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“El hecho de encontrarnos aún en temporada baja hace que el impacto sea más controlable”
Desde grupo turístico Julià admiten que su división de Transporte ha notado el aumento de los carburantes, viéndose obligados a trasladar la subida al precio final de los servicios
La escalada en los precios del petróleo y de sus derivados, a consecuencia de la guerra de Ucrania, está golpeando con crudeza a las empresas turísticas dedicadas al transporte de pasajeros (discrecional y transfer) así como a las excursiones.
Un ejemplo de ello es Grupo Julià, cuya división de Transporte está notando el impacto del fuerte incremento del precio de los carburantes, y muy especialmente del gasoil. “En pocos días, las subidas de precio han sido aproximadamente de hasta un 25%”, explica un portavoz de la compañía a Tourinews.
Los clientes están mostrando un alto nivel de comprensión y receptividad, conscientes de las circunstancias del mercado
Apuntan que, como la práctica totalidad del sector, se están viendo obligados a “trasladar los incrementos de coste al precio final/tarifas de los servicios”. Subrayan, en este sentido, que los clientes están mostrando un alto nivel de “comprensión y receptividad”, conscientes de las circunstancias del mercado.
“Esperamos que los precios se normalicen lo antes posible y estamos también atentos a las medidas de las administraciones (posibles rebajas de impuestos, ayudas, bonificaciones...) con respecto a esta problemática”, inciden.
Recalcan que, pese a que supone un duro golpe, aún no es letal. “El hecho de encontrarnos aún en temporada baja, hace que el impacto sea más controlable”, aclaran. Agregan que, por fortuna, las circunstancias no han implicado hasta el momento “ningún ajuste laboral”.
Fundado en Cataluña en 1933, el Grupo Julià está especializado en servicios globales de turismo y movilidad. Con presencia en más de 40 ciudades en 18 países, cuenta con más de 5 millones de clientes a nivel internacional. La compañía emplea a más de 1.600 personas, cuenta con una flota de 450 vehículos y alcanzó una facturación de 343 millones de euros en 2019. Se organiza en tres grandes divisiones: Turismo ‒a través de las marcas Julià Tours, Julià Travel, Julià Travel World Wide e iVenture Card‒ dedicado a la touroperación o los servicios receptivos; la División City Tour Worldwide, con su marca City Tour, operador internacional de autobuses turísticos; y Transporte ‒a través de las marcas Autocares Julià, Autocares Nadal, Julià Rent-a-car, Direct Bus y Julià Premium‒ está especializada en servicio discrecional, servicio regular, servicio regular de uso especial, buses de lujo y rent-a-car.
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