Recientemente, Airbus llegó a un principio de acuerdo con las autoridades de Reino Unido, Francia y Estados Unidos para cerrar las investigaciones sobre los casos de soborno, corrupción e imprecisiones en los que está implicado, a cambio del pago de 3.600 millones de euros. Sin embargo, el carpetazo a estos casos no ha hecho más que desatar una oleada de investigaciones en otros países.
Por ejemplo, el dueño y el director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes y Kamarudin Meranun, respectivamente, se han visto obligados a abandonar sus cargos de forma temporal, mientras la Comisión Anticorrupción de Malasia investiga posibles sobornos por parte del gigante aeroespacial.
Según informa elPeriódico, se acusa a AirAsia de haber comprado aviones a Airbus a cambio del patrocinio de un equipo deportivo. La compañía aérea, por su parte, niega haber cometido un delito y haber utilizado intermediarios para comercializar con el fabricante europeo.
Pero eso no es todo. El Fiscal General de Sri Lanka ordenó la detención del director general de SriLankan Airlines, Kapila Chandrasena, y de su esposa al sospechar que están implicados en un caso de soborno que también salpica a Airbus.
En concreto, tal y como reseña TravelMole, la Oficina de Fraudes Graves del Reino Unido señaló que el gigante aeroespacial sobornó con 2 millones de dólares a la esposa de un alto cargo de SriLankan Airlines, hace seis años, a cambio de la compra de 10 aparatos A350.
Las sospechas sobre el fabricante europeo también han llegado a Latinoamérica. Y es que de los documentos que se analizaron en el Tribunal de París se desprende que Airbus habría desarrollado este tipo de maniobras en Colombia, en compañías como Avianca.
Por ello, de acuerdo con La República, la aerolínea aseveró que contrataría a un bufete de abogados para que indague en el asunto y así poder tomar medidas. El diario citado asegura haber tenido acceso a un documento que indica que Airbus contó con un intermediario comercial para varios contratos de consultoría, cuya función era ayudarlo en sus campañas con Avianca y con empresas del grupo Synergy, entre 2006 y 2014.
Los intermediarios, de acuerdo con lo estipulado en algunos de estos contratos, recibían el pago de una comisión por avión vendido o por campaña, o un porcentaje del precio de los aparatos vendidos.
"Este funcionario ejecutivo fue para Airbus un interlocutor clave en el contexto de las negociaciones comerciales entre Avianca y Airbus en la venta de aviones A320neo", reza el documento mentado. Además, figura un correo del intermediario, con fecha de ocubre de 2014, donde exige la recompensa por el papel desempeñado en la negociación de ese modelo.
Finalmente, la compra de estos aparatos se resolvió el 30 de abril de 2015, cuando se solicitaron 133 aviones A320neo. Pese a que la investigación concluye que los pagos no se realizaron a los intermediarios al ser "muy costosos" para Airbus, el procedimiento se enmarca bajo la calificación de corrupción, por lo que continuarán las pesquisas.