El que hasta ahora era un desconocido para la mayoría en España, ha conseguido llegar a boca de todos con tan sólo una operación inmobiliaria que por su volumen se ha convertido en la mayor de toda la historia del país.
No obstante, Blackstone no es nada desconocida para los entornos hoteleros. Hace dos años su nombre ya sonaba debido a su gran interés por adquirir activos hoteleros en España que engrosasen su apabullante cartera global compuesta por más de 211.000 hoteles. De hecho, la compañía es propietaria de aproximadamente el 21% de las acciones del nada desconocido Hilton Worldwide, convirtiéndose con su adquisición en 2007 en la mayor propietaria de establecimientos alojativos del mundo.
Ahora ha logrado su objetivo por todo lo grande al hacerse con el 51% de los activos inmobiliarios del Banco Popular, que habían sido adquiridos por el Banco Santander por 1 euro. En este paquete valorado en unos 10.000 millones de euros se incluyen inmuebles (hoteles, oficinas y viviendas) así como créditos y activos fiscales diferidos.
Según ‘El Confidencial’ el lote está compuesto por suelos (12.600 millones), seguidos por residencial (8.000 millones), comercial (2.100), naves industriales (1.500) y hoteles (800), a los que se suman 4.900 millones entre oficinas, garajes y otro tipo de inmuebles.
Un viejo conocido
No se trata del primer contacto de la inmobiliaria estadounidense con el mercado español. Hace poco más de dos años se hicieron públicas sus intenciones de hacerse con nueve de los 32 hoteles con los que contaba la cadena Silken, perteneciente a un Grupo Urvasco asfixiado por concursos de acreedores.
Finalmente no pescaron en ese río revuelto en el que sí obtuvieron pieza otros grupos inversores como HI Partners (Banco Sabadell), Hotusa o Bank of America. Sin embargo, la consecución de los citados 800 hoteles servirá a la compañía estadounidense para resarcirse con creces.
Sobre Blackstone
Fundado en 1991, gestiona actualmente 104.000 millones de dólares mediante la suma de hoteles, oficinas, locales comerciales, naves industriales y viviendas en Estados Unidos, Europa, Asia y Latinoamérica.
En 2014 ya protagonizó una compra similar a la de Banco Popular, haciéndose con las hipotecas tóxicas de Catalunya Banc por un importe de 6.400 millones de euros.