Las dudas sobre la viabilidad económica de FTI Group despertadas por la asociación alemana de viajes VUSR ha revivido en el sector turístico el fantasma de Thomas Cook. 

Tanto es así que, según ha podido saber Tourinews, son muchos los hoteleros que están poniéndose en contacto con la principal representación del grupo de Múnich (Alemania) en España: las oficinas de Meeting Point en Canarias. Buscan información y transparencia, pues temen verse en una situación similar a cuando colapsó Thomas Cook, con impagos y caídas de ocupación entre el 30 y 90%.

La quiebra en septiembre de 2019 del gigante turístico tomó a algunos por sorpresa, mientras que otros ya habían visto algunos síntomas del principio del fin. Unos augurios que muchos temen que se están repitiendo en el caso de FTI.

Los impagos a hoteles —fuentes consultadas por este medio revelan que tiene cuentas pendientes del verano con hoteleros griegos— y los continuos rumores de búsqueda de inversores —incluido el fondo estadunidense Certares—, así como la obligación de devolver el préstamo de 595 millones de euros que le otorgó el gobierno alemán son aspectos que generan suspicacias sobre la continuidad del grupo.

Crisis y oportunidad


Existe división de opiniones en cuanto a si la hipotética caída del tercer grupo turístico más grande de Europa golpearía a todo el sector o, por el contrario, supondrá una oportunidad tanto para rivales y nuevos actores. Y es que la magnitud de la compañía con sede en Alemania y filiales en Austria, Suiza, Francia y Países Bajos es considerable: con touroperadores, agencias receptivas y hoteles propios emplea a más de 11.000 trabajadores y, en 2019, trasladó a 8 millones de clientes desde 6 mercados de origen a 120 destinos de todo el mundo.

Coincidiendo con lo manifestado por la presidenta de VUSR, Marija Linnhoff, hay algunos que temen que su situación mine la confianza que los clientes depositan en los paquetes combinados. Inciden en que la incertidumbre suele tener un impacto negativo en las ventas y este tipo de quiebras dañan la imagen pública del sector en general.

Otros, por el contrario, creen que podría suponer una oportunidad para ganar cuota de mercado, hacerse con marcas reconocidas o captar a profesionales con talento y experiencia. También puede tener lugar el nacimiento de nuevos operadores impulsados por aquellos trabajadores formados en el seno de FTI. No se trata de predicciones irreales, pues todo ello ya ocurrió también en el caso de Thomas Cook.