“Sin turismo, Canarias no sería la misma que hoy conocemos”, destaca José Juan González Salmah, CEO de Canaragua, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Canaragua es una empresa del sector del medioambiente que gestiona todos los procesos relacionados con el ciclo integral del agua en Canarias, incluyendo los municipios más turísticos del Archipiélago.

José Juan González explica que la gestión del agua en Canarias ha ido avanzando hasta convertirse en uno de los destinos con menos huella hídrica, aunque considera que “no ha sabido sacarle partido” al valor añadido que esto representa para los turistas. Así y otro para ser justos, esto no es así en todos los destinos de las islas. San Bartolomé de Tirajana, Arona o Pájara sin referentes, pero hay otros con mucho camino por recorrer. Es inadmisible que en algunos destinos aún tengan pérdidas por encima del 40%. Esto supone un alto coste medioambiental, además de una mala imagen del mismo.

Pregunta (P): La producción de agua tal y como la conocemos hoy, ¿surgió a raíz del aumento de la población, por el turismo o por ambas?

Respuesta (R): Probablemente, por ambas y a la vez. Sin turismo, no sé a qué nos habríamos dedicado en Canarias, pues hoy Canarias tiene una industria con aspectos a mejorar pero líder. Sin turismo creo que no sería la Canarias que conocemos. Pero probablemente, sin la presión del turismo, tampoco habríamos tenido la misma tensión de buscar eficiencias en la red, de liderar la desalación y reutilización en este país. El turismo ha sido un catalizador también para nuestro sector, nos ha ayudado a ser mejores. Por lo tanto, es una mezcla de todo.
 

P: ¿Qué diferencia existe entre gestionar el agua de una ciudad residencial y una turística?

R: Las diferencias son importantes, pero lo primero que hay que diferenciar es una buena de una mala gestión. Y eso se puede dar en un municipio turístico como en un municipio residencial. Y tenemos muy buenos y malos ejemplos de ello en las islas.

Respecto a tu pregunta, un factor relevante es el volumen de agua que necesitas suministrar para esa zona y, en algunos casos, incluso tener en cuenta la estacionalidad. Canarias afortunadamente es un destino con poca estacionalidad, por lo tanto, el consumo no es tan dispar. Pero hay otros destinos donde sí tienen unas temporadas muy marcadas y en las altas tienen mayor demanda del agua, con lo cual, tienen que tener en cuenta ese efecto de la estacionalidad en la gestión. Y, después, también hay que tener en cuenta que las necesidades no son exactamente las mismas a efectos de inversión. Es decir, en una ciudad residencial, como la gráfica de consumo es prácticamente siempre la misma, es mucho más fácil gestionar y planificar la demanda, pero en una zona turística es bastante más complejo. En el caso de una ciudad doméstica, más o menos puedes prever que la necesidad de agua de una familia es en torno a 120 o 125 litros por habitante día. En el caso de una turística bien gestionada, ronda los 200 litros y, mal gestionada, puede rondar los 400 o 500 litros, cama turística, depende del destino. Todo eso hace que sean absolutamente distintas.

P: Canarias, en concreto, es un destino que no está especialmente afectado por la estacionalidad. Sin embargo, ¿se producen picos en la demanda o momentos críticos?

R: Momentos críticos, no, pero picos, sí. En otros destinos como Mallorca, por ejemplo, la gestión es absolutamente variable. Allí tienes dos meses muy intensos y otros meses mucho más tranquilos. Además, tienes que dimensionar tu servicio de agua teniendo en cuenta cuál es el máximo que puedes llegar a necesitar. Con lo cual, lo dimensionas e inviertes en ello, cuando en realidad lo utilizas durante dos meses. En Canarias afortunadamente no tenemos esa urgencia. Nosotros dimensionamos siempre al máximo y lo utilizamos durante mucho más tiempo, pero sí que hay picos.
 

P: La huella hídrica, ¿podría convertirse en un factor diferenciador para el turista a la hora de elegir su destino vacacional?

R: En las encuestas, los turistas cada vez reflejan un interés medioambiental mayor y eso es indiscutible. Pero, si esto se tradujera en precios de tarifas un poco más elevados –porque eso exige conservar y hacer las cosas bien–, tengo dudas acerca de si eso afectaría a esas sensibilidades, dependiendo del mercado. El turismo alemán, nórdico y del norte de Europa es muy sensible a ello y está dispuesto a pagar más por ello. En otros perfiles aún la variable precio es la que determina elegir un hotel u otro, pero llegará un día y pronto que ya no será un tema de diferenciación, sino que si no eres sostenible ni vienen. Y mejor estar posicionados liderando esto que asumiendo pérdidas de competitividad. Esto desde el  punto de vista económico sin tener en cuenta otros factores ambientales que puedan condicionar el futuro del turismo en las islas.

P: ¿Cree que las empresas turísticas deberían asumir una responsabilidad adicional en la gestión del agua?

