“Hay zonas muy perjudicadas por la estacionalidad que en invierno viven gracias a programas senior”, asegura Juan Manuel Molina Zurita, director general de Mundosenior, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Mundosenior es un touroperador fruto de una Unión Temporal de Empresas (UTE) entre B the Travel Brand (Barceló) y Halcón Viajes (Globalia). Está especializado en el turismo para personas mayores de 55 años y cuenta con más de 30 años de experiencia en este segmento.

Este año, el Gobierno ha sacado a concurso público 860.000 plazas del Imserso, para las que se han acreditado tres millones de personas. “Eso significa que hay demanda y, por lo tanto, lo único que hace falta es poner el producto en el mercado”, afirma Juan Manuel Molina. Estos programas de viajes para pensionistas y jubilados ayudan a desestacionalizar el turismo en algunos destinos y permiten que los negocios puedan mantener su actividad y cubrir sus costes fijos hasta que llegue la temporada alta.

Pregunta (P): ¿Qué es Mundosenior?

Respuesta (R): Mundosenior es un touroperador especializado en turismo senior. Llevamos 30 años llevando a cabo programas de turismo social con el Imserso y eso nos ha dado un profundo conocimiento de la actividad de la touroperación dedicada exclusivamente al turismo senior. Actualmente seguimos con el Imserso, pero independientemente de este, desde 2015 también comercializamos paquetes de viajes para mayores de 55 años en temporada baja.

P: ¿Cuál es la diferencia entre los viajes de Turismo Social y los que comercializáis independientemente?

R: Turismo Social es un programa social que se desarrolla entre los meses de septiembre u octubre hasta mayo o junio. En el último concurso del contrato del Imserso, hemos obtenido una propuesta de adjudicación del lote 3. La diferencia con Mundosenior es que Turismo Social es un contrato con la Administración, en el que los beneficiarios tienen que cumplir unos requisitos: ser mayor de 55 años, estar jubilados y estar previamente acreditado por el Imserso. Mundosenior, por su parte, es un programa abierto que no necesita ningún tipo de acreditación, por lo que todos los que tengan más de 55 años pueden ir a una agencia de viajes y hacer sus reservas.
 

P: ¿Por qué desarrollan sus programas en temporada baja?

R: Un programa social de este tipo financiado por el Estado se justifica por acudir a aquellas zonas que padecen la estacionalidad, como las zonas costeras y el turismo interior. Esto ayuda porque mantiene y genera puestos de trabajo en la temporada baja; genera IVA e IRPF, al evitar que la gente se quede en paro; ayuda a ocupar plazas de avión, ferrocarril o autobús; y genera actividad en las agencias de viajes. Y ya no hablemos de la oferta complementaria como la restauración o las tiendas de souvenir. Hay zonas muy perjudicadas por la estacionalidad que en invierno viven gracias a programas de este tipo. Por eso, el Estado financia estos viajes en temporada baja. Además, se consiguen unos precios más competitivos. No es un programa cuya finalidad sea ganar dinero, sino que es para que todos los que operan en sector turístico de determinadas regiones puedan cubrir los costes y que, en ningún caso, obtengan pérdidas. Les permite mantener la actividad y, a partir de primavera, se genera la actividad normal del verano. Abrir y cerrar un hotel constantemente, por ejemplo, es muy caro.

P: Para el Estado, ¿este programa supone un gran gasto?

R: Hace unos años, la consultora Price Waterhouse hizo un estudio en el que se demostraba que, por cada euro que invertía la Administración en estos viajes, recuperaba 1,8 euros. Es decir, que no es un gasto, sino una inversión que se recupera con creces y que, además, crea actividad en las zonas turísticas.

P: Mundosenior también ha comercializado sus propios paquetes de viajes para jubilados y pensionistas. ¿Es una alternativa al Imserso?

R: Sí, es una alternativa y, además, incorporamos más producto que ellos, como circuitos por Europa o cruceros fluviales próximamente, tanto en invierno como en verano. En mayo pusimos a la venta paquetes con Mundosenior para los meses de junio, julio y agosto y nos hemos llevado una sorpresa agradable y es que hemos vendido un número importante de plazas en verano. Por ello, hemos tomado la decisión de que Mundosenior va a estar funcionando como un touroperador todo el año.

P: Y los precios de esos paquetes, ¿son competitivos con los del Imserso?

R: Sí. El Estado financia el 24% del precio total del paquete de viaje. Mundosenior, por su parte, no tiene esa subvención e, incluso, en algunos casos el precio se incrementa un poquito, unos 20 o 30 euros por persona. Pero hay personas que lo pagan porque no tienen acceso al programa del Imserso. El Estado ha sacado este año 860.000 plazas a concurso público y se han acreditado tres millones de personas. Es decir, que más de dos millones se quedan sin poder viajar. Eso significa que hay demanda, por lo tanto, lo único que hay que hacer es poner el producto en el mercado que, aunque sea un 20 o 24% más caro que los del Imserso, los seniors lo pagan porque tienen ganas de viajar. También ofrecemos estancias de 15 días y el Imserso no. En ese sentido, creo que Mundosenior tiene un futuro espectacular porque cada vez hay más demanda de turismo social.
 

P: ¿El retraso en el lanzamiento de los viajes del Imserso ha supuesto una oportunidad para ustedes?

R: Yo creo que sí. El Imserso ha trabajado todo lo que ha podido y han hecho un buen trabajo. Han tenido muchísima presión por parte de todos. Y a nosotros nos ha venido bien. Indudablemente, el motor es el Imserso: cuando sale a la venta, manda una carta a tres millones de personas y les dice si tienen o no una plaza garantizada. Esto significa que, en una semana o quince días, el Imserso ha puesto en las agencias de viajes, como mínimo, a más de un millón de personas sí. Esto reactiva muchísimo las ventas. Si esto se retrasa, la gente tiene muchas ganas de viajar y busca otros programas alternativos como el nuestro. Ellos nos conocen y saben que damos un buen servicio en relación calidad-precio, lo que nos permite vender. No es que nos beneficie, sino que lo demandan.

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