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El Brexit se cobra su primera gran víctima: quiebra una aerolínea
La aerolínea regional británica flybmi cesó todas sus operaciones el 16 de febrero
La aerolínea regional británica flybmi, cuyo nombre legal es British Midland Regional Limited, se ha declarado insolvente. Desde el sábado 17 de febrero, la compañía con sede en el Aeropuerto de East Midlands (Reino Unido), cesó todas sus operaciones.
Contaba con una flota de 17 aviones ,14 Embraer ERJ-145 y 3 Embraer ERJ-135, que operaban rutas entre 25 aeropuertos europeos: Aberdeen, Bristol, City of Derry, East Midlands, Londres Stansted y Newcastle (Reino Unido); Milan Bergamo (Italia); Paris Charles de Gaulle (Francia); Brno (República Checa); Lublin (Polonia); Esbjerg (Dinamarca); Oslo y Stavanger (Noruega); Karlstad, Jonkoping, Norrkoping (Suecia); Düsseldorf, Múnich, Frankfurt, Hamburgo, Núremburg ,Rostock/Laage y Saarbrucken (Alemania).
En un comunicado hecho público a través de su página web, un portavoz ha aseverado que se han enfrentado a “diversas dificultades” como el incremento en los costes del combustible. Sin embargo, culpa especialmente al Brexit: Los desafíos, en particular los creados por Brexit, han demostrado ser insuperables”.
Por una parte, consideran que la decisión de la Unión Europea de dejar a las aerolíneas británicas fuera del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS) ha sido letal. La UE pone un límite de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, cada uno de los estados miembros otorga, en consecuencia, “derechos de emisión” a las diferentes empresas, que pueden:
- Cumplir con el límite
- Cumplir con el límite y vender sus derechos restantes a través del EU ETS
- Superarlo y comprar derechos de otras entidades a las que les sobran a través del EU ETS
Asimismo, achacan también a la incertidumbre creada por el proceso del Brexit su “incapacidad para obtener valiosos contratos de vuelo en Europa” y la falta de confianza para seguir operando sus rutas actuales.
Se suma a la lista de aerolíneas que desaparecen
Lo cierto es que el Brexit no ha sido el único factor que ha influido en la quiebra de flybmi, que llega sólo dos semanas después de la caída de la aerolínea chárter vacacional Germania. En los dos últimos años, el listado de compañías europeas que no han podido resistir el aumento de los precios del combustible y la fuerte competencia no ha dejado de crecer. En 2018 desaparecieron la filial alemana de Small Planet, la danesa Primera Air, la belga VLM, la griega Olympus, la filial alemana de Azur Air (aerolínea del touroperador Anex Tour), la suiza SkyWork, la hispano-venezolana Santa Bárbara Airlines, la británica Cello Aviation o la chipriota Cobalt Air.
Anteriormente, 2017 fue un año marcado por la quiebra de Monarch, de Air Berlin y de Niki, que resurgió bajo el amparo de Ryanair como Laudamotion, así como por la deriva económica de una Alitalia declarada insolvente y actualmente bajo control estatal.
A todas ellas hay que añadir la reciente eliminación de Joon, la ‘low cost’ para millennials del grupo Air France-KLM, aunque en este caso concreto su desaparición se debe a una decisión estratégica del conglomerado franco-holandés.
Clientes afectados
La compañía, que en 2018 transportó a 522.000 pasajeros, se ha disculpado ante los problemas que ha generado a los clientes que ya habían realizado su reserva. También ha dado diferentes pautas para que puedan recibir la devolución del coste de sus vuelos:
- Aquellos que reservaron de forma directa tienen que ponerse en contacto con su plataforma de pago con tarjeta de crédito.
- Los clientes que reservaron a través de agencia de viajes o con una de las compañías con las que tienen código compartido deberán ponerse en contacto con ellos.
- Por último, los usuarios que contaban con un seguro de viajes deben contactar a su empresa de seguros.
Una compañía con mucha historia
Flybmi fue fundada en 1987 bajo el nombre BMI Regional. Originalmente era una subsidiaria de la desaparecida British Midland International (BMI). En 2008, BMI llegó a ser controlada por la alemana Lufthansa (80% de las acciones) y por Scandinavian Airlines (20%). Finalmente en 2012 fue adquirida por International Airlines Group (IAG) e integrada en British Airways.
BMI Regional fue vendida en 2012 a Sector Aviation Holdings, que en 2015 la vendió de nuevo a Airline Investments Limited (AIL), también matriz de la aerolínea escocesa Loganair. De hecho, mantenía un acuerdo de código compartido con su línea aérea “hermana”, además de con Lufthansa, Brussels Airlines, Turkish Airlines, Air France y Air Dolomiti.
Contaba con una plantilla de 376 trabajadores en sus bases de Reino Unido, Alemania, Suecia y Bélgica, que ahora se quedan sin empleo. Justamente hacia estos empleados se han referido en el citado comunicado: "Nuestros empleados han trabajado muy duro en los últimos años y nos gustaría agradecer su dedicación a la compañía”.
Ryanair pesca en río revuelto
Ante todo el revuelo que se ha producido con la quiebra de flybmi, una de las primeras compañías en reaccionar ha sido Ryanair. Desde la línea aérea irlandesa han aprovechado la oportunidad para lanzar una convocatoria de contratación de pilotos. En concreto, Peter Bellew, Chief Operating Officer, ha publicado un vídeo a través de la red social Twitter en el que comunica que están “aceptando solicitudes de empleo” del personal de flybmi a través del correo electrónico recruitment@ryanair.com.
Bellew explica que necesitan ingenieros y pilotos. Añade que hoy lunes tendrán personal de recursos humanos para hacer reclutamientos en el Aeropuerto de East Midlands (Reino Unido).
Ryanair is accepting applications from flybmi staff tonight on recruitment@ryanair.com. Video gives some more details. Early start dates for engineering, pilots and specialist roles. We have will have recruitment staff at East Midlands airport on Monday. pic.twitter.com/4XsLXgNGnA
— Peter Bellew (@peterbellew) 16 de febrero de 2019
Más allá de dar una alternativa a los profesionales que han perdido su empleo, Ryanair busca asegurarse un flujo continuo de pilotos tras los problemas de plantilla que registró a finales de 2017. En septiembre de ese año la ‘low cost’ irlandesa se vio obligada a suspender miles de vuelos de su programa de invierno debido a una fuga de pilotos hacia la competencia.
Además de ofrecer mejores condiciones laborales y reconocer a los sindicatos de los diferentes países en los que tiene bases, la compañía también se concentró en abaratar sus cursos de formación para pilotar los Boeing 737 (pasaron de costar 29.500 euros a 5.000), comprar nuevos simuladores de vuelo y en llegar a acuerdos con las escuelas de aviación.
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