Tourinews ha tenido la oportunidad de entrevistar a Conrado Domínguez, director del Servicio Canario de Salud (SCS), un cargo que ya había ostentado con anterioridad, además de contar con una dilatada trayectoria ocupando puestos como el de gerente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el de coordinador general de Economía, Hacienda Patrimonio y Contratación en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

En pleno proceso de vacunación, el director del Servicio Canario de Salud afirma que la actividad diaria para luchar contra la pandemia y garantizar la logística para la llegada de las dosis es muy intensa. “La única dificultad que tenemos es el suministro de vacunas”, asegura Conrado Domínguez. El déficit de 9.000 vacunas que sufre Canarias está impidiendo que la comunidad autónoma mantenga el ritmo de inmunización que la colocaba como la región que más dosis había puesto con respecto al total recibido, pero desde el SCS trabajan en un “escenario optimista” y esperan que, a finales de 2021, “vuelva cierta normalidad”.

Pregunta (P): Desde un cargo como el suyo, ¿cómo se maneja y se gestiona una crisis de estas características?

Respuesta (R): El día a día te puedes imaginar que es muy intenso, sobre todo porque ahora estamos en una situación en la que hay que compatibilizar la lucha contra la pandemia, seguir tomando medidas, reforzar los sistemas sanitarios y, a la vez, tener montada una logística importante en la parte de vacunación para intentar avanzar lo más rápido posible. Entendemos que el proceso de tener inmunizada lo antes posible a la mayoría de la población, sobre todo a los que tienen más riesgos, nos puede ayudar a salir de esto, también desde el punto de vista económico del asunto, no solo desde el sanitario.
 

R: La única dificultad que tenemos es el suministro de vacunas. Ahora mismo, tanto Pfizer como Moderna e, incluso AstraZeneca, sin estar siquiera aprobada, están empezando a poner problemas con la distribución que tenían pactada y con los contratos firmados con la Unión Europea. Ese es el principal hándicap. Yo creo que en Canarias, aparte de los problemas logísticos con la dificultad que tienen estas vacunas, ese aspecto lo hemos resuelto muy bien y todas las semanas hay dos envíos a todas las islas, con la ayuda de los almacenes centrales del Servicio de Canario de Salud, de la Policía Autonómica y de la aerolínea Binter. Pero claro, el problema es el suministro de vacunas. Nosotros, de lo que teníamos previsto, que ya eran pocas, tenemos un déficit de 9.000 vacunas que el Ministerio o Pfizer, en este caso, nos tendrán que ir dando en las próximas semanas. E íbamos a un ritmo muy rápido, hasta el día 26 de enero seguíamos siendo la comunidad que más dosis había puesto con respecto a las que había recibido, de manera porcentual. Pero si no tenemos vacunas no vamos a poder. El servicio tiene una capacidad muchísimo mayor de la que estamos aprovechando. Lo importante es el suministro de vacunas, ahí es donde tienen que poner todos los esfuerzos el Ministerio y la Unión Europea.

P: Muchos profesionales nos han explicado que la vacuna no va a ser la única solución, ¿qué opina usted?

R: Estoy absolutamente de acuerdo. La vacuna nos va a permitir acabar con el alto nivel de transmisibilidad que hay, ya tenemos el ejemplo de Israel que es uno de los países que más rápido ha vacunado y donde ha bajado casi un 40% el índice de infección, porque se debilita bastante. Pero no va a ser solo eso. Yo creo que hay medidas y precauciones que se tienen que seguir tomando y reforzar los servicios públicos sanitarios. Van a estar un tiempo hasta que se estabilice y pueda pasar a ser una enfermedad estacional como la gripe.
 

P: En cuanto a la vuelta a la normalidad, ¿qué calendario sigue Canarias? ¿Tienen cálculos o previsiones?

R: Nosotros estamos trabajando con un escenario optimista y esperamos que, en la última etapa del año, cuando empiece la temporada alta del turismo en Canarias, podamos tener una situación buena. Ya no solo sanitaria, sino que una importante parte de la población haya sido vacunada y, por esas fechas vuelva una cierta normalidad.

P: El pasaporte de vacunación, ¿cree que será parte de nuestra documentación para viajar?

R: No creo que sea obligatorio, creo que será un elemento facilitador. Creo que es un elemento que, además, trae mucha “seguridad” y es una herramienta que nos permite tener información sanitaria de los 18 millones de turistas que entran a Canarias en las mejores temporadas. Si pudiéramos tener información sanitaria, a través de la tarjeta sanitaria de la persona que viaja, nos ayudaría mucho a gestionar cualquier problema relativo a la salud y, en este caso en particular, el Covid-19. No es lo mismo tener a alguien que está vacunado con las dos dosis, que ya está en el territorio de inmunización, que alguien que no sea así. En cualquier caso, creo que va a ser una herramienta que además se ha planteado en la Unión Europea y parece que hay viso de que siga adelante, pero yo no creo que pueda ser algo obligatorio porque estaríamos yendo en contra de los principios fundacionales de la propia UE como es la libertad de movimiento; lo hemos visto durante la pandemia cuando países que han intentado cerrar sus fronteras no han podido. Está más relacionado con establecer restricciones a la movilidad o facilitar determinados aspectos de la movilidad que con que sea un requisito obligatorio o no.

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