Juan Ignacio Vidarte, el sempiterno director general del Museo Guggenheim Bilbao (Vizcaya), ha decidido poner fin a su larguísima historia de amor con este templo museístico, clave en la explosión de la capital vizcaína como destino turístico de primer nivel.
Vidarte ha anunciado su decisión este lunes en la reunión del Patronato del Museo Guggenheim Bilbao, poniendo así fin a una “larga y fructífera” trayectoria de 32 años, desde que en 1992 fuera nombrado director del consorcio encargado de poner en marcha el Museo, y en 1996 se convirtiera en su primer y, hasta ahora, único director general, según recuerda el Patronato en una nota publicada este martes.
En su comparecencia de esta mañana en rueda de prensa, el todavía director general del Guggenheim ha ofrecido los detalles de una decisión que ha venido meditando en los últimos años, cuya resolución se vio alterada por la pandemia del covid-19, y que finalmente hizo oficial ayer en la citada reunión del Patronato.
“Creo que ha llegado el momento de cerrar un ciclo de vida que comenzó hace 30 años con el desarrollo de esta iniciativa ambiciosa y casi utópica, la creación de un equipo que la liderara y la puesta en marcha de un museo diferente a cualquiera de los que entonces existían, que ayudara, al mismo tiempo, a cambiar la imagen y las aspiraciones de un país”, ha afirmado Vidarte durante su intervención ante los medios.
A la conclusión de este proceso, el actual director general seguirá vinculado al Museo Guggenheim Bilbao como director emérito, y a la Fundación Guggenheim en las iniciativas internacionales de carácter estratégico relacionadas con su denominada “constelación de museos”: Nueva York (EE. UU.), Venecia (Italia) y el próximo en Abu Dhabi (EAU).
Relevo generacional
En su opinión, el Museo se encuentra en un estado de salud “excelente”, con récords históricos de afluencia de visitantes —1.324.000 en 2023—, de impacto económico —760 millones de euros—, así como de apoyo, reconocimiento social e institucional y de niveles de autofinanciación.
Por todo ello, considera que ahora es su responsabilidad propiciar el relevo generacional, facilitando el proceso para designar a quien vaya a liderar el Museo en los próximos años y “escribir un nuevo capítulo de su historia”. “Siento que es ineludible crear un espacio para facilitar el cambio, contar con una mirada distinta, de otra generación, más adecuada a los tiempos, más fresca y actual. Y también considero que es parte de mi compromiso con el Museo posibilitar esa transición”, ha concluido Vidarte.
Premios y reconocimiento internacional
Bajo su gestión, el espacio museístico ha recibido numerosos premios y galardones desde su apertura, en octubre de 1997, entre los que destacan la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en 1999; el Museo Europeo del Año 2000, concedido por el European Museum Forum; la Q Plata según el modelo EFQM de excelencia en la gestión, en 2004; la Placa al Mérito Turístico 2005; o el Vasco Universal 2007.