“Hay mil situaciones en el día a día donde se pueden dar casos de sumisión química, no solo en la noche”, destaca Gerard Bori, socio fundador y director de Tailsip, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Tailisp es una empresa española que ha creado una especie de coletero con una tapa incorporada, que se puede poner alrededor de las copas con el objetivo de taparlas y evitar que terceros introduzcan sin consentimiento productos que anulen la voluntad.
Gerard Bori asegura que muchos locales de ocio, empresas de grandes eventos y también ayuntamientos se han interesado por su producto. Esto es debido a que los casos de sumisión química están aumentando preocupantemente y los empresarios han decidido buscar soluciones. De hecho, según el director de Tailsip, en Estados Unidos, un 15% de las personas que han salido alguna vez de fiesta admiten haber sido víctimas de alguna situación de este tipo. Sin embargo, Gerard Bori explica que esto solo es una técnica de prevención y que “no hay un método infalible” porque “conforme evolucionan las técnicas de seguridad, también lo hacen las técnicas de infringirla”, aunque se comprometen a seguir buscando soluciones.
Pregunta (P): ¿Qué es Tailsip?
Respuesta (R): Tailsip es una empresa que básicamente suministra un producto para evitar que alguien introduzca drogas en la bebida de otra persona sin su consentimiento. En este caso, el producto que ofrecemos es una especie de coletero de pelo que se pone alrededor de la copa y tiene una especie de tapa que cubre el vaso para evitar este tipo de acontecimientos.
P: ¿Cómo surgió esta idea?
R: A raíz de hablar con varias amigas y ver que el tema de la sumisión química era más común de lo que pensábamos. En ese sentido, vimos que no había una solución y empezamos a buscar cuál era la mejor opción para evitar este tipo de situaciones, hasta que llegamos a crear este producto.
P: ¿Tienen alguna estadística acerca de cómo de habitual son estos casos?
R: Sí, lo que pasa es que las cifras más actuales son de otros países y mercados, como por ejemplo Estados Unidos, donde lo analizan de una forma más adecuada. En España y en la mayoría de Europa, este tipo de situaciones no son reportadas a las autoridades porque la gente no es consciente de lo que le ha ocurrido, por lo que no hay buenas estadísticas. Entonces, por mucho que sí hayamos hecho estudios en ese sentido, tampoco hay un valor exacto que represente la realidad y por el que podamos poner la mano en el fuego.
P: ¿Cuáles son las cifras de Estados Unidos?
R: Se dice que aproximadamente un 15% de las personas que han salido de fiesta ha sido víctima alguna vez de algún tipo de producto para anular su voluntad y capacidad de tomar decisiones conscientemente. Y, desafortunadamente, las chicas son quienes más lo sufren. Pero como digo, el problema es que no son casos analizados rápidamente y, por tanto, no se puede saber si lo que les ocurrió fue debido a la ingesta voluntaria de alguna sustancia o a otra cosa.
P: ¿Es frecuente que las discotecas demanden soluciones como la que ofrece Tailsip?
R: Sí, ahora mismo estamos hablando con varias discotecas y, sobre todo, con empresas de grandes eventos. Por otro lado, también solicitan este tipo de productos los ayuntamientos, con un objetivo social, para que la gente sepa las posibles opciones que hay para evitar estos problemas.
"No hay un método infalible porque conforme evolucionan las técnicas de seguridad, también evolucionan las técnicas de infringir esa seguridad"
P: ¿Cómo proceden los delincuentes para llevar a cabo la sumisión química?
R: Aquí hay varios métodos que, además, van evolucionando con el tiempo. Pero principalmente se realiza a través de una pastilla que se disuelve o una especie de polvitos que se echan en la bebida. Entonces, lo que ocurre es que, cuando la persona no está atenta a su bebida, le introducen esta sustancia que, más tarde, hace que pierda la capacidad de tomar decisiones conscientemente. Por tanto, una buena solución es evitar la posibilidad de que otros introduzcan sustancias dentro de la bebida. Evidentemente no existe un remedio 100% infalible, pero de alguna manera intentamos dificultad este proceso.
P: Se habla mucho de ocio nocturno, pero estas situaciones también se dan en otro tipo de locales, ¿no es cierto?
R: Correcto. De hecho, hay muchos vídeos circulando en la red donde se ve cómo personas son sometidas químicamente y robadas en locales normales. Hay mil situaciones en el día a día donde se pueden dar casos de sumisión química, no solo en la noche, está claro.
P: ¿Cree que este producto va a terminar estando presente en todas las discotecas y locales de ocio?
R: Yo creo que sí, a no ser que se encuentre otra solución para minimizar este problema. En otros países están más avanzados en esta materia y lo tienen extendido, así que yo creo que aquí también acabará ocurriendo.
P: Últimamente también se habla de otros métodos para llevar a cabo estas prácticas, como por ejemplo los pinchazos… ¿Han pensado en soluciones para estos casos?
R: Como decíamos al principio, no hay un método infalible porque conforme evolucionan las técnicas de seguridad, también evolucionan las técnicas de infringir esa seguridad. Esto implica que no se puede controlar todo. Concretamente, nosotros todavía no estamos analizando productos para otros casos porque tampoco son tan frecuentes como sí lo es la sumisión química a través de un vaso, digamos, pero sí que estamos al corriente de ellas y, si vemos una forma de plantear una solución, lo vamos a hacer.
P: Entonces, ¿desarrollará Tailsip nuevos productos para dar solución a nuevos problemas que puedan surgir en este ámbito?
R: Dependiendo de cada nuevo caso o cada nueva forma de someter a las víctimas, habría que ver si se puede o no solucionar fácilmente, pero, si encontramos la manera de solucionarlo, la respuesta es sí.