Booking.com es un metabuscador de viajes para la reserva de alojamientos mundialmente conocido. Sin embargo, carece del protagonismo que en realidad merece cuando se habla del alquiler vacacional. Y es que, cuenta con una oferta de pisos turísticos superior a la de Airbnb, considerado el gran impulsor de este tipo de arrendamientos.
Esta superoferta de alquiler vacacional no es fruto de la casualidad. Según desveló la regional manager Spain de Booking.com, Mireia Prieto, a Tourinews, desde que el metabuscador se ubicó localmente en España, hace aproximadamente 12 años, trabaja con apartamentos turísticos con el objetivo de satisfacer la demanda de la persona que viaja y busca alojamiento. Eso sí, siempre al amparo de la ley.
Pregunta (P): Además de hoteles, Booking.com también comercializa alquiler vacacional, una actividad que normalmente se relaciona con Airbnb. Sin embargo, Booking tiene más oferta de pisos turísticos que esta plataforma.
Respuesta (R): Exactamente, es algo que no se conoce como tal, pero a día de hoy contamos con un volumen de apartamentos turísticos incluso superior al de plataformas como las que has mencionado, y es porque llevamos mucho tiempo trabajando en ello. Hace 12 años, aproximadamente, estamos ubicados localmente en España y, desde ese momento, hemos tenido apartamentos turísticos. Empezamos en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Este es sin duda un portfolio muy importante para nosotros y al que le dedicamos muchos esfuerzos a nivel de comercialización, soporte y marketing.
P: Pero Booking.com no destaca, ¿les interesa mantener ese perfil tan bajo en el alquiler vacacional?
R: No, todo lo contrario. De hecho, aprovecho este momento para explicar y publicitar que Booking.com también tiene apartamentos turísticos, tiene hoteles, tiene campings, tiene casas en los árboles, tiene cada una de las tipologías que el cliente quiera, porque muchas veces cuando estoy de viaje prefiero alojarme en un hotel porque me es más práctico, pero seguramente si voy con mi familia prefiero enseñarle algo distinto y me apetece un bungalow o un camping. Es algo que intentamos entender desde la big data, desde la información que gestionamos dentro de Booking, para poder ofrecer esa diversidad. Sobre la problemática de los alquileres turísticos, en nuestro caso hay un concepto muy claro y es que queremos apartamentos, hoteles, campings y casas legales en nuestras plataformas y luchamos con la tecnología y con todos los mecanismos que tenemos para que en nuestras plataformas esto sea una realidad.
P: Diferentes asociaciones hoteleras acusan a las plataformas de alquiler vacacional de oligopolio, ¿cuál es la posición de Booking ante esta acusación?
R: Nosotros no entramos en esa discusión como tal. Nosotros lo que siempre hemos hecho desde nuestros inicios, desde hace más de 20 años, es escuchar y entender qué es lo que quiere recibir la persona que va a viajar y a alojarse, y todo lo que hacemos tecnológicamente o comercialmente se basa en eso. Si en este sentido el cliente final está pidiendo esa diferenciación, esa tipología distinta, nosotros vamos a trabajar duramente para que eso sea así. Entonces, si nos convertimos en un canal fuerte, esperemos que sí, será con respeto y con la capacidad de aprender, escuchar y convivir, porque no se trata solamente de trabajar con un distribuidor. Los hoteleros son los mejores en entender cuál es su necesidad en cualquier momento, cómo quieren distribuir, con quién quieren trabajar y eso es algo que yo creo que todos los que estamos a su servicio debemos entender, desde el primer momento.
P: Usted viene del otro lado de la mesa, es decir, de trabajar con una cadena hotelera como Derby Hotels Collection. ¿Qué cambia al pasar de un lado al otro?
R: Pues yo creo que no cambia demasiado. De hecho, seguramente ese fue el motivo por el que cambié de lado. Para mí siempre fue el mismo lado y fue una colaboración que me permitió participar en el departamento de Revenue de comercial, poder construir y mejorar la estrategia de venta en este caso de la cadena a la que pertenecía, desde mi punto de vista no es tanto el otro lado, sino es el mismo lado de la mesa.
P: Booking, además, controla el 50% del negocio de las grandes ciudades en España. También, cuenta con una plantilla de 900 trabajadores y posee oficinas en Barcelona, Benidorm, Bilbao, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Málaga, Palma y Sevilla, ¿qué significa tanta oficina, tanto personal en un país que además es uno de los mayores receptores de turistas del mundo?
R: A día de hoy, en booking.com, a nivel global, somos 17.000 personas, de las que unas 1.000 estamos en España y nos dedicamos a ayudar al hotelero, al apartamento o al camping a mejorar su visibilidad y sus ventas en el mundo online, y yo creo que ese es el valor añadido de la compañía, el poder estar a disposición de estas entidades con expertos para poder, humildemente, ayudar y compartir esa data que nosotros tenemos para mejorar esa distribución. Por otro lado, una parte importante de esos 1.000 empleados se dedican no solamente a la ayuda más técnica al establecimiento, sino también a dar soporte al cliente final, al viajero, a aquella persona que tiene preguntas sobre el establecimiento y necesita una respuesta, también estamos a su disposición, para que la experiencia de la persona que viaja y se aloja en los establecimientos que tenemos, sea lo mejor posible. Esa nuestra obsesión desde los 20 años que llevamos en este mundo.
P: Usted también ocupó el cargo de regional manager de Booking.com en Francia, ¿qué diferencias existen entre trabajar en booking.com en este país y en España?
R: Los mecanismos son distintos, los equipos se constituyen de una manera distinta a nivel operativo, pero al final somos una plataforma online que no entiende de barreras o territorios. Al final, los objetivos y nuestra misión es compartida en Francia, España, Tokio o Estados Unidos y esa es la ventaja de los que trabajamos en Booking; de podernos trasladar y reubicarnos en diferentes países, con diferentes culturas y diferentes maneras de hacer las cosas. A nivel importante no hay cambios significativos, aunque, evidentemente, pese a ser un país vecino requiere una flexibilidad, una adaptación, pero no hay grandes cambios significativos.