Estados Unidos quiere poner coto a los vuelos chárter públicos que tanto están proliferando en los últimos años. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha anunciado sus planes para regular este tipo de operaciones y equiparar las medidas de seguridad a las exigidas a las aerolíneas comerciales.

En este sentido, desde la FAA han asegurado que algunos servicios chárter parecen operar como líneas aéreas regulares pero bajo normas de seguridad menos rigurosas. Un hecho del que, además, no se informa con total transparencia al público que vuela. Por lo que desde la agencia gubernamental han anunciado, en concreto, dos medidas.

De esta forma, en primer lugar, la FAA tiene la intención de iniciar una reglamentación para modificar las definiciones de las operaciones “programadas”, “bajo demanda” y “suplementarias”. De concretarse estos cambios, el efecto sería que los vuelos chárter públicos estarán sujetos a reglas operativas basadas en los mismos parámetros de seguridad que otras operaciones de vuelos chárter no públicos.

“Parte de los trabajos en seguridad de la FAA es identificar los riesgos desde el principio, y eso es exactamente lo que estamos haciendo en los vuelos chárter públicos a medida que se extiende su uso. Si una compañía opera efectivamente como una aerolínea regular, la FAA necesita determinar si esas operaciones deben seguir las mismas reglas estrictas que las aerolíneas regulares”, ha explicado el administrador de la FAA, Mike Whitaker.

En cuanto a la segunda medida propuesta por la FAA, se trata de explorar oportunidades para adecuar el tamaño de las aeronaves y los estándares de certificación con las necesidades operativas de cada servicio aéreo. Esto se debe al empeño de la propia agencia en ampliar el servicio aéreo a comunidades pequeñas y rurales.

Concretamente, la FAA convocará un Panel de Gestión de Riesgos de Seguridad (SRMP) para evaluar la viabilidad de una nueva autoridad operativa para operaciones programadas en aviones de 10 a 30 asientos. “Las opciones de viajes aéreos seguros deberían estar disponibles para todos, no limitadas únicamente a quienes viven cerca de un aeropuerto importante”, ha especificado Whitaker en este sentido.