La crisis de cancelaciones de Ryanair parece no tener fin. A la cancelación de 2.259 vuelos, que acarreará pérdidas por valor de 25 millones de euros, se le suma una nueva oleada que se extenderá hasta marzo de 2018.
Así, durante la próxima temporada de invierno (del 17 de noviembre al 18 de marzo) la compañía irlandesa dejará 25 aviones de su flota de 400 en tierra. Esta situación se prolongará incluso hasta terminado este plazo, pues mantendrá 10 de sus 445 aeronaves inoperativas.
Volar con 25 aeronaves menos supondrá la cancelación de muchos vuelos. La aerolínea cifra la reducción de la capacidad en 400.000 plazas, aunque se defiende argumentando que sólo se retirará un vuelo por día y que hasta el momento muchos de esos vuelos no tienen ninguna reserva.
Entre las rutas afectadas se encuentran aeropuertos españoles como el de Gran Canaria, el de Castellón,
Las rutas afectadas serán las siguientes:
También reseñan que los afectados constituyen un 1% del total de usuarios y que les han hecho llegar correos electrónicos con la posibilidad de viajar en otros vuelos y recibir la devolución de su billete, así como un cheque por valor de 40 euros que pueden utilizar para volar entre octubre y marzo de 2018. Esta medida también se ha trasladado a los usuarios anteriormente afectados.
Por el momento, las cancelaciones de la semana pasada le costaron 25 millones, a los que hay que sumar otros 25 invertidos en los cheques-regalo. Esta nueva tanda aumentará la cuenta de gastos de la empresa capitaneada por Michael O’Leary, que además verá frenado su crecimiento de noviembre a marzo del 9% esperado al 4%. El tráfico anual de 2018 se reducirá de los 131 pronosticados a 129.
Desde la empresa siguen insistiendo que este “crecimiento más lento” ayudará a que se produzcan menos cancelaciones, puesto que podrán manejar con más facilidad sus tripulaciones y aparatos durante el invierno. Creen además que ayudará a cumplir con los requisitos de descanso de sus pilotos para evitar que se dé la misma situación que este año.
