“Lo que está impidiendo que la gente viaje son las restricciones, no el miedo a las nuevas variantes del Covid-19”, señala Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y director general de easyjet para el Sur de Europa, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Con la llegada de la temporada de invierno y también de nuevas variantes de la enfermedad, Gándara reclama que no se castigue al sector turístico con medidas muy restrictivas y dispares entre los países, sino que se establezcan procedimientos adicionales para aquellas personas que no cumplen con los requisitos básicos de viaje, como haber recibido la pauta de vacunación completa.

Por otra parte, el presidente de ALA explica que los datos de conectividad para esta temporada son buenos, aunque puntualiza que aún estamos asistiendo al comienzo de la recuperación, que se espera que se consolide a lo largo de 2022 hasta llegar a niveles previos a la pandemia durante 2023. “Aún sigue reinando una gran incertidumbre y la programación se modifica prácticamente día a día”, concluye Gándara.
 

Pregunta (P): ¿Cuál es la situación actual del sector aéreo en España?

Respuesta (R): Todavía estamos asistiendo al comienzo de la recuperación. Es cierto que durante el verano sí que hubo un porcentaje de recuperación de vuelos bastante bueno, incluso llegando a recuperar casi el 70% de los vuelos con respecto al año 2019. Pero en el acumulado, es decir, durante los diez primeros meses de este año, apenas han volado el 40% de los pasajeros que lo hicieron en los diez primeros meses de 2019. Entonces, es el comienzo. Nosotros esperamos que en 2022 se produzca la consolidación de la recuperación y que los niveles previos a la pandemia se puedan recuperar durante 2023 o, en el peor de los casos, en 2024.

P: ¿Qué porcentaje de conectividad se ha recuperado?

R: Durante la pandemia se perdieron muchas rutas directas, pero ahora mismo ya se ha recuperado alrededor del 80% de las rutas que había en España antes del Covid-19. Eso sí, con menos frecuencias que antes todavía, pero la conectividad se ha recuperado bastante.
 

Los requisitos de viaje no es que sean un obstáculo, sino un sudoku"

P: En este sentido, ¿cuál es la perspectiva para 2022?

R: El año 2022 todavía se plantea un poco lejano porque aún sigue reinando una gran incertidumbre. Antes, lo habitual era que muchas compañías tuviésemos toda la programación y supiésemos con bastante certeza lo que íbamos a volar a un año vista; ahora mismo esa programación se va modificando prácticamente día a día y semana a semana. Para este invierno, en un principio se planeaba una temporada razonablemente buena, especialmente para Canarias. Había programado aproximadamente un 15% más de vuelos que los que había en 2019. Pero ahora eso ha cambiado, debido a la nueva variante ómicron y las nuevas restricciones, y hay a la venta aproximadamente solo un 5% más de oferta que la que hubo en 2019. En cualquiera de los casos, son buenos datos. Ahora lo que esperamos es que la demanda también se porte bien. Antes de la pandemia, lo habitual era que los aviones en España transportaran pasajeros al 85% de su capacidad; mientras que ahora apenas llega al 70%. Entonces, el nivel de recuperación de la oferta de los vuelos no es exactamente el mismo en el que se ha recuperado la demanda, pero esperamos que sea una buena temporada, especialmente para Canarias. Por otra parte, si hablamos de destinos y tráficos concretos, los que se recuperarán antes serán los vuelos domésticos, europeos y viajes vacacionales o para visitar a familiares; mientras que los viajes de largo radio y de negocio tardarán un poco más en recuperarse.

P: ¿En qué medida los distintos requisitos de viaje entre los países suponen un obstáculo para la recuperación del turismo?

R: No es que sean un obstáculo, sino un sudoku, incluso para los que nos dedicamos a esto. Las ganas de viajar siguen estando ahí y lo que está impidiendo que la gente viaje no es el miedo, sino las restricciones y cómo de difícil se lo ponemos a los turistas. Por ejemplo, no tiene sentido que haya restricciones distintas entre los países de la Unión Europea (UE). La UE nos ha dotado de una herramienta tan potente como el Certificado Covid Digital, así que eso debería ser suficiente para que cualquiera que lo tuviese pudiese viajar en dicho territorio. A eso se añade que otros países muy importantes para España, como Reino Unido, sigan poniendo nuevas restricciones. Para mí, el caso de Reino Unido es una incongruencia porque yo he estado allí hace un mes y realmente nadie usaba mascarilla. Sin embargo, ante esta nueva variante, ponen una serie de requerimientos adicionales. Hacen que parezca que el problema es la gente que viene de fuera, cuando realmente no es así. Lo más probable es que la variante ya estuviera allí y, como no han puesto medidas suficientemente estrictas para sus ciudadanos, entonces se ha extendido. Pero se ha demonizado al turismo y yo creo que es injusto.
 

P: ¿Cómo afecta a las aerolíneas españolas el índice de vacunación de otros países?

R: El índice de vacunación es uno de los elementos que permite los viajes a las personas que están vacunadas. En aquellos países donde el índice de vacunación sea menor, habría que poner alguna medida adicional. Por ejemplo, hacer que determinadas actividades solo se puedan hacer si se cumplen unos requisitos. Dar alternativas y que la gente. Porque vacunarse o no hacerlo no es solo un tema de decisión personal, sino que son decisiones con impacto colectivo. Pero yo creo que quien cumpla todos los requisitos debería poder viajar, porque está demostrado que el número de casos y la probabilidad de contagio a bordo de una aeronave es mínima.

P: ¿El sector está preocupado por la nueva variante ómicron y los rebrotes en Europa?

R: Estamos monitorizando todo y viendo cómo evoluciona. De momento, está por ver cómo de letal es la variante y cómo de eficaces son las vacunas ante ella. Recientemente, Pfizer ha dicho que una tercera dosis de su vacuna también protege ante ómicron. Yo creo que realmente veremos más episodios como este y lo que nos espera es una serie de altibajos, pero siempre dentro de una senda creciente hacia la recuperación. A corto plazo, no es el miedo a la variante ómicron lo que está haciendo que la gente cancele o posponga sus vacaciones, sino las restricciones que han puesto distintos países al respecto.

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