La captación y retención del talento se está convirtiendo en todo un reto para la mayoría de sectores económicos. En España este reto es especialmente importante para el turismo, sector que en prepandemia aportaba el 15% del Producto Interior Bruto (PIB). Para atraer a trabajadores motivados, la industria turística debe hacer un trabajo de transparencia, dando a conocer cómo es una carrera en el sector, qué posibilidades de desarrollo profesional presenta y cuáles son las claves del éxito.

De todos estos puntos ha hablado con Tourinews Ángel Rivero, consejero delegado de Meeting Point Hotels Spain. En una entrevista ha compartido su experiencia en el mundo turístico que le ha llevado a pasar por compañías como Meliá, Iberostar, Nordotel (por entonces, perteneciente a TUI). Relata cómo pasó de ser un niño que vivía entre bungalows y hoteles en el sur de Gran Canaria para convertirse en el responsable en España de la división hotelera de FTI Group, el tercer mayor grupo turístico de Alemania.

Meeting Point Hotels Spain tiene sede en Maspalomas (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria) y, además de ofrecer servicios receptivos, opera más de 20 activos hoteleros y extrahoteleros en España —todos ellos en Canarias—.
 

Desde pequeño empecé con la inquietud de que quería trabajar en el turismo"

P: Tiene un perfil completo: es abogado colegiado, estudió turismo y también se diplomó como traductor- intérprete ¿en qué idioma?

R: Inglés y francés. 

P: ¿Cómo aterrizó en el sector turístico?

R: Yo realmente siempre quise trabajar en el turismo. Me pasaba 6 meses al año en el sur de Gran Canaria mi padre tenía negocios ahí: en la época escolar, durante los fines de semana, más los 3 meses de vacaciones. Entonces me crié prácticamente en esta zona turística. Ahí te criabas en los hoteles, en los apartamentos; y tus amigos eran los recepcionistas o el camarero. Ya de pequeño empecé con la inquietud de que quería trabajar en el turismo. Lo que pasa es que en mi cabeza estructuraba cómo ser un profesional del turismo, no solamente a través del turismo, sino también estudiando otras materias, en este caso los idiomas; no solo por ir un año fuera a aprender el idioma, sino por coger formación. Y, luego, la carrera de Derecho la elegí porque es muy polivalente, te abre la cabeza. No solo te prepara para los negocios, sino también para la propia vida. Estudiar derecho no significa trabajar de abogado. 

P: ¿Cuál fue su primer trabajo turístico?

R: Después de los estudios que citabas, estudié en el Hotel Escuela Santa Brígida y, cuando estaba terminando, me dijeron que tenían una oferta para mí en el complejo de bungalows Valparaíso, en Lanzarote.

P: Y allí, en Valparaíso, dirigió el complejo de apartamentos. 

R: Sí, yo nunca había trabajado y comencé directamente de director. Tenía 24 años en aquella época, y ahí comenzó mi experiencia. La verdad es que era demasiado joven y, posiblemente por los nervios y la inexperiencia, estaba tenso. Me enfrentaba a directivos serios como Arjan Kers (actual director general de TUI Nederland), gente muy profesional y yo, que acaba de llegar, me ponía serio por miedo.

P:  Arjan Kers no deja indiferente a nadie, ¿no?

R: Arjan es un grandísimo profesional. Además, es un ejemplo de cómo llegar a la cima desde abajo, empezando de animador y llegando al puesto al que ha llegado. Eso es un reflejo de un espíritu guerrero, de constancia y es un gran profesional, una gran persona.

P: Al igual que en Arjan, en su trayectoria destaca la flexibilidad como un factor de éxito. Empezó como director general y, tras pasar por numerosas empresas de renombre, ahora es consejero delegado. Esto requiere sacrificio, ¿no?

R: Muchísimo, nadie te regala nada. Cuando tú comienzas y empiezas a trabajar en una cadena hotelera que no es tuya ni de tu familia, sino que entras por tu currículum o una entrevista, tienes la oportunidad de entrar, pero luego eres tú el que se tiene que ganar el puesto y el futuro. Día a día. Porque lo de ayer no cuenta, cuenta hoy y mañana. Entonces es un sacrificio personal y familiar importante. Yo también he tenido que renunciar a ciertas cosas con mi familia, con mis hijos, muchísimos viajes… muchísimas horas. Es una profesión vocacional que te tiene que gustar mucho. 
 

P: Todos los trabajos hoy en día requieren un sacrificio, pero también se puede destacar que lo bueno que tiene este sector es que vende felicidad, satisfacción, bienestar...  

R: Sí, nosotros tenemos una profesión en la que normalmente lo pasas bien. Quiero decir, esto no son las Urgencias de un hospital, tampoco un sitio lúgubre. Aquí realmente trabajas con alegría y felicidad. Durante una semana o dos, el cliente te compra felicidad y sale de su rutina. Y, de repente, en el hotel pasa de ser un trabajador normal a ser el rey, con un grado de felicidad que no tiene quizás en su casa. Nosotros se lo aportamos y disfrutamos con el trabajo, pero es un sacrificio con respecto al tiempo que dedicas a tu familia. 

P: Remontándonos a su época de Valparaíso, en 1994, ¿se hubiese imaginado que iba a protagonizar un desarrollo profesional como el que ha vivido? 

