La implantación de nuevas medidas de control en los aeropuertos unida a la fuerte recuperación del tráfico se está traduciendo en largas colas de los aeropuertos que están acabando con la paciencia de muchos pasajeros. Tanto los grandes aeropuertos emisores como Berlín-Brandenburgo (Alemania) como receptores como Gran Canaria (Islas Canarias, España) han sufrido estos días un auténtico atasco.
Si antes un pasajero, en momentos pico, tardaba 1,5 horas en procesos de viaje, ahora invierte 3 horas
La situación está escalando en importancia, tanto es así que ha protagonizado, en gran medida, la Encuesta Global de Pasajeros (GPS) 2021, elaborada por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Las dos grandes conclusiones que se extraen del estudio son que:
- Con tal de agilizar los procesos de viaje, los pasajeros desean utilizar identificación biométrica (reconocimiento de la persona a través de datos personales fisiológicos, físicos o conductuales).
- También reivindican que quieren pasar menos tiempo haciendo cola.
“Los pasajeros quieren que se use la tecnología de una forma más profunda con el fin de pasar menos tiempo ‘siendo procesados’ o haciendo colas. Y están dispuestos a utilizar datos biométricos con tal de obtener este resultado”, asevera Nick Carreen, vicepresidente senior de Operaciones y Seguridad de IATA. El directivo incide en que, en estos momentos tras la pandemia, hay una “ventana de oportunidad” para ofrecer mejoras de eficiencia “para los pasajeros, las aerolíneas, los aeropuertos y los gobiernos”.
Identificación biométrica
La encuesta apunta que el 73% de los pasajeros está dispuesto a compartir sus datos biométricos para agilizar los procesos. Este dato es especialmente destacable si se tiene en cuenta que en 2019, solo un 46% estaba a favor. De igual manera, el 88% compartiría información de inmigración antes de la salida con tal de ahorrar tiempo.
Hasta el momento, solo el 36% de los pasajeros ha hecho alguna vez uso de datos biométricos cuando ha viajado. De ellos, el 86% afirma sentirse satisfecho con la experiencia. Por su parte, aquellos que se muestran más reacios a su uso indican que les preocupa un posible abuso de los datos (56%), con quién se comparten (52%) y cómo se utilizan y procesan (51%).
Mucho margen de mejora con las colas
El 55% de los pasajeros considera que las colas de embarque es la principal área de mejora. El 41% pone el foco en los controles de seguridad y un 38% apunta al control de inmigración.
Desde IATA apuntan que la incorporación de verificaciones adicionales por el Covid-19, el tiempo de espera en los aeropuertos se ha disparado. Si antes un pasajero en momentos pico tardaba 1,5 horas en procesos de viaje (que incluyen el check in, controles de seguridad, fronteras, aduanas y recogida de equipaje), ahora invierte 3 horas. Y eso sin que se haya reactivado totalmente el flujo de viajeros previo a la pandemia. Los mayores aumentos se dan en el control de facturación y en las fronteras (emigración e inmigración), donde se comprueban los certificados sanitarios.
Estos promedios quedan muy lejos de las expectativas de los viajeros: el 85% de los pasajeros quieren dedicar menos de 45 minutos a los procesos en el aeropuerto si viajan solo con equipaje de mano y el 90% quiere dedicar menos de una hora cuando factura su maleta.