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“No hay buena atención al cliente si no se ha formado antes a las personas que están en la primera línea”
Isabel García Bardón, presidenta honorífica de la cadena Fuerte Group Hotels, considera "todo un éxito" recibir el 'Premio Especial del Editor' de Tourinews
Este año, los Premios Tourinews 2023 "El Valor del Turismo" tenían en el 'Premio Especial del Editor' una de sus principales novedades. Se trata de un galardón designado de forma directa por el editor de Tourinews, Ignacio Moll, quien ha decidido destacar a Isabel García Bardón, presidenta honorífica de la cadena Fuerte Group Hotels, por su impecable gestión empresarial y filantropía.
Fuerte Group Hotels gestiona 1.773 habitaciones en España, con presencia en Andalucía y las Islas Baleares. La compañía también se ha expandido al Caribe, donde desde 2005 y a través de su filial CTCottingley, ha desarrollado hoteles en México, Jamaica y República Dominicana. Una expansión en la que, según García, ha sido clave la innovación, contar con un buen equipo y la formación. "Hemos ido innovando y renovando en función de lo que el sector nos ha ido demandando", explica en una entrevista con este diario. También ha hecho referencia a sus esfuerzos filantrópicos, con los que ha querido seguir los pasos de su marido, José Luque Manzano, quien fundó la hotelera y a quien define como "un hombre con un sentido humano muy alto".
Pregunta (P): ¿Qué supone para usted recibir este reconocimiento?
Respuesta (R): Es un honor y un privilegio. Creo que es reflejo del trabajo y del compromiso de todo un equipo. Para nosotros es un éxito y es muy importante porque, al final es un reconocimiento propio del sector.
P: Partiendo de un solo hotel, lideró la expansión de la hotelera en España y El Caribe, ¿cuál es la receta para dirigir la empresa con éxito?
R: No ha sido fácil, pero también hay que saber dónde radican los puntos importantes para alcanzar el éxito. Hemos trabajado muchísimo en la calidad, estando muy atentos al mercado y hemos ido innovando y renovando en función de lo que el sector nos ha ido demandando. Y, sobre todo, hemos tenido un buen equipo de colaboradores, por lo que hemos estado rodeados siempre de gente muy buena, que confiaba en nuestra manera de hacer y en nuestros valores. Y también la formación del personal, porque es superimportante la atención al cliente, y no hay buena atención al cliente si no se ha formado antes a las personas que están en la primera línea. Esas han sido las claves en nuestro trabajo para lograr lo que se ha logrado.
P: También ha llevado a cabo una importante labor filantrópica, ¿de dónde surge el impulso para llevar adelante ambas facetas?
R: Yo me quedé viuda en el año 1984 y desde entonces siempre bebí en la fuente de mi esposo, que era un hombre con un sentido humano muy alto. En él estaba muy presente siempre la responsabilidad social y para mí ha surgido de una manera casi natural el hecho de que al mismo tiempo que he sido empresaria, tener muy presente que a la sociedad hay que devolverle también lo que necesita y lo que está a nuestro alcance para que el mundo sea un poquito mejor. Yo he tenido muy en cuenta esos factores: el éxito de la empresa y devolver a la sociedad aquello en lo que soy consciente que hay que contribuir; y mis hijos así lo están viviendo.
P: ¿Cuál es el legado que le gustaría dejar a sus hijos y a la industria turística en general?
R: La integridad y la excelencia, que son dos elementos fundamentales que deben ir de la mano. Si no hay integridad y no hay excelencia, al cliente no se lo puede engañar. No podemos quitarle a nuestra sociedad aquello con lo que nosotros hemos sido capaces de llegar al éxito, por lo que se vuelven más importantes la retribución y la filantropía. El legado que yo quiero dejar a mis hijos y, ya vamos andando ese caminito con los nietos —con la tercera generación— es precisamente la sostenibilidad, dar un buen servicio de calidad y ser muy responsables.
P: Y que se prolongue por muchas generaciones más…
R: Bueno, ya tengo bisnietos. No sé si llegaré a verles hacer prácticas [risas] pero yo doy gracias al cielo de tener la cabeza y el corazón, que todavía van al unísono.