Reducir los desechos de comida se ha convertido en una obsesión para las aerolíneas no solo por una cuestión de sostenibilidad, sino por la importancia de reducir al máximo el peso de la aeronave y, por tanto, el gasto de combustible.
No es de extrañar que se estén extendiendo prácticas como fomentar que los pasajeros reserven por adelantado de comidas y bebidas que se van a consumir a bordo —como es el caso de Iberia, Lufthansa o United— o la venta con descuentos bajo el concepto ‘Take Away’.
Dentro de las variopintas propuestas para reducir los desechos de alimentos destaca la de Iberia Express, que desde la temporada de invierno 2021/22 impulsa su particular “happy hour”. En el último vuelo de la rotación del avión se ofrecen los productos frescos como bocadillos y sándwiches con descuento, pasando de costar 7,95 € a 5 €.
La propuesta permite liquidar el stock al máximo antes de que al avión recargue productos frescos en el obrador de la compañía, que se encuentra en Madrid, no solo reduciendo los residuos orgánicos, sino generando ingresos de última hora y satisfacción en el pasajero que se ha beneficiado de la 'Happy Hour'.