R: Yo te voy a decir, aunque pueda parecer creído, que sí. Yo recuerdo una época con mi mujer, cuando nos mudamos de casa, que yo tenía unos documentos y ella me decía “Oye, ¿y por qué te llevas estos papeles?”, y yo le respondía “Porque un día me harán falta si subo de cargo”. Y mi mujer se reía de mí. Al final, lo importante en la vida es que tú te pongas objetivos, que tengas sueños y pelees por ellos. Y, al final, si tú crees en ti y evidentemente tienes una formación y unas circunstancias, los objetivos se consiguen. La gente a veces confunde la suerte con el azar. La suerte es el resultado de tus acciones si lo haces bien. El azar es otra cosa, como si te toca la lotería y ese tipo de cosas. La suerte en las profesiones no existe, lo que existe es trabajo, constancia, hacer bien las cosas, ser una persona honrada, humilde, que vele por los intereses de la empresa… y que vele por los trabajadores, porque al final los trabajadores son los que te llevan a ti a triunfar. Y ellos son los que mueven la tecla de la operativa. 

P: Si ha guardado todos los documentos durante su carrera, tendrá un almacén lleno de archivos.

R: No es que sea un diario, tú te vas registrando tus movimientos, tus éxitos… cómo haces una cosa u otra. Con el tiempo, si leo ahora los resúmenes que hacía hace 20 años, me darían un poco de risa. Evidentemente, he evolucionado: en el año 94 era una persona y ahora soy otra. Pero sí que es verdad que yo tenía mis sueños de joven, he llegado a lo más alto… no puedo subir ninguna categoría más. 
 

Que una persona pruebe en una cadena o una compañía y no le vaya bien, no impide que no pueda triunfar en otra"

P: Eso nunca se sabe, siempre hay algo más. 

R: Quiero decir que no es fácil llegar a estas posiciones, no es un recorrido sencillo y tampoco es un recorrido que puedas hacer con cierta edad. Es verdad que cuando tienes 45-50 años estás en una edad para meterte en puestos de este tipo, que son muy estratégicos y para los que tienes que tener la cabeza fría para tomar un montón de decisiones a la vez. Y eso, evidentemente, con 24 años no estaba capacitado para hacerlo. 

P: El turismo es considerado por muchos algo así como “el sueño americano”, o sea, que cualquier persona con tenacidad, con esfuerzo, y con ese poquito de suerte puede llegar a cualquier sitio. ¿Lo ve así también?

R: Sí, completamente. Y que una persona pruebe en una cadena o una compañía y no le vaya bien, no impide que no pueda triunfar en otra. Esto es así. El componente suerte tiene que ver también con las empresas que tú te asocies en el momento adecuado. Puedes sumarte a una empresa que tenga unos directivos con los que puedas estar o no de acuerdo y de eso dependerá que puedas ascender o no. Pero sí que es una profesión completamente abierta a todo tipo de personas, con cualquier pasado; y con ganas de trabajar y formación, se puede llegar donde uno quiera. De hecho, hay infinidad de casos que empezaron conmigo como recepcionistas, jefes de recepción, subdirectores, directores…y les he visto progresar, en esta empresa y en otras empresas, pasando por un montón de puestos a base de trabajo, formación, constancia y lealtad. Eso lo he visto con mis propios ojos, y es muy difícil ver estas progresiones en otras profesiones. 

P: Además,  todo lo que se hace sirve para el siguiente puesto. 

R: Efectivamente. Yo he tenido la gran suerte de estar en dos empresas con integración vertical, he estado en TUI y ahora en Meeting Point. He conocido a fondo lo que es la touroperación, lo que son los DMC y eso te da una visión del negocio un poco más amplia que si vienes de una empresa exclusivamente hotelera. Efectivamente, todas estas cosas te las llevas incluso si te vas a otro sector. Llevas un bagaje de varios tipos de negocio que son complementarios, pero un poco distintos cada uno. 
 

P: ¿Cuáles cree que son las claves para tener éxito en este sector? 

R: Yo creo que lo primero es la formación. En Canarias, hace años, el Gobierno hizo los hoteles-escuela, los restaurantes-escuela... algo que, bajo mi punto de vista, fue un proyecto importante porque le dio la oportunidad a muchos canarios de empezar una formación hotelera real. En este sector, cuando te obligaban a ser director de hotel, tenías que pasar por una escuela de turismo y era, quizás, una formación demasiado teórica que no te llevaba a ser un director de hotel, sino más bien a ser un recepcionista. Después de la formación lo que hace falta es muchísima constancia. Hace falta muchísima flexibilidad, que es fundamental en este negocio. Y después, sobre todo, tienes que creer en ti; al igual que en la vida, si no crees en ti, nadie lo va a hacer. Entonces, una persona que se forme, que sea constante, que sea flexible y que crea en sí misma.

P: ¿Cómo apoya a su equipo y cómo identifica a los que realmente quieren crecer?

R: Uno de los puntos importantes de mi trabajo con mi equipo es hacer de facilitador, o sea, tengo que ser capaz de facilitar los movimientos y las previsiones de la gente. Hay varias vías, en inglés lo llaman la appreciation y recognition (apreciar y reconocer).  Esto no va simplemente de darle las gracias como si le dieses un regalo, sino también de premiar el esfuerzo, y esto no es solo subir el sueldo o darle un bono. Esto va de premiar el progreso profesional, yo soy muy partidario de las promociones internas antes de buscar candidatos por fuera, porque no solo es una forma de retener el talento, sino que permite que el compañero crea que esta es la empresa para toda su vida, porque tiene una expectativa no solo de ganar más dinero —que es una parte importante—, sino también de tener un desarrollo profesional. Y nosotros, cada vez que detectamos talento, buscamos que suba a través del reconocimiento.