En la mayoría de las ocasiones las aerolíneas suelen afrontar ‘semanas horribilis’, basta con preguntarle a Ryanair o Monarch sobre el desarrollo del último mes. Sin embargo, todo hace parecer que para Lufthansa (LH) esta semana puede marcar el inicio de un período mucho más exitoso.
El pasado jueves se hizo oficial que la aerolínea germana refuerza su posición en el mercado alemán con la adquisición de la mayoría de activos de Air Berlin. LH firmó un acuerdo de 210 millones de euros para hacerse con la filial de vuelos regionales LGW (20 aviones), la aerolínea austríaca vacacional NIKI (17) y otras 20 aeronaves de Air Berlin. Así, sumará 77 aparatos a su su flota actual de más de 280.
En el acuerdo también se garantiza la permanencia de los 1.200 empleados de estas compañías. Este traspaso de aviones y tripulaciones tendrá una duración de entre seis y nueve meses. No obstante, antes tendrá que ser aprobada por los acreedores de Air Berlin y por la Comisión Europea (CE).
Además de estos activos, Carsten Spohr, consejero delegado de LH, ha adelantado que quieren operar algunas de las conexiones abandonadas por Air Berlin como la Berlín-Nueva York. A su vez, Spohr hizo pública su intención de invertir en la 1.500 millones.
Pacto de estabilidad
Esta noticia llega la misma semana en que la empresa ha anunciado la firma de un convenio con los sindicatos de pilotos que le permitirá reducir sus costes en personal. Este acuerdo que tendrá vigencia hasta 2022 dará mayor estabilidad si cabe a Lufthansa. La aerolínea reducirá un 15% los costes de personal debido a un cambio en los planes de pensiones y la edad de jubilación, similar al pactado con los trabajadores de tierra y los tripulantes de cabina.
En contraparte, la compañía ha acordado con el sindicato Vereinigung Cockpit (VC) un incremento salarial del 10,3% para los pilotos de Lufthansa, Lufthansa Cargo y Germanwings que se irá aplicando de forma progresiva entre mayo de 2012 y hasta junio de 2020.
De este modo, se aseguran que no se repitan huelgas como en 2016, cuando durante cuatro días se cancelaron 4.450 vuelos afectando a más de 525.000 pasajeros.
Todo ello sumado a su propia expansión natural, que le lleva a querer contratar a 1.000 tripulantes para su expansión desde Múnich, donde va a ubicar 5 de sus 14 Airbus A380.
Un panorama muy alentador para una aerolínea que ostentará un control abrumador en el mercado aéreo alemán.