El nacimiento de un hijo es uno de esos momentos que ningún padre se quiere perder. Los controladores aéreos españoles lo saben bien y, por ello, hicieron todo lo que estaba en su mano para que un piloto llegara a tiempo al parto de su hija.

El comandante operaba el vuelo VY1252 de Vueling, que despegó a las 12.24 horas de Almería y aterrizó a las 13.43 horas en Barcelona, el pasado lunes, 17 de junio.

Al ser consultado por Tourinews, un portavoz de los controladores aéreos manifestó que se enteraron de la situación del piloto por “alguien externo”, por lo que buscaron el “hueco para darle la ruta más directa posible, sin afectar al resto de tráficos”. A su vez, reparó en que por el tipo de horario de los comandantes, es muy probable que un evento así les pille “trabajando”.

“En este caso, como en muchos otros que habitualmente ocurren en nuestros cielos, hicimos todo lo que estaba en nuestra mano para que ese padre no se perdiera el nacimiento de su hijo”, matizó el representante.

En este sentido, aclaró que los controladores actúan así con todas las conexiones que “tienen algún tipo de urgencia (que suelen ser de índole médica, como un trasplante), incluso en casos en los que no la hayan declarado”.   

Modus Operandi

Ante estas situaciones, los controladores aéreos efectúan múltiples coordinaciones. Normalmente, es el supervisor o el propio piloto quienes informan a los controladores que se ocupan de ese vuelo, ya que serán los encargados de gestionar los tráficos de su sector, para generar los huecos y posibilitar una ruta más directa.

Al mismo tiempo, los controladores se coordinan con el siguiente o los siguientes sectores, donde se replicará esta mecánica y así sucesivamente. “Es un trabajo en equipo que habitualmente ahorra mucho tiempo a los vuelos que lo necesitan por una razón u otra”, aseveró el portavoz.

Ese mismo día por la tarde, desde la cuenta de Twitter de los controladores aéreos, avisaron de que darían prioridad a otro vuelo.

No es la primera vez que los controladores se coordinan ante un vuelo con este tipo de urgencias. Hace unos años, un vuelo con un órgano para trasplantar tenía programada su salida desde Gran Canaria a Madrid.

Antes del despegue, el “controlador de la torre de Gran Canaria llamó al Centro de Control de Canarias para avisar al supervisor del servicio (otro controlador)”, quien se puso en contacto con los sectores por los que iba a pasar el vuelo para informarles de la situación.

En concreto, el “supervisor llamó al Centro de Control de Sevilla por si era posible enviar al tráfico más directo. Los controladores de Sevilla coordinaron por su lado con Marruecos y con el Centro de Control de Madrid, los cuales a su vez coordinaron entre sus diferentes sectores”.

El resultado de esta cadena fue que, “cuando el vuelo despegó y pasó con el primer controlador del Centro de Control de Canarias, se le envió en primera comunicación al punto donde comienza la aproximación al aeropuerto de Madrid. Un directo de miles de kilómetros y un ahorro de muchos minutos de vuelos”, que en determinadas ocasiones puede ser determinante.