Las propinas suponen, en muchas ocasiones, una parte importante de los ingresos de los trabajadores del sector turístico, tanto en el segmento hotelero como en la restauración. No obstante, durante los últimos meses, o incluso años, la cantidad que perciben los empleados se ha venido reduciendo por diferentes motivos. Esto ha provocado que diferentes asociaciones o sindicatos reclamen el cambio de las condiciones para compensar ese detrimento en los ingresos.
Empresarios que se quedan con "el 10% legal"
Ejemplo de ello es la creación el pasado mes de una nueva asociación de trabajadores en República Dominicana, cuya primera acción está relacionada con las propinas. Concretamente, desde la nueva federación de trabajadores turísticos denunciaban que los empresarios del sector se estaban quedando con la ‘propina legal’ —el 10% obligatorio que el cliente debe pagar en concepto de propina—, cuando la ley establece que la deben recibir los empleados.
Propina = salario
La reducción de las propinas supondrá también un problema para aquellos trabajadores que ingresen solo este dinero, es decir, que no dispongan de un salario fijo. Esto sucede con algunos puestos de trabajo en algunas compañías, como el personal de limpieza de los cruceros.
También en este sentido, el mes pasado salía a la luz la noticia de un restaurante mexicano en Florida (Estados Unidos) denunciado por sus empleados por pagarles únicamente la propina de los clientes (sin salario fijo, ni compensación por horas extra). El dueño ahora tendrá que pagar un total de 118.000 dólares para indemnizar a los trabajadores.
Los efectos del Covid: Crisis y digitalización
La crisis económica por la pandemia o la digitalización de los pagos (tarjeta, pagos con el móvil o relojes, etc.) son algunos de los motivos por los que se está reduciendo la cantidad que los clientes dejan como propina.
El director hotelero Bartolomé Coll asegura que las propinas han caído un 50% por la digitalización. Un detrimento que puede alcanzar hasta el -60% por empleado, de acuerdo con lo reportado por los recepcionistas de un hotel del sur grancanario. En este último caso, según los trabajadores, “los clientes esperan más por menos con la excusa de que llevan mucho tiempo sin viajar”.