Las empresas turísticas son conscientes de que las acciones de marketing deben ser capaces de atraer y captar la atención de los nuevos y potentes nichos de mercado -como es el caso de los ‘millennials’-. Es por ello que, desde hace años, muchas compañías han utilizado a figuras famosas para sus campañas publicitarias, como es el caso de Costa Cruceros, que este año ha vuelto a contar con la colaboración de la cantante colombiana, Shakira, para su spot televisivo.
Sin embargo, la televisión no es el único medio efectivo, en la era de la tecnología, la comunicación digital y las redes sociales, el marketing en social media está en su punto álgido. Facebook, Twitter, Youtube y la joya de la corona, Instagram, son fundamentales para hacer más cercana la relación con los clientes y para lanzar y promocionar, no sólo los productos, sino también la ideología de marca.
Para lograr un resultado exponencialmente mayor, hoteles, agencias de viajes, compañías de transportes y otras empresas que envuelven al sector turístico, han sido hábiles haciéndose con algunas de las caras más reconocidas del panorama “influencer”.
Todo lo que los ‘millennials’ y ‘la Generación Z’ desean
Los ‘influencers’ –personas que por su presencia y poder en redes sociales pueden llegar a convertirse en prescriptoras de productos y marcas- son tendencia y han hecho de sus hobbies, tales como realizar fotografías de su día a día, viajar, ir a festivales, vestir las mejores marcas, comer en los restaurantes de moda, etc; una profesión.
Un trabajo que está bajo la lupa de un amplio, fiel y entregado público: los conocidos como “millennials” y sus sucesores, los pertenecientes a la “Generación Z” –nativos digitales que, en vez de nacer con un pan bajo el brazo, vinieron al mundo con una tablet y un Smartphone en sus manos-. Ambas generaciones se esfuerzan en copiar el estilo de vida de sus ídolos, sin, para ello, tener que renunciar al factor ‘low cost’.
Con el objetivo de hacer realidad los sueños frustrados de estos jóvenes amantes de las aventuras de bajo presupuesto y proporcionarles un servicio personalizado, surgió WÄY -una agencia de viajes creada por B the travel Brand, antes conocida como Barceló Viajes-; que, además, apuesta por tener una gran presencia en las redes.
Para su expansión y difusión han participado, en sus acciones comerciales, algunos de los ‘influencers’ españoles más codiciados, tales como Dulceida, con casi 2 millones de seguidores, Gigi Vibes, Jessica Goicoechea o Jonan Wiergo, con 379 mil, 781 mil y 460 mil seguidores, respectivamente; entre otros rostros conocidos.
Sorteos, “reviews” de sus viajes y fotos que dan envidia de la mala, son algunas de las formas colaborativas que tienen estos famosillos de alzar la imagen de la agencia WÄY, y de paso, llenarse el bolsillo de “likes”.
Por su parte, KAYAK, el metabuscador de viajes online, no se ha querido quedar atrás, pero en vez de contratar a personajes como Jorge Cremades o El Rubius –que cuentan con más de 2 millones de seguidores en sus cuentas de Instagram-, está buscando y reclutando a sus propios ‘influencers’ de viajes, con el programa KAYAK Amabassadors.
Los futuros embajadores de la compañía podrán participar en misiones, retos o colaborar con patrocinios a cambio de Puntos KAYAK, viajes gratis y cupones, entre otras interesantes recompensas.
El precio de los ‘followers’ y los ‘likes’
Si usted, querido/a lector/a, ha pensado en contar con alguna de estas figuras para promocionar su empresa, esto podría interesarle.
Aunque seguramente el precio de colaborar con los influenciadores de moda es mucho menor que el de contratar a la intérprete del "Waka waka" para un anuncio televisivo, podrían sorprenderle las cifras a las que ascienden sus honorarios. No obstante, cabe destacar que existen varios factores que determinan sus tarifas.
El primero de todos es la red de difusión: no se cobra lo mismo a través de Youtube que de Instagram o Twitter, así como también influyen los recursos que se necesiten para realizar dicho vídeo publicitario, foto colaborativa o recomendación. Por otro lado, cuantos más seguidores tenga dicho personaje público, mayor es su caché, al igual que podría aumentar la tarifa en función de los “likes” (me gusta) que reciba la publicación en la que se esté promocionando una marca, empresa o producto.
Por último, aunque no parezca un dato relevante, la nacionalidad cobra un papel importante. De hecho, se ha comprobado que los 'influencers' estadounidenses superan a los españoles en cuanto a lo que ganan gracias a Youtube.
Para poder ver de forma numérica esta realidad, según informan varias fuentes del sector, estas son cifras aproximadas que pueden alcanzar por publicación, según el número de seguidores que tengan en cada red social o el número de "visitas" (impresiones) que obtengan:
Ahora bien, existe otra forma de recaudación muy popular en este mundillo y que preocupa bastante a Hacienda: el cobro en especie. Es más que sabido que varias empresas suelen regalar noches de hotel, viajes u otros productos a los ‘influencers’ para que éstos los muestren y recomienden en sus redes; algo que no siempre declaran los beneficiarios y que difícilmente puede controlar la administración fiscal.