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"En Ibiza no tenemos otra cosa y dependemos prácticamente del turismo"
Juan Fernando Marí, impulsor del mercadillo de Las Dalias, señala la necesidad de "que la vacune ayude para que pueda haber otra temporada lo más parecida a lo normal. De lo contrario habrá problemas muy gordos"
Las Dalias es un mercadillo de temática hippie ubicado en el jardín del bar-restaurante del mismo nombre, al noreste de la isla de Ibiza (España). Fue fundado en 1985 a raíz de “la necesidad de reinventarse y buscar trabajo donde no lo había” y actualmente cuenta con más de 200 puestos y se ha convertido en un símbolo de la Isla. Así se lo ha contado Juan Fernando Marí, su fundador, en una entrevista para Tourinews.
Juan Fernando Marí asegura que visitar Las Dalias es una experiencia que atrae a muchos turistas de diferentes nacionalidades a Ibiza. Por ello, destaca que han sabido adaptarse “para cumplir con el distanciamiento y todas las medidas sanitarias” y eso les ha permitido trabajar durante 2020 a pesar de las restricciones. No obstante, espera que las cosas vayan a mejor o, de lo contrario, “habrá problemas muy gordos porque no tenemos otra cosa y dependemos prácticamente del turismo”.
Pregunta (P): ¿Cómo surgió el mercado de Las Dalias?
Respuesta (R): La historia de Las Dalias se remonta a 1954, cuando mi padre abrió ese pequeño bar con música en vivo sonando desde el primer día, al pie del camino que iba hasta Ibiza. Durante mucho tiempo, en los años 60 y 70, Las Dalias fue un símbolo de la restauración y del comienzo de la llegada de los turistas. Y en el año 1985, debido a las circunstancias de la vida, las crisis, la necesidad de reinventarse y buscar trabajo donde no lo había, se nos ocurrió fundar un mercadillo hippie. Era invierno y, como es evidente, el mercadillo empezó solo con 4 puestos y poco a poco fue evolucionando, pasó a 20 puestos… Y así, 35 años después, hemos llegado a tener 200 puestos actualmente, que rotan en los diferentes días que se celebran nuestros mercados, y una gran afluencia de gente.
P: ¿Quién es el cliente habitual de Las Dalias?
R: Puede haber varios perfiles. Para las compras, sobre todo mujeres; y, por otro lado, la persona que quiere vivir una experiencia de colores, sabores y olores, que busca entrar por la puerta y ver a todos los hippies, con caras sonrientes, con ganas de vender, hablar y contar sus experiencias. Es un viaje a través de muchos países y es una experiencia que creo que mucha gente que viene a Ibiza quiere vivir. Eso es lo que ofrecemos nosotros en todos nuestros días de mercado, combinado con la gastronomía y la música.
P: ¿Y cuál es el perfil del comerciante que ofrece sus productos y servicios en Las Dalias? Además, supongo que habrá muchos productos y no todos serán tangibles
R: Hay muchas cosas, es decir, esto es un mercado hippie y la intención de los comerciantes es vender. Generalmente es gente que lleva muchísimos años en Ibiza y estos puestos y sus productos han pasado a una segunda generación, a sus hijos. Son artesanos, les encanta la vida en Ibiza y les encanta poder vivir de lo que ellos crean: escultores, pintores, gente que se dedica a las joyas, a la bisutería, a la ropa… Todos tienen esto en común. Tenemos gente de más de 40 nacionalidades diferentes: gente del Tíbet, de países de Sudamérica, de diferentes provincias de España. Es un popurrí de personas, una experiencia multinacional. Es gente que ha decidido cambiar de vida o que simplemente siempre la habían desarrollado hacia este enfoque, trabajando y viviendo de lo que daban sus manos. Y aquí, en Las Dalias, han encontrado el sitio perfecto.
P: Ibiza ha sido uno de los destinos más castigados por la pandemia, ¿cómo afectó esto a los comerciantes de Las Dalias?
R: Nos afecta en la medida que afecta a todo el mundo. Nosotros desarrollamos esta actividad al aire libre, con lo cual no ha sido tan castigada como el que tiene el negocio en lugar cerrado. Además, tenemos mucho espacio donde podemos cumplir con el distanciamiento y todas las medidas sanitarias. Si tenemos que rotar los puestos por una cuestión de aforo, lo hacemos. Nos hemos adaptado muy bien, sobre todo durante 2020, que pudimos reabrir en fase 2, el 30 de mayo, y hemos trabajado hasta las Navidades. Ahora hemos parado porque es verdad que en Ibiza los contagios han subido mucho y también era necesario dar un break para, en cuanto nos dejen volver en Semana Santa o a mitad de marzo, empezar con fuerza cumpliendo las medidas de seguridad.
P: El ocio nocturno, uno de los mayores polos de atracción estuvo cerrado el pasado verano. ¿Este tipo de turista también es cliente de Las Dalias?
R: Sí, nosotros tenemos todo tipo de clientes. A Las Dalias puede venir todo el mundo, desde la persona más increíblemente rica, que viene en barcos de lujo, hasta la persona que viene con solo una mochila. Pero está claro que el hecho de que no haya tanto ocio nos va a influir. Pero durante 2020, cuando no ha habido ocio nocturno ni la misma afluencia de turistas, nosotros nos hemos dado cuenta de que también hemos podido trabajar, con limitaciones, pero hemos podido hacerlo. Lo que intentamos es poder trabajar de la manera que sea.
P: Si en el verano de 2021 se repite lo que ocurrió el año pasado, cuando la ocupación turística cayó...
R: Esperemos que las cosas vayan a mejor y que la vacuna ayude para que pueda haber otra temporada lo más parecida a lo normal. De lo contrario, en Ibiza habrá problemas muy gordos porque no tenemos otra cosa y dependemos prácticamente del turismo. Hay gente que lo está pasando muy mal: bares, restaurantes y todos los que dependemos directa e incluso indirectamente del turismo, lo estamos notando. Urge volver a la normalidad lo antes posible.
P: ¿Crees que este verano puede cambiar el perfil del turista, uno que busque unas vacaciones más tranquilas?
R: Sí, claro que esa alternativa existe. Vendrá otro tipo de gente, si es que pueden venir, y encontrarán la seguridad y la manera de poder disfrutar. En Las Dalias todo el mundo es bienvenido y hemos trabajado con todo tipo de perfiles de clientes. Esperemos que la Isla pueda funcionar, que la planta hotelera esté abierta y, a ser posible, la parte que corresponde al ocio nocturno también, porque es una parte muy importante en Ibiza. Esperemos que la normalidad vuelva lo antes posible, la gente está preparada para empezar.
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