“Aquí estamos disponibles, dispuestos y preparados hasta para sacrificarnos”, afirma Eduardo Zamorano, director general de Destination Touristic Services (DTS), en una entrevista en exclusiva para Tourinews. La compañía, que ya tenía seis oficinas repartidas entre Canarias y Baleares, ha aprovechado esta época para sumar dos nuevas zonas, instalando oficinas en la Costa del Sol (Málaga) y Costa de la Luz (Cádiz), en el área de Andalucía; y en Cataluña. Zamorano insiste en la importancia de que una parte del sector turístico esté abierto para lanzar un mensaje positivo a los potenciales clientes de cara a la reactivación, aunque “a muchos negocios, el tener que estar abiertos les cuesta más dinero que si estuvieran cerrados”.
Durante Semana Santa, Baleares fue el destino al que se trasladaron miles de alemanes para pasar allí sus vacaciones, aunque el volumen con el que están operando sigue siendo “un porcentaje ínfimo” con respecto a lo que están acostumbrados. “Lo importante es que vacunen lo antes posible”, señala Eduardo Zamorano. Otra de las dificultades con la que se están encontrando es la regulación, que es diferente para cada comunidad autónoma. No obstante, el director opina que “a partir del mes de julio empezaremos a sentir que vuelve la normalidad”, aunque también insiste en que hay que tener mucha paciencia.
Pregunta (P): ¿Cómo se ha vivido esta reactivación del turismo en Baleares durante Semana Santa?
Respuesta (R): Bueno, para empezar, antes de que llegaran los turistas se produjo una situación muy confusa. Como sabes, las normas de cada comunidad autónoma cambian cada dos semanas prácticamente, aunque al final todo parezca igual. Con lo cual, nos encontramos con la sorpresa de que la mascarilla iba a pasar a ser obligatoria en la playa, que era lo que más podía afectar a los viajeros –porque lo demás ya todo el mundo lo sabe: traer PCR, distancia social, etcétera– y eso descolocó un poquito a todo el mundo. Pero bueno, no hubo una gran reacción en cuanto a cancelaciones por ese motivo. Y, a la vez, las autoridades baleares declararon que no iban a aplicar esa medida porque ellos aplicaban el decreto de octubre o noviembre del año pasado.
P: ¿Y cómo ha ido toda la operativa, desde que aterriza el avión con los clientes hasta que se van?
R: Ha funcionado bien. Diría que es casi imposible que funcione mal, cuando estamos teniendo un porcentaje ínfimo comparado con lo que estamos acostumbrados todos. Es decir, tanto aquí como incluso en Canarias durante el invierno, estamos hablando de porcentajes de clientes de entre el 10% y el 15% de lo que habitualmente gestionamos. Con lo cual, la operativa es “sencilla”, dentro de que hay muchas normas que se deben cumplir rigurosamente por parte de todos. Pero no es complicado, por el bajo volumen de clientes que tenemos.
No se producen problemas con las distancias en el aeropuerto, por ejemplo, porque hay muy poca gente. Los clientes tenían que traer la PCR y yo no conozco ningún caso, entre nuestros turistas, en el que no la hayan traído. Antes de volver a Alemania también tienen que hacerse una prueba de antígenos y eso también ha funcionado bien, aunque no hay muchos lugares donde hacerse las pruebas en las zonas turísticas, pero sí que están los hospitales centrales en las principales ciudades de Mallorca y ha ido bien.
P: ¿En las zonas turísticas de Mallorca, uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, no hay donde hacerse un test de antígenos?
R: A ver, depende. Es decir, aquí nosotros tenemos hospitales: hay varios en Palma, en Inca y en Manacor, que son lugares que no están lejos de las zonas turísticas, pero son ciudades de interior. En las zonas turísticas hay clínicas, que están adscritas a alguna red de hospitales o alguna red sanitaria, pero esas clínicas suelen ser, en parte, propiedad de los médicos que están asociados –esto lo he descubierto hace relativamente poco, con todo el tema del Covid-19–. Entonces, en algunos casos, cuando hemos contactado con estas redes hospitalarias, que son las que habitualmente recomendamos a nuestros clientes, nos han dicho que no nos pueden asegurar que las clínicas estén abiertas permanentemente. Estas clínicas viven, sobre todo, de las urgencias sanitarias que le puedan surgir al turista, con lo cual, al no haber prácticamente viajeros, ellos no están abriendo sus clínicas o las están abriendo con un horario muy reducido.
P: ¿Y qué está sucediendo con las reservas después de este primer arranque en Semana Santa?
R: Las reservas siguen en marcha por parte de todos nuestros clientes, pero el ritmo y los volúmenes son pequeños. Todavía no se puede establecer un momento en el que se diga: “a partir de junio, julio, agosto, octubre o lo que sea, esto empieza a ser más grande”. Pero todos los días hay ventas, pocas, pero todos los días hay.
P: ¿Cree que es posible el turismo en esta situación o sin la vacunación no vamos a poder recuperar lo que teníamos?
R: No es posible. Estamos teniendo reservas a futuro y llegadas diarias, pero estamos hablando de un volumen, del mercado en general, del 10 o el 15% de lo habitual. Con eso no vive nadie: ni el hotel ni el transportista ni la agencia de viajes. Con estos volúmenes, francamente, es mejor tenerlo todo cerrado, pero hay que mover la economía y estar disponibles. Tener activada la cantidad de gente necesaria para mover esto produce más gasto que beneficio, teniendo en cuenta además que, en nuestro caso, como agencia receptiva, una buena parte de nuestros ingresos provienen de excursiones y actividades de los clientes en los destinos. Ahora eso se reduce a cero, porque nadie sale y la venta es muy inferior a lo normal. Entonces, así no funciona. Que esté todo el mundo vacunado es la única solución.
