Los destinos turísticos y los establecimientos que en ellos se encuentran (hoteles, comercios, restaurantes, etc.) son un lugar ideal para poner a prueba el aprendizaje de un segundo idioma, especialmente el inglés por su carácter de lengua universal.
Por lo general, la mayoría de profesionales que trabajan en estos lugares tienen formación idiomática y son capaces de facilitar información útil a los visitantes en su idioma. Sin embargo, el desconocimiento del inglés y la buena intención de colocar carteles que aporten información al turista se combinan dando lugar a resultados hilarantes.
Este es el caso con el que ha dado JM Moran, editor de publicaciones científicas como Plos One, que ha compartido a través de Twitter la imagen de un buffet en el que ofrecen para los angloparlantes suculento ‘Bacon of sky’. La más que reprochable traducción del típico dulce español conocido como tocino (o tocinillo) de cielo.
From lost to the river. pic.twitter.com/LFNPJmZ4lM
— JM Moran ?☕☕ (@jmmorang) 31 de marzo de 2019
No es la única interpretación al inglés de este postre elaborado a base de yema de huevo y azúcar. Tal y como comparte el usuario @on_the_rowis también se le puede encontrar como ‘Sweet Sky’.
También conocido como "sweet sky" pic.twitter.com/1q8U8hkf4J
— 4 8 15 16 23 42 (@on_the_rowis) 1 de abril de 2019
Estas expresiones son conocidas popularmente como ‘From lost to the river’, una traducción literal del dicho español ‘De perdidos al río’. Simbolizan aquellas palabras, dichos o expresiones idiomáticas que son traducidas palabra por palabra de forma literal, perdiendo todo su significado. Su apelativo proviene del libro publicado por Federico López Socasau y Ignacio Ochoa Santamaría en 1995.
Algo que ya ha pasado en otras ocasiones
No es la primera vez que ocurre algo así y, más que probablemente, no será la última. Hace apenas un año se hizo famoso un cartel, acuñado con el logo del ayuntamiento, colocado en Arguineguín, en el del municipio turístico de Mogán (Gran Canaria).
El creador de este mensaje quiso avisar a los viandantes tras haber pintado la barandilla situada en la bajada de la iglesia del pueblo y lo quiso hacer tanto en español como en inglés. Si ya de por sí, el mensaje en castellano es erróneo (debería ser “Ojo, pintado” u “¡Ojo, pintado!”), su resultado en la lengua de Shakespeare es hilarante: ‘Painted Eye’.
Lo cierto, es que la traducción debería haber sido un “Caution, recently painted” o “Watch out, freshly painted”.
En Sevilla también tuvieron su propia ración de traducción freestyle en sus carteles informativos multilingües, donde en un perfecto Spanglish se invitaba a los viajeros a visitar “La Macarena Walls” o “La Macarena Basilica”.
En Santander (Cantabria) también saltó la polémica por la página web de información al visitante presentada en el marco de Fitur 2018. El Centro Botín, denominado así por el expresidente del Banco Santander Emilio Botín, aparecía en la web literalmente como ‘The Loot Center’. Un vocablo,‘loot’, que en inglés significa ‘robo’ o ‘saqueo’, por lo que aquel visitante anglófono que visite la web para inspirarse en su ruta por la ciudad puede pensar que se trata de un homenaje a los robos o los saqueos. La Plaza Esperanza fue traducida como ‘Hope Market’ (los nombres propios no se traducen) o el casco histórico de la ciudad como ‘historic helmet’; ‘helmet’, que significa casco de motorista o ciclista.