Los idiomas en España tienen cada vez más presencia en los planes de estudios y el nivel de exigencia aumenta. El sector de la Hostelería y Turismo está especialmente sensibilizado al respecto, al estar orientado hacia la atención al cliente. Es una máxima: si se encuentran cómodos dentro de nuestras fronteras, quienes nos visitan volverán una y otra vez.
Las zonas con mayor afluencia turística siguen esforzándose por aprobar su asignatura pendiente: el inglés. No solo es el idioma con el que se cierran negocios de ámbito internacional, sino que resulta crucial para entenderse con los extranjeros que visitan nuestro país. “En Canarias tenemos un déficit histórico respecto a los idiomas. Una región donde el 40% de la economía depende del turismo directamente”, señala en una entrevista a Tourinews, Francisco Castellano, CEO de Language Campus, empresa dedicada a la enseñanza de idiomas en el Archipiélago. Al respecto, declara que no se puede pretender que un camarero o una camarera de piso hable un idioma, “pero sí podemos enseñarle que sepa las palabras básicas para que, en su entorno laboral, pueda desenvolverse en buenas condiciones y el turista se vaya contentísimo porque tenemos buen clima, buenas instalaciones y un personal que puede defenderse en su idioma”.
Pregunta (P): ¿Qué es Language Campus?
Respuesta (R): Es una empresa de implantación regional en Canarias, aunque demos servicio a algunos clientes a nivel internacional. Tenemos 12 años de tradición en la enseñanza de idiomas en las Islas. Una compañía joven, líder en la enseñanza de idiomas, con una trayectoria sólida en el mundo a la educación y con un equipo comprometido para lograr los mejores resultados.
P: ¿Quiénes son los clientes turísticos de Language Campus?
R: Una de nuestras líneas de negocio es la B2B (Business to Business), en la que trabajamos con empresas e instituciones públicas. Y en esa línea de negocio, que es una de las que dirijo, tenemos clientes del sector turístico, desde transporte —como puede ser Binter Canarias o Naviera Armas—, hasta cadenas hoteleras como Lopesan Hotel Group, Meeting Point (FTI), etc.
P: A lo largo de este periodo excepcional, de confinamiento y restricciones, ¿lo han aprovechado las empresas y profesionales para actualizarse y aprender un idioma?
R: Si te soy honesto, en la rama de los idiomas no. Lo que nos hemos encontrado es que las empresas se han enfrentado a una incertidumbre muy grande que, además, se ha visto acuciada por los constantes cambios del Gobierno, donde se han tenido que pedir los ERTE, se han tenido que replanificar las plantillas y los idiomas no han sido prioridad. La formación que ha sido prioritaria es la que se ha hecho para el personal que se ha quedado en ERTE, porque las empresas han trabajado muy en cuadro, sobre todo en Canarias, donde hemos pasado a un cero turístico durante meses.
P: Dices que la formación no ha sido prioritaria, cuando hemos tenido siete meses en los que hemos estado parados. ¿No hubiese sido la gran oportunidad para dar un empujón al déficit de los idiomas en el sector turístico?
R: Está claro que en Canarias tenemos un déficit histórico respecto a los idiomas. En una región donde el 40% de la economía depende del turismo directamente, hay carencias claras tanto entre el personal directivo como en el no directivo. Creo que ha sido un maremágnum tan grande con el que se han encontrado las empresas que no se ha podido estructurar, porque por desgracia hemos ido a trompicones. Es decir, nos hemos encontrado con el problema, no hemos sabido cómo se iban a gestionar los ERTE, hemos estado siempre pendientes del BOE, de los cambios... Y creo que eso ha hecho que, al menos en idiomas, no se haya hecho nada. En otros ámbitos, por lo que tengo hablado con jefes de Recursos Humanos muy importantes, sí se ha continuado la formación; pero en otros grupos nos han comentado que han estado en cuadro, a la espera de ver si íbamos a tener corredores seguros, aerolíneas que llegaran a Canarias. Eso ha sido la prioridad. Las empresas cuentan con fondos a través de la Fundae [Fundación Estatal para la Formación en el Empleo] que si no se usan se pierden, no son acumulables de cara al próximo año. Es cierto que la Fundae ha permitido, a través de aulas virtuales, continuar con formaciones que fueron canceladas y la mayoría de las empresas han retomado. Y es cierto que en estos últimos meses empezamos a ver que las empresas vuelven a llamarnos con ganas de hacer cosas nuevas.
P: ¿Cómo funciona la formación? ¿Online, presencial?
R: Nosotros trabajamos tanto formación presencial como online, la blended learning, que es lo que antes llamábamos semipresencial. Es cierto que el coronavirus ha acelerado la necesidad de digitalizar todos los procesos de las empresas. Está claro que uno de ellos es la formación y hemos tenido que reconvertir mucha presencial en online. En las aulas virtuales hemos trabajado tanto con Zoom, como actualmente con Teams, la cual integramos directamente en nuestra plataforma Moodle y el usuario, a través de la misma, tiene sus clases como si fueran presenciales, pero con las ventajas que permite la digitalización.
P: Si mañana se consolidara un nuevo mercado turístico, por ejemplo, que a Canarias empezaran a llegar aviones de China, ¿cuánto tardaríamos en formar a las plantillas en su idioma?
R: Actualmente se está comentando desde de la consejera de Turismo de Canarias el tema de traer turistas de largo recorrido, sobre todo, de Estados Unidos y de Canadá. Ya en el inglés y en el alemán tenemos problemas, habría que hacer clases intensivas. El chino no se aprende en dos días, no existe una pastilla para que la tomemos y al día siguiente lo hablemos. Lo que nosotros hemos hecho es que nos hemos especializado en la creación de cursos a medida, específicos, porque está claro que no podemos pretender que un camarero o una camarera de piso hable chino, pero sí podemos enseñarle las palabras básicas para que en su entorno laboral pueda desenvolverse en buenas condiciones y que el turista se vaya contentísimo porque tenemos buen clima, buenas instalaciones y un personal que puede defenderse en su idioma.
P: ¿Cómo es posible que los idiomas, que es una forma de acercarnos a nuestros clientes, a nuestros turistas, no sea la primera prioridad?
R: No es novedad. Tanto el Gobierno central como los autonómicos de aquellas regiones donde el turismo es una industria vital, como puede ser Canarias, Andalucía o Baleares y donde llevamos hablando del bilingüismo desde hace muchos años, pero ¿somos bilingües en Canarias a día de hoy? Pues no. ¿Tenemos suficientes profesores en la formación pública para que el bilingüismo sea exitoso? No lo creo. Hay que seguir haciendo esfuerzos. El inglés es fundamental, es el idioma de los negocios y todo el mundo debería hablarlo. Pero nosotros creemos que también hay otros idiomas muy importantes, como el alemán, los nórdicos, el francés o el polaco, porque tenemos mercados con clientes que hablan esos idiomas. Es necesario y fundamental que podamos defendernos en ese idioma. Nosotros creemos que la solución son los cursos específicos, hechos a medida, en conjunto con el departamento de Recursos Humanos de las empresas. Esto permite a una gran cadena con miles de trabajadores en estas condiciones, y que tiene además una alta rotación, que tenga un curso hecho a su medida en sus instalaciones, con su vocabulario y que le permitirá subir la calidad del servicio.