R: Yo creo que el sector turístico español ha asumido ese papel de liderazgo y está invirtiendo bastante en todo lo que tiene que ver con la gestión adecuada del agua en toda la cadena de valor. Tal es así que, hace unos meses, se aprobó una propuesta liderada por Meliá junto a otras cadenas hoteleras para crear un marco común de sostenibilidad. En esto de la sostenibilidad hay mucho de greenwashing, así que para evitarlo y poder saber cuál es la aportación real está muy bien definir un modelo de indicadores. Esta idea sale del sector privado, pero hay que pedirle al sector público global –y creo que aquí la OMT tiene bastante que decir– que genere esos mismos indicadores desde el punto de vista del destino porque, de esa forma, entiendo que va a ser mucho más fácil comparar y aprovechar esa ventaja competitiva. Aunque, a partir de aquí, a mí me surge otra duda. En las encuestas, los turistas cada vez reflejan un interés medioambiental mayor y eso es indiscutible. Pero, si esto se tradujera en precios de tarifas un poco más elevados –porque eso exige conservar y hacer las cosas bien–, tengo dudas acerca de si eso afectaría a esas sensibilidades, dependiendo del mercado.

P: ¿Cómo puede reducir su huella el sector del agua? ¿Mediante la economía circular?

R: El sector del agua lleva muchos años reduciendo su huella hídrica y su huella energética. Por una parte, gracias a una tecnología más eficiente y, por otra parte, generando economía circular. Por ejemplo, apostando por la cogeneración con biogás o invirtiendo en instalaciones fotovoltaicas. Ambas te permiten generar energía verde además de mitigar toneladas de CO2/año en la atmosfera.

Nosotros, por ejemplo, llevamos muchos años luchando para que todas las desaladoras que tengamos en Canarias se hagan por autoconsumo, aunque los procesos burocráticos son muy lentos. En cualquier caso, lo que acabará haciendo todo el sector será autoabastecerse.
 

P: ¿A qué porcentaje tendría que llegar el aprovechamiento o reutilización del agua para considerarse economía circular?

R: Economía circular es desde el 1% hasta el 100%. Aquí la pregunta no es qué porcentaje, sino hasta dónde aspiramos. En materia de agua, tendríamos que aspirar a reutilizar el 100% del agua porque existe tecnología suficiente para poder hacerlo. De hecho, una de los puntos que yo más valoro de Meliá –que nosotros lo sabemos porque hemos trabajado y colaborado con ellos en Canarias– es que miden y controlan los consumos. Cuando haces eso, tienes unos indicadores claros que te permiten mejorar. 

En Canaragua sabemos que en la gestión del ciclo del agua y el medio ambiente los pequeños detalles cuentan. Y que para afrontar los retos medioambientales del futuro, cada acción que hacemos en los más de treinta municipios de las islas donde operamos suma.

P: Desde Canaragua llevan a cabo acciones formativas y de concienciación a la población local, ¿se podría trasladar esta iniciativa sobre el uso responsable del agua también al turismo?

R: Sí, claro que se puede hacer. De hecho, realizamos diferentes proyectos creando alianzas como la que tenemos con la Fundación Acuorum, por ejemplo. Con ellos trabajamos en sensibilizar y concienciar a los canarios sobre el buen uso y cuidado del agua y del medio ambiente con campañas, programas educativos y visitas a nuestras instalaciones dirigidas a fomentar el uso responsable del agua.
Es verdad que en una primera fase hemos apostado por esa sensibilización a los niños, porque entendíamos que los niños de hoy son los gerentes del futuro y, por lo tanto, si hoy los educamos, dentro de 50 años no se preguntarán si hay que tener conciencia medioambiental porque la darán por hecho. Pero también tenemos que ser capaces de organizar jornadas con los responsables de mantenimiento de los hoteles. Hasta hace unos años, nuestra responsabilidad con los hoteles únicamente radicaba en ponerle agua en el contador, recoger el agua que utilizaba, meterla en el alcantarillado, depurarla y reutilizarla. Pero nos empezamos a encontrar con que los responsables de los hoteles nos pedían que los acompañáramos en el proceso del interior del hotel porque nosotros tenemos el conocimiento y la tecnología. Con lo cual, yo creo que la sensibilización ya la tienen, pero ahora lo que nos piden es acompañamiento para poder darle soluciones a sus retos de gestión y eso es lo que estamos haciendo y en los últimos años hemos tenido un crecimiento exponencial en estos servicios dentro de los hoteles acompañandoles a establecer prioridades y poner en marcha las actuaciones necesarias, dirigidas a llevar un óptimo control, más eficiente y sostenible, tanto de las instalaciones como de los recursos empleados en ellas.

Yo creo que, si somos capaces de sensibilizar respecto al valor añadido que esto representa para el destino y somos capaces de medirlo y mostrárselo al turista, Canarias no tendría competencia.



P: Hace unos días se conoció que, finalmente, el Grupo Loro Parque podrá llevar a cabo su proyecto para la construcción de un gran parque acuático en el sur de Gran Canaria. ¿Cómo se prepara una empresa como Canaragua para un proyecto de estas características?

R: En primer lugar, que se lleve a cabo un proyecto de este tipo en Gran Canaria es algo por lo que todos nos tenemos que felicitar porque generará mucho valor añadido al destino. Nos llevamos preparando mucho tiempo, no es algo que nos haya cogido por sorpresa. Hemos estado trabajando desde el principio con el Grupo Loro Parque para definir el diseño del parque con criterios de eficiencia. Por ejemplo, mucha del agua que va a coger ese parque va a ser agua reutilizada. Tenemos el dimensionamiento preparado para que, desde el primer día que se abra el parque, tenga el mejor servicio y sea el más eficiente posible. Va a tener toda el agua que necesiten.

*Este artículo forma parte de una entrevista dividida en varios fragmentos.

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