Se trata de un producto turístico que ofrece un amarre seguro para los superyates, así como mantenimiento, instalaciones de reparación y servicios de apoyo profesional. Todo ello, combinado con la oferta turística de la isla canaria. 

Lo cierto es que Lanzarote ha estado inmersa en la mejora y ampliación de sus servicios para superyates y sus instalaciones de astilleros, por lo que ahora puede albergar superyates de hasta 110 metros de eslora para atraques de corta y larga duración. 

La isla, a su vez, dispone de tres puertos deportivos de lujo, que son: Marina Lanzarote, Puerto Calero y Marina Rubicon (gestionados por Calero Marinas), que ofrecen un total de 1.368 amarres, 34 para superyates. Cada uno de estos puertos cuenta con su propia personalidad, así como con restaurantes, bares y tiendas de marcas mundialmente conocidas. Así, es posible realizar una cata de vino, visitar enclaves naturales únicos, practicar deportes acuáticos o comprar en Gucci sin salir de la marina.