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“No se puede tener hoteles de cinco estrellas en comunidades de una”
Hans Pfister, presidente de Cayuga Collection, señala que cuidar de las comunidades locales es la “clave para el éxito” de los hoteles que estén buscando seguir un modelo regenerativo y sostenible
“Ofrecemos un lujo inteligente”, destaca Hans Pfister, cofundador y presidente de Cayuga Collection, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Cayuga Collection es una colección de ocho hoteles ubicados en Costa Rica, Nicaragua y Panamá que combinan el lujo con el compromiso con la sostenibilidad, el cuidado del entorno y de las comunidades locales.
Desde que comenzó su carrera, hace más de 30 años, Hans Pfister ha estado interesado por la sostenibilidad en los hoteles y, durante este tiempo, ha podido comprobar que la mejor manera de hacerlo es a través del cuidado de las comunidades locales. “No podemos tener hoteles de cinco estrellas en comunidades de una”, afirma. Además, según el empresario, esta inversión hace más rentables a los hoteles porque atrae a los mejores empleados y a unos clientes dispuestos a pagar un precio más elevado a cambio de una experiencia auténtica que garantiza la conexión con la gente, la naturaleza y la cultura autóctona.
Pregunta (P): ¿Qué es Cayuga Collection?
Respuesta (R): Es una colección de ocho hoteles ubicados en Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Son hoteles boutique pequeños –el más pequeño tiene solo ocho habitaciones y el más grande 37–, que combinan el lujo y un gran compromiso con la sostenibilidad. La colección existe hace casi 20 años y nosotros somos una empresa que administra esos hoteles para los dueños. Hacemos todo: mercadeo, contabilidad, recursos humanos… Y ahí estamos, en diferentes rincones de Centroamérica.
P: ¿Por qué eligieron estos países para instalar los hoteles?
R: No estaba muy planificado. Yo soy alemán, crecí en el sur de Alemania, pero fui a estudiar Hotelería a Estados Unidos y allí conocí a una costarricense, lo que me llevó a Costa Rica. Cuando llegué a Costa Rica, obtuve mi primer trabajo en el hotel de una cadena norteamericana. Ahí me di cuenta de que, a pesar de ser un país tan lindo y verde, seguían utilizando botellas de champú pequeñas o platos de estereofón en el desayuno, lo cual me chocó bastante. Eso fue en 1994, cuando la sostenibilidad todavía no tenía tanta fama. Entonces, en 1995, implementé mi primer programa ‘Piensa Verde’ en ese mismo hotel y ahí nació la idea de hacer un turismo más sostenible. Y, desde 1999, estoy involucrado en el manejo de los ecolodges y hoteles boutique sostenibles en la región.
P: ¿En qué consiste para Cayuga Collection el turismo regenerativo?
R: Ahora surgió el concepto de turismo regenerativo, pero nosotros en realidad seguimos englobándolo en el turismo sostenible porque sentimos que, por fin, se ha logrado posicionar la palabra y el concepto de sostenibilidad. Se puede hablar de un turismo responsable, de un turismo inteligente… Pero, al final, la palabra no importa. Para mí, lo importante es que el turismo se haga de una forma que no dañe ni empeore el lugar al que llega el turista, sino que lo mejore. Cuando se habla de turismo sostenible o regenerativo, muchas veces se interpreta solo a nivel ambiental. Pero, para Cayuga Collection, lo más importante son las comunidades y la gente que vive en las zonas, que trabaja en nuestros hoteles. Para mí, lo más importante es asegurar que la gente esté bien porque, de ese modo, van a cuidar muy bien la naturaleza. Eso lo hemos podido comprobar en los últimos 20 años operando aquí en la región.
"Atraer a clientela que está dispuesta a pagar un coste más elevado por una experiencia más auténtica hace que la sostenibilidad sea rentable"
P: ¿Cuál es el perfil del cliente de Cayuga Collection?
R: Naturalmente, es gente con un alto poder adquisitivo porque somos hoteles de lujo. Pero no es ese tipo de gente con mucho dinero que va buscando lo más opulento, porque no somos un lujo estilo Dubái, sino que somos un lujo inteligente, así es como lo llamo yo. Es gente que quiere tener experiencias que le permitan conectarse con la cultura, la naturaleza y lo local; quieren una experiencia de lujo, pero, al mismo tiempo, auténtica. En cuanto a procedencia, por la cercanía, recibimos gente de Estados Unidos y Canadá mayoritariamente, pero también muchos europeos. Los últimos dos años un poco menos por la pandemia, pero ya estamos viendo que otra vez hay un gran interés por parte de los europeos para conocer estos países de Centroamérica.
P: ¿La sostenibilidad y un modelo como el regenerativo es rentable para un hotel?
R: Totalmente, especialmente si uno pone la mirada a medio plazo. Mucha gente piensa que el turismo sostenible se basa solo en ahorrar agua y electricidad para que bajen los costes. Y sí, es cierto que se puede hacer así, pero también hay otras cosas en las que hay que hacer una serie de inversiones para llegar a ser más sostenibles, como en el tratamiento de aguas, no usar plásticos, temas un poco más locales… Eso puede tener un coste un poco más alto. Pero también hemos visto, sobre todo en los últimos años, que siendo sostenibles atraemos a los mejores empleados. Son jóvenes para los que es importante el tema de la sostenibilidad, porque no quieren solo un trabajo, sino un trabajo donde puedan sentir que marcan la diferencia. Entonces, el hecho de atraer a los mejores empleados y a esa clientela que está dispuesta a pagar un coste más elevado por una experiencia más auténtica hace que la sostenibilidad sea rentable. A nosotros nos ha ido muy bien y no solo hemos sobrevivido a la pandemia, sino que ahora estamos mejor que nunca. Llevamos un año superando los ingresos de 2019. Y lo que hemos visto en los últimos dos meses y lo que vemos hacia delante es simplemente espectacular. La gente está buscando lugares pequeños y en la naturaleza que quieran cuidar el destino.
P: ¿Cómo se involucra Cayuga Collection en el cuidado del entorno y la comunidad? ¿Existe reinversión de los beneficios en el lugar?
R: Por supuesto, porque la idea no es sangrar un destino. La gran mayoría de los dueños de nuestros hoteles son locales y todos nuestros empleados también. Nosotros no traemos a un gerente general de Alemania o a un chef francés. Entonces, esa reinversión en la comunidad local hace que la gente se quede en zonas rurales, donde están sus familias. Así se fomenta el crecimiento de esa zona y no todo el mundo huye a las ciudades. Obviamente, invertimos en escuelas, en infraestructuras y en parques nacionales, por ejemplo, si el Gobierno nos lo solicita, pero conexión con la comunidad donde estamos y con el medio ambiente es clave para el éxito. Siempre hemos dicho que no podemos tener hoteles de cinco estrellas en comunidades de una estrella.
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