P: ¿Cuáles son los principales problemas con los que se ha encontrado su equipo a la hora de trabajar?
R: Uno de los problemas principales de las agencias receptivas es el cambio de hotel. Para que me entiendan: en una situación normal, nosotros tenemos una lista de llegadas en un vuelo comercial, donde los 180 o 200 clientes que vienen en ese vuelo se reparten en 10 hoteles, pues nosotros los distribuimos y mandamos una lista a cada hotel. En estas circunstancias, en lugar de 200 pasajeros, tenemos 10 o 20 que van a los hoteles que habían reservado en su momento –ahora incluso están llegando clientes cuyas reservas son de las que se cancelaron el año pasado y se pospusieron para este año–, pero el hotel que reservaron ahora no está abierto. Entonces, esto lleva un proceso en el que nosotros buscamos un hotel alternativo al cliente, ofrecemos esa alternativa al touroperador, que a su vez se la ofrece a la agencia de viajes y esta se la envía al cliente, para que este decida si le gusta la alternativa o si prefiere que le ofrezcamos otra, lo que nos obligaría a volver para atrás y repetir todo este proceso de nuevo. Es decir, todo lo que antes estaba automatizado, se ha convertido en un trabajo manual. Y ese es el gran problema, que necesitas tener mucho más personal activo en el Departamento de Reservas Hoteleras para gestionar muchísimos menos clientes.
P: Los clientes que dan positivo en el test de Covid-19 que se realizan antes de volver a su país son redirigidos a hoteles que están predispuestos a alojarlos. ¿Se ha encontrado con algún caso?
R: No he tenido ningún caso, por suerte. Tuvimos un caso en el que el test de antígenos dio positivo, pero la PCR negativo, por lo que pudieron volver a su país de origen. Solo conozco un caso del sector, en el que un miembro de una familia de tres personas dio positivo y todos fueron alojados en uno de estos hoteles, mal llamados “hoteles Covid-19” –son hoteles normales– y entiendo que están funcionando de forma normal. Evidentemente el cliente no está cómodo porque no está en la playa, sino encerrado en el hotel, pero bueno, no tiene otra alternativa que esperar y hacer la cuarentena.
P: ¿Cree que ha sido importante dar este primer paso para reactivar el turismo o nos hemos anticipado demasiado?
R: Pregunta difícil de contestar. Por un lado, diría que hubiera sido mucho mejor esperar hasta el mes de junio porque nos hubiera dado más seguridad en todos los aspectos, pero también habría sido mucho peor para muchos negocios. Por otro lado, creo que tenemos que mandar este mensaje a nuestros potenciales clientes: “aquí estamos disponibles, dispuestos y preparados hasta para sacrificarnos”. Insisto, a muchos de los negocios, el tener que estar abiertos les cuesta más dinero que si estuvieran cerrados, pero no podemos mandar el mensaje de que permanecemos cerrados, a pesar de que los clientes quieran venir. Entonces, el mensaje que hay que lanzar es que, si ellos quieren venir, nosotros vamos a tomar todas las medidas oportunas y a seguir todas las normas que se dictan, tanto en su país como en el nuestro, para estar disponible para ellos.
P: ¿Comparten alguna similitud las situaciones que se están viviendo en los distintos archipiélagos y la costa de la Península en España?
R: Lo que es toda la parte de la Península está todavía cerrado, no está activo. En Canarias, hemos estado operando todo el invierno, aunque con volúmenes muy bajos; y en Baleares solo en Mallorca por el momento, Menorca e Ibiza seguían cerrados. Donde estamos abiertos, los problemas son exactamente los mismos: que tenemos regulaciones diferentes para cada comunidad autónoma. La verdad es que me estoy haciendo un experto en boletines oficiales. Nosotros hacemos un resumen de lo que se publica sobre las cosas más importantes que afectan al turismo, lo traducimos al inglés y se lo enviamos a nuestros, junto al texto del boletín, para que sepan lo mismo que se ha publicado. El otro día, leyendo lo que se había publicado, no encontraba la diferencia con respecto a las medidas anteriores. Estaba seguro de que alguna había, porque se ha publicado, pero ya hemos llegado a un punto que, con tantos cambios, es difícil distinguirlo.
P: Muchos profesionales del turismo están pendientes a esta reactivación balear, ¿qué les diría?
R: Aparte de lo que hemos dichos antes, de que vacunen lo antes posible tanto a nivel local como en el mercado de origen, les diría que paciencia. Mucha paciencia y mucho pensar en el futuro. Insisto en que no es rentable operar ahora con estos volúmenes y estas condiciones, pero tenemos que tener paciencia y aguantar para que esto se reactive, porque yo estoy convencido de que se va a reactivar. En la misma proporción que nos vacunemos a nivel mundial, esto se va a ir reactivando. Yo estoy con los que piensan que a partir del mes de julio empezaremos a sentir que vuelve la normalidad. Esto no quiere decir que en julio vayamos a tener nuestros volúmenes anteriores, pero sí creo que tendremos un volumen como para decir que estaremos operando en condiciones casi normales, eso sí, con todas las medidas que tengamos que tener en ese momento. Y creo que, para Canarias, en invierno tendremos que estar muy cerca de la normalidad. Que conste que esta es mi opinión personal, las empresas seguro que serán más prudentes, pero yo, personalmente, estoy convencido de que vamos a retomar y que, si siguen los ritmos que hay, para noviembre estaremos en unas condiciones bastante buenas.