El director general de MSC Cruceros en España, Emiliano González, ha defendido la importancia económica y turística de los cruceros para la Ciudad Condal y ha argumentado para ello los millones de visitantes que recibe cada año, las inversiones realizadas por la propia ciudad y los ingresos que de todo ello se derivan. En declaraciones para el programa Bungalow 103 de Capital Radio, González ha asegurado que entiende que "una parte de la población pueda verse perjudicada", pero ha insistido en los beneficios que tiene para Barcelona la llegada de tantos turistas justo cuando desde el Ayuntamiento se plantean una tasa para quienes no pernocten en la ciudad durante sus visitas. Según ha destacado, "el crucerista es uno de los mejores publicistas de una ciudad", ya que de su experiencia pueden generarse nuevas visitas tanto por su parte como por la de su entorno.
El portavoz de la naviera MSC ha comentado además la importancia de que haya una ciudad atractiva e interesante cuando un crucero hace una escala. A su juicio, "nadie hace turismo de puertos o aeropuertos, aunque también es verdad que es la primera y la última imagen que los cruceristas reciben del lugar". Además ha recalcado la necesidad de que las infraestructuras portuarias cumplan cuatro requisitos: seguridad, fiabilidad, comodidad y bajos costes. Consultado acerca de las diferencias entre una escala y un puerto base, Emiliano González ha respondido que los medios utilizan ese último término "para llenar un titular". A continuación ha explicado que en Europa, a diferencia del Caribe, "un puerto puede cumplir cualquiera de esas dos funciones simultáneamente" ya que la tipología de las rutas y de los mercados a los que atiende son muy diferentes y complejos.
En otro orden de cosas, el director general de MSC en España se refirió en esos micrófonos a la "buena salud" que atraviesa este sector, aunque también ha adelantado que "se trabaja para que mejore aún más". Por ello ha señalado que Europa está creciendo a un mayor ritmo que los EE. UU. en el turismo de cruceros, algo que se observa también en los pedidos de construcción de nuevos barcos en los astilleros del Viejo Continente.