“Con esta crisis debemos empezar a hacer pequeños cambios e intentar reducir el consumo de desechables”, señala Sergio Arencibia, presidente de Emicela, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Emicela es una empresa canaria considerada como “la despensa de los hoteles”, ya que suministra productos de todo tipo en más de 50 países y transporta 4.000 contenedores de mercancía al año.
La crisis en el transporte marítimo y la producción procedente de China ha acabado con la inmediatez a la que los consumidores estaban acostumbrados y ha condicionado la red de abastecimiento del sector turístico. Para solventar esta situación, el presidente de Emicela no ve alternativas a corto plazo por falta de “solidez jurídica” en otras potenciales industrias del mundo. Tampoco cree que consumir productos de kilómetro cero sea una opción viable, pues las cosechas no son suficientes para surtir a todo el mercado ni las cadenas hoteleras pueden afrontar su precio, que pueden llegar a ser un “200% o 300% más caro”.
Pregunta (P): En cuanto a la crisis del transporte marítimo y los suministros procedentes de China, ¿cuál es el producto más importado de este país asiático?
Respuesta (R): Los consumibles. La cadena Starbucks, por ejemplo, gasta 300 millones de vasos cada día. Todo está basado en el consumible y esos vasos se producen en China o en Asia, en general. Nosotros en Asia trabajamos con 90 industrias y también abarcamos todo el surtido de la hostelería. Y en el tema de los consumibles tenemos dos grandes problemas: por un lado, el cristal; y, por otro, la cerámica y los platos, cuyos costes energéticos se han disparado y ya nada de eso se produce en Europa.
P: ¿Y por qué supone un problema?
R: Porque el precio de los platos, por ejemplo, no va a bajar porque su coste energético representa un 70% del valor del plato. En Europa ya no se producen y en Asia ya veremos qué pasa, porque el Gobierno chino ha decidido reducir su emisión de CO2 a niveles de occidente en los próximos 20 años. Eso solo se logra produciendo menos. Entonces, yo creo que con esta crisis debemos empezar a hacer pequeños cambios e intentar reducir el consumo de productos desechables. Ya hay cadenas americanas que no utilizan cristal ni cerámica, sino melamina. A un plato de melamina se le puede dar 300 usos. Y también aprovecho para decir que hay que comer menos porque el mundo no produce alimentos para todos.
P: Si un proveedor no tiene un producto, ¿sería posible encontrarlo en otro proveedor o la cuestión es que el mercado está desabastecido?
R: Esto es un tema de tesorería: el proveedor chino no fabrica si no le anticipas el 30 o 40%. Entonces, todo está fundamentado en el nivel de ventas que tienes. El mundo ha cambiado. Ahora los proveedores no fabrican con la duda de a ver si venden sus productos. El negocio ya no va así, para eso está Amazon, que es el que trabaja con un stock muy limitado. Ahora los proveedores fabrican cuando saben que van a vender.
P: ¿Se puede inventar otra China, es decir, otro lugar del mundo donde producir?
R: Bueno, después de Asia tenemos a África, pero creo que se tardarán 20 o 25 años en que se pueda desarrollar proyectos industriales en el continente africano porque hace falta solidez jurídica. Afortunadamente, China la tiene y es por lo que en los últimos 20 años gran parte de la industria se ha trasladado allí. Es muy difícil que a corto plazo se replique el modelo de China en otro país porque, aunque se están dando pasos, no es tan fácil. Y, por otra parte, en Sudamérica es muy difícil porque no está apostando por la agricultura, que es la base de cualquier país porque es lo que hace que la población de nivel medio se mantenga.
"La hostelería en España no tiene la capacidad de pagar el producto un 200% o 300% más caro, que es lo que implica el kilómetro cero"
P: El café no es necesario para vivir, pero siempre se habla de él como un producto básico en el sector turístico. ¿Por qué es tan importante?
R: Hasta hace diez años, el café era el segundo producto de cotización en la bolsa. El café es la medicina del despertar. El gran problema del aumento del precio del café viene porque ha subido la demanda debido a que en Asia cada vez tiene más poder adquisitivo y consume más este producto. Y, luego, porque los países reyes del café siguen siendo Vietnam y Brasil y el resto de países no trabaja para mejorar sus cosechas, por lo que son un 30% inferiores a las que deberían ser. Por último, también ha influido el precio de la electricidad, porque el café consume mucha energía.
P: ¿Pueden las cadenas hoteleras trabajar con el kilómetro cero?
R: Los grandes volúmenes de la hostelería no pueden esperar al kilómetro cero. Pero en lo más que incido es en que la hostelería vacacional y ciudadana de España no tiene la capacidad económica para pagar el producto un 200% o 300% más caro, que es lo que implica el kilómetro cero.
P: ¿Qué tendría que suceder en España para que se comenzaran a fabricar aquí productos que ahora se fabrican en Asia?
R: Yo creo que quizás la robótica o la electrónica podrían llegar a producirse en Europa. Pero aquellos productos cuya fabricación conlleve un alto nivel de contaminación no. Ya estuvieron en Europa, Estados Unidos y Sudamérica y todos se han ido a Asia, por los costes y por la contaminación. Pero esto es una cuestión de la economía en la que estén basadas las ciudades. En Europa, las grandes ciudades son de servicio y, en Asia, en las industrias. No podemos pretender plantar remolacha en Madrid para tener el azúcar kilómetro cero, cuando en otros países del mundo ya hay extensiones de cultivo más rentable, más productivas y con la mano de obra adecuada.
P: ¿Qué podemos esperar del transporte marítimo en los próximos meses?
R: Pues tener en cuenta que todo ha cambiado. Antes, un barco desde China tardaba 15 días. Ahora, el proveedor necesita 120 días para producir, está 60 días esperando que le entreguen el contenedor y el barco tarda otros 60 o 90 días en llegar. Entonces, son los ciclos los que han cambiado. De un ciclo de 90 días, hemos pasado a uno de más de 180 y eso es lo que produce el desabastecimiento. La consecuencia es que el mundo se había acostumbrado a la inmediatez y ahora hay muchos productos en los que la inmediatez no llega. Hemos pasado de tener repuestos de lavadoras o vehículos en la estantería a esperarlos 120 días. Ese es el mundo que veremos en los próximos años.
*Este artículo pertenece a una entrevista dividida en varios fragmentos.