Empresas
“La economía circular del agua es la vía al desarrollo sostenible”
Ángel Simón, presidente de Agbar, explica que el compromiso con la sostenibilidad está influyendo “tanto en los créditos como en la capitalización de las empresas”
“Tenemos que caminar hacia un desarrollo sostenible, no hay otra alternativa”, asevera Ángel Simón Grimaldos, presidente de Agbar y vicepresidente ejecutivo de SUEZ España, Sur de Europa y Latinoamérica, en una entrevista en exclusiva para Tourinews.
Para esta empresa, que ofrece una gestión del agua integral en diversas partes del mundo, el desarrollo sostenible y la economía circular del agua es un reto que no se puede seguir posponiendo y que, además, se convertirá en una necesidad para solucionar “la escasez de agua que vamos a sufrir debido al cambio climático”. Según Ángel Simón, para ello es necesario apostar por una mayor conciencia social y una participación público-privada entre las instituciones.
Además, el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible no solo es una cuestión social y moral, sino también estratégica de cara a los fondos de inversión internacionales. “Todos los factores ambientales se están incluyendo tanto en los créditos como en la capitalización de las empresas”, concluye el presidente de Agbar.
Pregunta (P): ¿Por qué es importante regenerar agua y avanzar en su uso?
Respuesta (R): Hay varias consideraciones. La consideración general es que tenemos que caminar hacia un desarrollo sostenible, no hay otra alternativa. En ese sentido, hay que ir hacia una economía circular global y eliminar la lineal, que es aquella que utiliza un recurso y lo convierte en desecho. Sin embargo, en la circular, el episodio final de un proceso industrial es una nueva materia prima. En el caso del agua, esto consiste en su reutilización. Además, esto se convertirá en una necesidad para solucionar la escasez de agua que vamos a sufrir debido al cambio climático. Habrá épocas en las que se den grandes lluvias torrenciales, pero también irán acompañadas de un periodo de escasez de lluvia. Por lo tanto, la disponibilidad de agua disminuirá. ¿Cómo vamos a paliar eso? Con la reutilización, acompañada de la desalación, los acuíferos y con una gestión integral del agua, pero con eje central en la reutilización, que es la vía a la economía circular y que, a su vez, es la vía al desarrollo sostenible.
P: ¿Hay suficiente conciencia respecto a la reutilización y la gestión integral del agua?
R: La gente considera que abrir el grifo y que salga agua es una cosa normal. Alguna vez le he propuesto a uno de mis gestores de una ciudad importante dejar, durante un día, a toda la ciudad sin agua. No se atreven a hacerlo, pero creo que eso es lo que francamente terminaría concienciando a la gente, porque creo que no hay suficiente conciencia. Hacia el desarrollo sostenible hay que avanzar mediante una transición ecológica que no deja a nadie atrás. Eso conlleva muchos costes, pero también un compromiso por parte de la ciudadanía. La ciudadanía tiene que comprometerse con el planeta y eso no consiste en poner un tuit cuando se nos ocurre, sino llevar a cabo una serie de actuaciones a nivel individual y colectivo.
P: ¿Y cómo se llevan a cabo iniciativas de actuación a nivel colectivo?
R: Mediante la colaboración y cooperación entre las distintas instituciones. Es decir, la conciencia tiene que llegar a las administraciones a través del compromiso de los ciudadanos, tenemos que obligarles a tomar determinadas medidas. Es entonces cuando las instituciones van a tener que pactar con las empresas para que, con una participación público-privada, llevemos esto a cabo. Estamos en un universo complejo, pero los problemas complejos no se arreglan con soluciones sencillas y populistas, sino entrando en el problema.
P: ¿Qué es más importante, el suministro del agua o el tratamiento del agua residual?
R: Las dos cosas son importantes. No hay suministro de agua sin el tratamiento de la misma. El agua que no tratemos se va a ir río abajo para que la capte alguien y que, de esa agua, haga agua potable. Si tenemos poca consciencia de que abrir el grifo es un esfuerzo tremendo, todavía tenemos menos consciencia de lo que es utilizar el váter y cuando estamos lavando los platos. Mi primera clase de Ingeniería Sanitaria fue sobre cómo utilizar el váter: para que podamos depurar el agua, no debemos tirar plásticos, compresas, colillas, medicamentos… Es tan importante una cosa como la otra. Y también es tan importante el compromiso ciudadano en hacer las cosas bien para que, entre todos, podamos ir hacia esa vía.
P: ¿Qué aporta tener un plan estratégico para el desarrollo de la sostenibilidad al valor de una empresa en el mercado?
R: Todavía no hay una correlación muy directa, pero lo que sí está claro es que hay fondos de inversiones internacionales en las que están valorando lo que se denomina ESG –Environmental, Social and Governance–. Por lo tanto, los fondos de inversiones sí están valorando qué gobernanza tiene esa empresa, qué acciones sociales está emprendiendo y qué medidas ambientales y sostenibles. En estos momentos, si alguien piensa que el desarrollo sostenible no es algo que se tenga que ejecutar, se va a encontrar con falta de créditos o, al menos, con falta de créditos más baratos. El Grupo Agbar ya tiene un crédito con el compromiso de que, si disminuimos la huella de carbono y la hídrica, nuestro tipo de interés va a ser un 0,1% menor del que se nos ha concedido inicialmente. De este modo, todos los factores ambientales se están incluyendo tanto en los créditos como en la capitalización de las empresas. No hay otra alternativa. Probablemente hoy todavía no hay una correlación directa, aunque sí la hay en los desastres ambientales: cuando alguien tiene un problema, no solo de reputación, sino también de medio ambiente, sus acciones bajan inmediatamente y la recuperación es muy costosa.
*Este artículo forma parte de una entrevista dividida en cuatro fragmentos
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