“La tecnología desempeña un papel muy relevante para conseguir recuperar la confianza en el sector”, afirma Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), en una entrevista en exclusiva para Tourinews. El ITH es un centro de innovación y tecnología ligado a la Confederación Española de Hoteles (CEHAT). Su principal misión es promover el uso de nuevas tecnologías y sistemas de gestión que contribuyan a la mejora de las empresas vinculadas a la industria hotelera y turística.
En este sentido, Álvaro Carrillo cree que el ‘pasaporte Covid’ es una gran medida de seguridad y reconocimiento de la vacunación, aunque, desde el Instituto, intentarán que “no sea necesario para entrar a los establecimientos”. El director también apunta a que hay otras herramientas y procedimientos que han venido para quedarse porque aportan “valor añadido” a la experiencia del cliente y permiten obtener unos resultados mejores desde el punto de vista del control y gestión de los recintos turísticos y hosteleros.
Pregunta (P): ¿El ‘pasaporte Covid’ entra dentro de los objetivos del ITH?
Respuesta (R): Sí, por supuesto. Entra de lleno porque, al final, tenemos la vacunación, pero también debemos tener medidas relacionadas con ella que ayuden a recuperar la confianza dentro del sector. ¿Cómo conseguimos que esta confianza que da la vacuna sea utilizada para permitir el movimiento de personas y, al fin y al cabo, el turismo? El pasaporte Covid es una herramienta tecnológica que permite que la vacunación, desde el punto de vista sanitario, sea reconocida y reconocible por los distintos países y por las distintas autoridades y que garantiza que la presencia de las personas es totalmente segura y confiable. Entonces, yo creo que aquí la tecnología desempeña un papel muy muy relevante para conseguir esta confianza.
P: El ITH está muy ligado a la CEHAT. ¿El sector hotelero ve el pasaporte como una herramienta de apoyo a la recuperación de los flujos turísticos?
R: Sí, totalmente. Lo primero que necesitamos es que haya vacunación, cuanta más mejor, a nivel nacional e internacional. El pasaporte lo que hace es, como he dicho antes, transmitir de una manera ágil y reconocible por todos que este nivel de seguridad y confianza llega. Esto permite la movilidad entre los distintos países y también la movilidad interna.
P: ¿Tienen alguna previsión acerca de cómo se van a comportar estos flujos turísticos los próximos meses, a partir del 1 de julio?
R: Aquí desgraciadamente tenemos malas noticias desde Reino Unido. La decisión previa que tiene que tomar el Reino Unido con la clasificación por semáforos es liberar los destinos y, en este caso, España. Lo están haciendo a nivel nacional y no regional como en un inicio, que las islas estaban en color verde, por lo que desgraciadamente el mercado británico, hasta agosto, seguramente no se va a mover. Para España es muy impactante porque supone el 20% de la demanda de turismo internacional. Pero, para el resto de mercados como el alemán o francés, la implantación del pasaporte Covid sí que va a movilizar en cierta medida los flujos. Los ciudadanos de estos países van a poder moverse y dentro de su movimiento general, que puedan llegar a España a través del pasaporte Covid, va a ser algo mucho más ágil. La única piedra en el zapato es el mercado británico.
P: El pasaporte Covid permite recuperar la libre circulación por el espacio Schengen y solo se utilizará para cruzar fronteras. ¿Se podría llegar a pedir el pasaporte también para entrar en establecimientos turísticos o de ocio?
R: A día de hoy no es necesario y vamos a intentar, por todos los medios posibles, que no sea necesario para entrar dentro de algún tipo de establecimiento. Las normas que hay que cumplir son las que marca sanidad y, si el establecimiento está abierto, pues habrá que ir con mascarilla y respetando las normas sanitarias adecuadas, pero no pedir un certificado para entrar en un determinado evento.
P: Aparte de este pasaporte, ¿creen que existen otros mecanismos tecnológicos para mejorar la gestión turística en tiempos de Covid?
R: Sí, yo creo que el verano pasado ya hicimos un gran trabajo y este año se van a volver a utilizar todas las herramientas y aplicaciones que pusieron en marcha en los destinos y en los establecimientos, por ejemplo, para la gestión de turnos y colas en hoteles o playas. Todas estas herramientas para la gestión de colas, turnos y aforos yo creo que son muy útiles y han venido, al menos, para que este verano también las utilicemos. Al cliente le viene bien porque puede planificar y saber que podrá comer a tal hora de seguro, ir a la playa o reservar en tal espectáculo. Y, desde el punto de vista de la gestión, permite procedimentarlo todo, cumplir con la normativa y dar un servicio seguro, que eso es lo fundamental. Esto el cliente lo ve luego como algo de valor añadido.
P: Y también para el seguimiento de cualquier brote que pueda surgir.
R: Efectivamente. El año pasado, cuando no teníamos vacuna, lo hicimos bien y no tuvimos grandes brotes en verano ligados a servicios turístico. Este año, que tenemos la tecnología, las vacunas y el pasaporte, yo creo que los resultados van a ser mejores desde el punto de vista de control y gestión de la pandemia.
P: ¿Y cree que hay procedimientos y cambios que han llegado para quedarse? Por ejemplo, el desembarque de los aviones está siendo mucho más ágil y rápido
R: Totalmente. Yo precisamente soy ingeniero aeronáutico y estos temas los he estudiado bastante. Lo que sucede es que la teoría en cuanto al embarque y al desembarque siempre ha estado muy clara, pero lo complicado era educar al cliente. Y ahora los usuarios de las líneas aéreas se han dado cuenta de que, embarcando por filas y respetando el orden –primero las filas traseras, luego las ventanas y luego los asientos de pasillo–, entran en el avión sin tener que cruzarse con otros pasajeros. Desde que comenzó la pandemia, todo el mundo ha cumplido las normas y se hace todo desde el punto de vista de la seguridad y la higiene mucho mejor, pero luego también resulta que lo haces de manera más ágil y rápida. Y para desembarcar ocurre igual. Lo mismo pasa con los códigos QR de las cartas de los restaurantes, eso ha llegado debido a la pandemia, pero yo estoy seguro de que dentro de dos años vamos a seguir viendo muchísimas cartas digitales. Así, todo el mundo va a tener la carta en su móvil y el establecimiento va a poder contactar con el cliente a través de este dispositivo y le va a poder ofrecer productos, si ellos quieren. Entonces, son tecnologías que cambian los hábitos de los clientes. Y muchas de estas han venido para quedarse porque es el propio cliente el que la seguirá utilizando, si con el paso del tiempo ve valor añadido en esta aplicación. Y los empresarios tendremos que ver qué aplicaciones siguen funcionando a pesar de que la pandemia finalice y cuáles han sido puramente circunstanciales, como las pantallas de metacrilato o las mascarillas. Hay algunas cosas que han venido para quedarse y otras que no.