productos y que registraron un gran incremento de pedidos durante el airshow de Le Bourget celebrado en el mes de junio. No obstante, advierte que la segunda mitad del año va a ser “desafiante” especialmente por la guerra comercial que mantienen Estados Unidos y la Unión Europea.
Air France-KLM firma pedido de 60 A220
En lo que respecta a 2019, la compañía espera entregar entre 880 y 890 aviones comerciales y estima que sus ganancias para el año completo crecerán un 15%. Para lograr ese objetivo el fabricante recibió el pasado martes 30 de julio un importante impulso. Y es que el grupo de aerolíneas Air France-KLM ha confirmado un pedido de 60 aviones A220, que actualmente se construyen por Bombardier en Canadá. Cabe recordar que la compañía europea se hizo con la filial C Series de Bombardier en octubre de 2017.
Giro en los acontecimientos
En 2018 la empresa paneuropea ya había recibido reveses como la detección de fallos en sus motores y el dictamen de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a favor de Boeing en el pleito que mantienen ambas empresas con respecto a las subvenciones estatales.
2019 parecía ser un año maldito para el fabricante con sede en Toulouse (Francia). La compañía comenzó anunciando el cese de la producción en 2021 del que había sido su proyecto estrella, el gigante A380. La falta de pedidos y la cancelación de otros provocaron el fin de este modelo, cuyas piezas se fabricaban en España, Alemania, Reino Unido y Francia. Los problemas financieros de la aerolínea Etihad también sembraron las dudas sobre Airbus, y es que la compañía decidió negociar la cancelación de su pedido de 42 unidades del A350 tras haber anulado previamente la compra de diez A321neo. Se estaba quedando detrás de su rival estadounidense.
Todo cambió, en parte, debido a la mala situación de su rival Boeing que ya ha anunciado que prevé un impacto negativo de 4.900 millones de dólares por la crisis del 737 MAX, cuya flota está en tierra desde el pasado mes de marzo, tras los accidentes mortales en Indonesia y Etiopía.
Y es que la compañía estadounidense está teniendo que hacer frente a cancelaciones de pedidos, como el caso de la aerolínea saudí Flyadeal y Garuda Indonesia.