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“Zoos y acuarios están viviendo una situación dramática”
Jesús Fernández, vicepresidente de la Asociación Ibérica de Zoológicos y Acuarios, recuerda que “son espacios donde la distancia social se puede garantizar perfectamente"
La pandemia obliga a cerrar al público zoos y acuarios, pero los gastos se mantienen. La vida continua de puertas para adentro, los animales siguen haciendo sus ejercicios rutinarios, reciben alimento y todos los cuidados sanitarios de los profesionales que se encargan de asegurar su máximo bienestar. “Exactamente igual que si fuera un día normal”, pero sin público. Y sin visitas, no hay ingresos.
“Es verdad que, desde el minuto cero, se preservó la seguridad y el bienestar de los animales. Los ERTEs no afectaron al personal relacionado con su cuidado, pero a largo plazo esta situación está siendo dramática”, señala en una entrevista a Tourinews, Jesús Fernández, vicepresidente de la Asociación Ibérica de Zoológicos y Acuarios (AIZA). La asociación sigue las recomendaciones de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) y la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA). “Un sistema común en cuanto a acreditación, inspección, calidad y excelencia”.
Pregunta (P): ¿Qué es Aiza?
Respuesta (R): Aiza es la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios. Engloba a 47 miembros de la península ibérica, 41 de España y seis de Portugal. Abarca todos los parques de referencia con gran número de visitantes, calidad y con un sistema de acreditación. Entre ellos, el Zoo Aquarium de Madrid, el Oceanogràfic de Valencia o el Loro Parque de Tenerife.
P: Existen también asociaciones europeas y mundiales, ¿cierto?
R: Exacto, nosotros también somos miembro de entidades aun mayores como la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). Aquí hablamos de 380 miembros, más o menos, pero quiero destacar que España y Portugal conforman el tercer bloque con mayor número de miembros. Alemania y Gran Bretaña tienen más centros que nosotros dentro de la sección europea, pero España se encuentra colocado tras estos países y Francia, en una situación muy importante a nivel europeo. EAZA, a su vez, está integrada en la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA). En este tipo de asociaciones nos juntamos los parques que tenemos un sistema común o muy parecido en cuanto a la acreditación, inspección y estándares de calidad, para que todos juntos aportemos ese nivel de excelencia que se espera de los zoos modernos.
P: ¿Cuál es la finalidad de una asociación de este tipo?
R: Hay dos tipos de asociación. Por un lado la meramente empresarial, aquella en la que compartimos intereses comerciales como colectivo empresarial. Somos empresas, algunas públicas y otras privadas, y defendemos nuestros intereses de cara a las administraciones y a las instituciones públicas. Y, por otro lado, estaría la parte más cualitativa por la que estar asociados supone que intercambiamos información y que, entre todos mejoramos, subimos el listón en cuanto a estándares de calidad, sistemas de inspección y acreditación, que nos colocan a todos en un nivel de referencia adecuado. Habrá zoos o acuarios mejores en cuanto a un tema, pero en otros aspectos destacarán otros parques. Entre todos intentamos, con nuestras sinergias, ir evolucionando para que los centros sean cada vez mejores, no solo intercambiando conocimiento, sino equipo y animales. Los animales que nacen en nuestro zoológico tienen como destino otros parques, hay intercambio constante. También los animales que tenemos en nuestros parques proceden de otros centros zoológicos de Europa. Se producen intercambios a través de programas de cría y conservación.
P: ¿Hay también cesiones temporales de animales peculiares que se desea se conozcan en otros lugares?
R: No, no. Un aspecto importante son los estándares del bienestar animal y, evidentemente, lo normal es que los animales permanezcan en un mismo lugar toda su vida. No se producen estos intercambios temporales. Lo que sí se produce es que los centros también actuamos como una red de conservación. Es el caso, por ejemplo, de los linces ibéricos de nuestro zoo, que proceden de un centro de cría de animales del Ministerio de Medio Ambiente y que no son reintroducibles en la naturaleza. Estos animales, que han estado un tiempo en un centro y que vinieron al zoo de Madrid, lo normal es que estén en Madrid toda su vida; pero es verdad que estos linces han estado antes en un centro de cría en cautividad para proyectos de reproducción de fauna amenazada.
P: ¿Cómo se ha vivido y está viviendo la pandemia desde este sector de los zoológicos y los acuarios?
R: Se está viviendo de una forma dramática, puesto que tenemos una gran dependencia de la red del turismo. Nuestros parques son visitados por gente local y, evidentemente, por el turismo. Entonces, padecemos la caída de los visitantes internacionales, pero luego también sufrimos la inmovilidad intraterritorial. La media de caída de los visitantes y facturación de los meses que hemos podido abrir ha sido del orden el 70% u 80%. Cuando esto comenzó, pensamos en una situación temporal de unos meses, pero esta situación de cierres y reaperturas durante tantos meses ha sido muy dura. Es verdad que desde el principio en nuestras empresas se preservó en todo momento el cuidado de los animales, la seguridad y el bienestar. Los ERTEs no afectaron al personal relacionado con el cuidado de animales, pero claro, a largo plazo esta situación está siendo muy dura. Contrariamente, en otros países como Inglaterra o Alemania el impacto ha sido menor, puesto que la población se ha quedado todo el verano en sus países, por lo que ha habido mucha utilización. En España, la situación tan dramática ha hecho que la gente no se moviera por el territorio. En el caso de las islas, no ha habido vuelos. En el caso de la Península nadie, o poca gente, ha venido a Madrid, Valencia o Andalucía.
P: ¿Cómo se sufraga en tiempos de Covid el mantenimiento de un parque con animales?
R: Todas las condiciones de los animales, alimentación, mantenimiento de instalaciones, cuidado diario, el agua, la filtración... Es exactamente igual que si fuera un día normal. Toda esta situación hace que suframos mucho más que otros sectores, pues la facturación ha caído de manera estrepitosa, porque además perdimos los meses más importantes de la primavera, que en nuestro caso supone el 30% o 40% de la facturación total del año.
P: Disculpe que insista. Si esto continúa así, llegará un momento en el que la empresa privada —hablaba de que hay parques públicos y parques privados—, no tenga más recursos. ¿A qué se recurriría en esos momentos?
R: Vivimos de las reservas, de los préstamos ICO (Instituto de Crédito Oficial) y de las de las ayudas en cuanto a soluciones de suspensión temporal del empleo. En general, las grandes empresas tienen más músculo para aguantar, pero la situación puede ser muy dramática si esto se alarga en el tiempo, sobre todo para los asociados más pequeños. A nivel europeo también tenemos ese sentimiento, ¿qué pasa si esto dura seis meses?, pero ¿y si dura un año o año y medio? Las reservas van disminuyendo y supongo que habría que acudir a ayudas excepcionales. También quiero destacar aquí que nosotros hemos reivindicado que vemos diferentes enfoques entre algunos países. En Alemania, los parques de animales no pagan IVA y los subsidios para la alimentación de los animales de todos los zoos han sido inmediatos, al igual que en Gran Bretaña y Francia. Nosotros estamos sufriendo todos los factores: la falta de turismo, de movilidad, de ayudas suficientes y el IVA del 21%. En el otro lado de la moneda, por ser un poco optimista, hemos visto que, cuando se abren los parques, el público considera estos lugares al aire libre espacios donde la distancia social se puede garantizar perfectamente, con lo que la demanda está ahí. La gente nos muestra su apoyo volviendo.
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