“Podríamos decir que el Festival Castell de Peralada es el sueño de una noche de verano”, destaca Oriol Aguilà, director del Festival Castell de Peralada, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. El Festival Castell de Peralada es un festival de música clásica que se celebra cada año desde 1987, en los meses de julio y agosto, en el entorno del Castillo de Peralada (Gerona). Por sus escenarios han pasado grandes estrellas internacionales y los espectáculos de danza y ópera más reconocidos a nivel mundial.

Además de su prestigio cultural, el Festival supone un importante reclamo turístico que tiene un impacto muy positivo en la economía de la zona. “Tenemos mucho viajero melómano que se desplaza hasta aquí solo por la programación”, asegura Oriol Aguilà. No obstante, el evento se basa en la creación de “experiencias íntimas y muy cuidadas”, por lo que el principal reto al que se enfrentan en cada edición es la financiación.

Pregunta (P): ¿En qué consiste el Festival Castell de Peralada?

Respuesta (R): Seguramente es el festival más norteño de España, porque estamos muy cerca de la frontera francesa. Nos ubicamos en el enclave de la Costa Brava, aunque en una zona del interior, a 15 minutos del mar. El Festival se desarrolla en un jardín histórico de ocho hectáreas, dentro un gran parque que alberga un castillo medieval, marcado por el carácter renacentista. Allí es donde hace 35 años, Montserrat Caballé, la soprano tan querida, inspiró a la familia propietaria del castillo y a Carmen Mateu para fundar un festival de referencia internacional, sobre todo dedicado a la ópera y la danza. De forma que podríamos decir que el Festival Castell de Peralada es el sueño de una noche de verano, donde vas a disfrutar de una gran noche de artes escénicas, pero donde también hay todo un ritual para pasear, ver exposiciones, disfrutar del enoturismo, la gastronomía, el golf… Cultura y deporte. Muy recomendable.
 

P: Este festival supone un reclamo cultural y ha ayudado a dar a conocer Peralada a nivel internacional. ¿Han evaluado cuál es el impacto turístico de este festival?

R: Sí. Nosotros tenemos una razón de ser artística, cultural, de creación y de apoyo a los artistas. En la última edición de los Oscars de la ópera nos nominaron a Mejor Festival del Mundo, lo que quiere decir que estamos en una buena liga. Pero también tenemos una razón de ser de territorio y de impactar positivamente en todo nuestro entorno, más aún después de la pandemia, cuando se busca este equilibrio virtuoso entre el turismo y el respeto por el entorno. En cuanto al impacto, en cada festival tenemos una proyección de marca de 16 millones de euros y un impacto económico, que está muy centrado en el sector turístico, de 14 millones. Estamos hablando de cifras importantes y eso se explica porque tenemos mucho viajero melómano que se desplaza hasta aquí solo por la programación del Festival. Y, alrededor de esta programación, los asistentes pueden encontrar todo un abanico de propuestas de hostelería, restauración, gastronomía, turismo rural, hoteles de lujo…

P: ¿Cuál es el tipo de público que atrae el Festival Castell de Peralada?

R: El público melómano de Barcelona y Girona tiene una atracción histórica hacia nuestro Festival, es como una tradición. Además, el Teatro Real de Madrid y el Gran Teatro del Liceo de Barcelona culminan sus temporadas en nuestra sede y, del mismo modo, su público se moviliza para venir a nuestro festival de verano. Pero es verdad que desde hace años estamos trabajando en atraer la atención del melómano internacional. Por ejemplo, en el año 2019, antes de la pandemia, un 30% del público que acudió a ver la programación lírica vino de fuera de España. El Patronato de Turismo de Costa Brava y Girona hace un trabajo de promoción realmente bueno y gracias a ellos y a las agencias de viajes especializadas en ópera, hemos hecho presentaciones en Londres, París y muchas capitales para atraer a un público internacional que, cuando viene, repite.

P: ¿El Festival se centra solo en la música clásica o también aúna diferentes estilos musicales?

R: Es un festival abierto, donde entran todas las músicas del mundo, pero es verdad que está especializado en ópera y danza. Esas son nuestras columnas vertebrales. Por ejemplo, este verano, el primer concierto que va a ofrecer Manuel Serrat en Cataluña en su gira de despedida va a ser en nuestra casa. No podía ser de otro modo porque Manuel, además, ostenta la Medalla de Honor del Festival y ha cantado aquí 18 veces. Con lo cual, hay clásicos imprescindibles. Entonces, el Festival también ha cultivado siempre la presencia de grandes estrellas de la música y grandes leyendas.

P: Este año, el festival comienza el 8 de julio, ¿no?

R: Efectivamente, con la visita del mítico Teatro Mariinski de San Petersburgo, que nos visita por segunda ocasión y que es un nombre importantísimo para los amantes de la danza. Ya estamos aportando algunas sorpresas para ir calentando motores.
 

P: ¿Esperan que esta edición del Festival sea más o menos como antes de la pandemia?

R: Sí, estamos trabajando con este horizonte. Es verdad que hemos aprendido a programar y a trabajar con diversos escenarios e hipótesis, pero sí, nuestra idea es retomar ya el horizonte del 2019, con la prudencia y cautela que hemos aprendido a tener.

P: ¿Cuál es la capacidad de asistencia del Festival Castell de Peralada?

R: Peralada forma parte de esta constelación de festivales, digamos, donde se procura una experiencia irrepetible y muy cuidada, por lo que no ofrecemos una propuesta multitudinaria, al revés. Estamos hablando de aforos de mucha intimidada. En la Iglesia del Carmen caben 250 personas y en el auditorio alrededor de 1.500.

P: En ese sentido, ¿cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta el Festival y qué haría falta para reactivar la actividad normal?

R: En nuestro caso, la taquilla cubre solo una tercera parte de lo que cuesta montar estos grandes espectáculos, por lo que lo que hace falta es una buena ley de mecenazgo que potencie que el sector privado apoye más estas iniciativas que hacen que tengamos una proyección internacional y un impacto tan bueno en la cultura y en el turismo. Pero la financiación es el gran reto, sin duda.

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