“En España, el turismo es el sector que está mejor posicionado para poner en valor todos los beneficios de la mejora del medio hídrico”, destaca Carlos Gómez, profesor de Economía y miembro del Comité Organizador del Foro de la Economía del Agua, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. El Foro de la Economía del Agua es una iniciativa de la Universidad de Alcalá liderada por un grupo de académicos cuyo objetivo es “subir el agua en la agenda social y, al mismo tiempo, cambiar el tono del debate y proponer soluciones integrales” para la eficiencia hídrica.
 

Carlos Gómez, que también es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y experto en recursos naturales, explica que la relación entre este bien natural y el turismo es “fundamental y estratégica” ya que una política combinada de desarrollo turístico y eficiencia hídrica “permitiría que la actividad turística mejorara”. En ese sentido, el profesor sostiene que “deberíamos dar motivos a las empresas turísticas para asumir esas responsabilidades”, sobre todo teniendo en cuenta que los destinos más demandados suelen ser aquellos en los que menos llueve porque el turista busca la garantía del buen tiempo.

Pregunta (P): ¿Qué es el Foro de la Economía del Agua y cuáles son sus objetivos?

Respuesta (R): Es una iniciativa que surge en la Universidad de Alcalá (Madrid) junto a las empresas, con el objetivo de llevar los temas relacionados con este recurso al debate con la sociedad civil. Primero, para desdramatizarlos, ya que los debates del agua suelen ser encendidos y se dan, sobre todo, en situaciones de emergencia como épocas de sequías o de inundaciones. Además, suelen ser debates que tienen un contenido político muy importante porque tienden a centrarse en objetivos territoriales y competencias por este recurso. Nosotros queremos darle a esto un tono diferente, traer los datos, discutir y buscar formas de colaboración estableciendo alianzas, porque creemos que en ellas están las oportunidades para aprovechar los recursos hídricos en beneficio del desarrollo simultáneo de muchas actividades económicas y territorios. Entonces, queremos subir el agua en la agenda social, pero, al mismo tiempo, cambiar el tono del debate y proponer soluciones integrales.
 

P: ¿Cuál es la importancia del agua en las zonas turísticas?

R: Es una relación fundamental y estratégica porque es un recurso esencial para la actividad turística. La actividad turística también supone problemas para su gestión, pero la buena conservación del medio hídrico y una política combinada de desarrollo turístico e hídrico da muchísimas oportunidades. Es una relación que hay que tratar con mucho cuidado.
 

P: Según un estudio, el 85% de los turistas viajan a destinos donde el agua es un recurso escaso. ¿Esta escasez viene determinada por un factor geográfico o por otros factores?

R: Tiene que ver con las preferencias del turista, que busca un lugar donde el sol esté garantizado y donde la experiencia turística sea menos incierta. En ese sentido, España tiene ventajas comparativas importantes para desarrollar el turismo, como las Islas Canarias y el Mediterráneo, por ejemplo, precisamente porque son territorios donde no existe el mismo riesgo de lluvia que en otras zonas del norte o en otros lugares del planeta. Es decir, curiosamente, la falta de agua se convierte en una ventaja comparativa para el desarrollo de actividades turísticas. Esto se debe mirar como un problema a gestionar y como una oportunidad. El turismo se da en zonas áridas y conlleva una demanda hídrica muy importante, además de que exige sobredimensionar las infraestructuras turísticas para satisfacer una demanda estacional. Por otra parte, los modelos de desarrollo turístico tienden a concentrar las infraestructuras turísticas en zonas sensibles, como las zonas del litoral, o a desarrollar modelos de urbanización dispersos, como las viviendas secundarias en zonas rurales. Esto plantea desafíos muy importantes para la gestión del agua.

P: La huella hídrica de un turista es superior a la de un residente. ¿Cómo es posible que una persona, simplemente por el hecho de cambiar de ubicación, tenga una huella hídrica superior?

R: Eso hay que entenderlo estructuralmente. Hay datos sobre el consumo por habitante y día según la categoría de los hoteles, por ejemplo: la huella hídrica de los turistas alojados en hoteles de cinco estrellas es superior a la de los de tres. Además, tiene que ver con los hábitos de aseo y con las actividades que desarrolla el turista en esos momentos, que suelen ser recreativas, por lo que el turista se toma más duchas al día, utiliza la piscina, se lavan toallas todos los días… Esto es una característica de la actividad turística. Lo que quiere decir esto es que en el sector turístico hay unas oportunidades muy importantes de ahorro de agua y esas oportunidades deberían potenciarse mucho, a través de la mejora de la eficiencia, introduciendo los objetivos de ahorro hídrico y de eficiencia hídrica en la memoria de responsabilidad de los hoteles, etcétera.
 

P: ¿Sería posible desarrollar indicadores para comparar destinos según su huella hídrica?

R: Sí, sin duda sería una oportunidad inmensa y desarrollar esos indicadores no es nada difícil. Incluso, desarrollar proyectos de ahorro hídrico adaptados al sector y desarrollar incentivos públicos como, por ejemplo, dobles redes para reutilizar agua para el riego de jardines, ya que es una actividad fácil que podría ser subsidiada por los beneficios que tiene para el conjunto de la sociedad.
 

P: ¿Cree que las empresas turísticas deberían asumir una responsabilidad adicional en la gestión de este recurso?

R: Sin lugar a dudas. Y no solo eso, yo creo que deberíamos darles motivos a las empresas turísticas para asumir esas responsabilidades. Es decir, hacer visible las mejoras debería tener traducirse en términos de reputación del destino turístico, de posibilidades de ingresos, de atracción de usuarios sensibles a este tipo de cosas… Yo estoy convencido de que, en España, por su papel en la economía y la generación de empleo, el turismo es el sector que está mejor posicionado para poner en valor todos los beneficios de la mejora del medio hídrico. Esto no solo está relacionado con un menor consumo hídrico, sino también con la mejora del paisaje, de la calidad de los parques nacionales y de las actividades recreativas que se pueden llevar a cabo en los litorales o ríos bien conservados… Es decir, la alianza entre la mejora del medio natural a través de la mejora del medio hídrico y del turismo permitiría que la actividad turística mejorara, que el destino turístico fuese mejor, que el gasto por turista fuese mayor y que la rentabilidad de todas las actividades relacionadas con el turismo mejorara. El turismo homogéneo de sol y playa es muy competitivo y los beneficios tienden a disminuir con la globalización. Una diferenciación vinculada al territorio es muy rentable y eso se hace conservando bien el medio natural y el agua.

P: Es verdad que, en las encuestas, los turistas reflejan una sensibilidad medioambiental cada vez mayor. Pero, si materializar esa sensibilidad se tradujera en el aumento de los precios, ¿cree que todos los turistas asumirían ese aumento de los precios?

R: Me imagino que es un tema que hay que estudiar. En economía, esta cuestión se denomina elasticidades precio del turismo y se trata de un análisis terriblemente difícil debido a las diferencias de los destinos. Cuanto más diferenciado sean los destinos turísticos, más difícil es la comparación en términos de precios. Cuando las personas están eligiendo entre un sitio y otro, están eligiendo entre cestas de bienes distintas y comparar esto en términos de precios es muy difícil. Lo que sí se puede hacer es mirar en qué medida esos atributos del destino turístico mejoran o empeoran el valor añadido del sector turístico o la facturación del sector turístico de esa zona.

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