Ser CEO de una gran aerolínea internacional requiere una implicación completa. No basta con controlar su gestión, su operatividad y dar la cara ante los inversores y los medios de comunicación, sino que exige una dedicación en cuerpo y alma.

Aunque muchos de los consejeros delegados prefieren mantener un perfil bajo y una imagen de sobriedad, algunos han llevado su protagonismo mediático demasiado lejos y se han convertido en protagonistas entre el carisma y, en ocasiones, la caricaturización.

Es probable que el lector esté pensando en un CEO en específico que ha convertido la provocación, el humor y las salidas de tono en sus principales señas de identidad. Este es Michael O’Leary, que capitanea desde 1994 Ryanair, aunque recientemente ha sido apartado de la dirección ejecutiva de la low cost irlandesa.

El último show del directivo tuvo lugar el  en un vuelo entre Liverpool (Reino Unido) y Dublín cuando invitó a todos los pasajeros a bordo a beber de forma gratuita. El motivo para el dispendio y la celebración era que su caballo, Tiger Roll, ganó por segundo año consecutivo el Gran National, uno de los eventos hípicos más importantes de Gran Bretaña. 

El propio O’Leary se encargó de dar la bienvenida al pasaje mediante el comunicador y de anunciarles que estaba exultante por la victoria. “Podéis comprar vuestra comida en Dublín, pero a bordo beberemos” arengó al pasaje, que le ovacionó.

 

Robin Hayes destacó por su amabilidad

Aunque de una forma menos agresiva que Ryanair, la aerolínea estadounidense de bajo coste JetBlue también es muy aficionada a mantener una comunicación muy activa para lograr contenidos virales.

En este caso, su CEO desde 2015, Robin Hayes, se ha hecho famoso por lo que muchos de medios de comunicación han definido como “acto de amabilidad”. En un vuelo entre Washington D.C. y Boston que tuvo lugar el viernes 5 de abril no solo organizó un bingo mediante el que regaló billetes de avión a los pasajeros que volaban con él, sino que recorrió el avión recogiendo con una sonrisa la basura generada durante el vuelo.

Robin Hayes

Robin Hayes

Joe Chase, pasajero que relató la historia a través de Linkedin, explicó que Hayes volaba en clase económica y que su actitud al recoger la basura del avión representaba muy bien que “ningún trabajo está por debajo del CEO”.

 

Dos anécdotas muy distintas pero que muestran como en ocasiones las compañías aéreas pueden acaparar titulares gracias a la actitud de sus directivos.