Fundada en 1956 en Palma de Mallorca (España), Meliá Hotels Internationa es la primera hotelera de España y la decimonovena del mundo por tamaño, con más de 370 hoteles distribuidos en 43 países (130 en España) de 4 continentes, que son operados bajo las marcas Gran Meliá Hotels & Resorts, Paradisus Resorts, ME by Meliá, Meliá Hotels & Resorts, Innside by Meliá, Sol Hotels & Resorts y TRYP by Wyndham. “Todas nuestras marcas son como niños pequeños a los que cuidamos mucho”, señala Alberto Lalinde, director de operaciones para Baleares, Cataluña y Valencia de la compañía en entrevista con Tourinews.

Desde sus orígenes, la cadena mallorquina ha crecido en dos segmentos: el sector vacacional, a través de los resorts, y el ocio urbano. A este último denominado bleisure le están aportando su propio toque personal, llevando su "experiencia en el mundo del turismo del ocio al mundo urbano”,  apunta el ejecutivo.

Pregunta (P): La tendencia de muchas compañías hoteleras es llevar su know-how de sol y playa a la ciudad, sin embargo, su compañía ya apostó desde hace muchos años por el turismo urbano.

Respuesta (R): En España la compañía tiene un porfolio bastante saludable en cuanto a segmentación. En total tenemos unos casi 140 hoteles, de los cuales 63 son urbanos y el resto vacacionales, prácticamente estamos hablando de un 50-50. Obviamente, esta situación es muy favorecedora para nosotros en situaciones donde puede ir mejor un tipo de turismo o segmento de negocio que otros. Si bien la situación actual que estamos viviendo es excepcional para todos.
 

P: ¿Cuál es la marca que identifica a sus hoteles urbanos?

R: Exceptuando una marca, el resto están presentes tanto el segmento vacacional como en el urbano, al que nos gusta llamar también segmento bleisure, porque intentamos llevar toda esa parte del conocimiento del negocio del ocio a la ciudad, al hotel urbano. Tenemos la marca Gran Meliá con destinos tanto puramente vacacionales como urbanos. Lo mismo ocurre con la marca de luxury lifestyle ME by Meliá y con Meliá Hotels & Resorts, que es la marca por excelencia que da nombre a nuestra la compañía. Por su parte, Innside by Meliá está de igual modo en ambos segmentos, aunque este ha sido su primer año de vacacional y, por contra, llevamos la experiencia de lo que hacíamos en la ciudad al segmento vacacional. Por último, tenemos las marcas Sol y Paradisus, únicamente en destinos vacacionales.

P: La marca Sol debe ser muy querida, los orígenes de Meliá están en ella.

R: Todas nuestras marcas son como niños pequeños a los que cuidamos mucho, pero la marca Sol es la que inicialmente dio nombre a nuestra compañía y, obviamente, le prestamos mucho cariño hacia ella y al tipo de cliente que representa.

P: Hablamos de unos inicios en el año 1956, una carrera histórica.

R: Así es. Nuestro presidente y fundador, el señor Gabriel Escarrer Julia, abrió el primer establecimiento en Mallorca, el Hotel Altair, y data de esa fecha. Iniciamos con hoteles vacacionales, pero hubo una entrada en el segmento urbano con la compra de la marca Meliá y, más adelante, con TRYP. Luego nos hemos ido especializando con, por ejemplo, la compra en Alemania de Innside, que eran hoteles de ciudad que ahora llevamos al segmento de sol y playa. Así ha sido nuestra historia.

P: ¿Cómo decide Meliá dónde abrir un hotel de ciudad?

R: En los últimos años estamos tratando de realizar un crecimiento selectivo, al cual llamamos asset light. No estamos nosotros comprando y construyendo hoteles, optando por explotar negocios de terceros en ciudades. Tenemos diferentes procesos internos en los que hacemos una evaluación para decidir si es provechosa la alianza, si es un win-win tanto para el propietario como para nosotros como operador.

P: ¿Pesan más los hoteles urbanos que los vacacionales en el grupo?

R: No, para nada. Nosotros no tenemos diferenciados los dos tipos de negocio. Gestionamos en todas las unidades dentro de la compañía todo el porfolio de una manera unificada. No tenemos partes de la compañía orientadas a un tipo de negocio y otras hacia otro. La única excepción son las que producen ventas para uno de los sectores específicos, como es el caso de los viajes de negocios (business travel), que obviamente solo se dirige para el urbano.

P: Con la coyuntura actual, ¿cómo se están comportando los hoteles de ciudad?

R: Empezamos el mes de junio con una ilusión relevante y es que acabó el estado de alarma y empezaron a abrirse fronteras justo cuando empezaba a desarrollarse el turismo vacacional, y fue con estos hoteles con los que hemos estado operando estos meses hablando concretamente de España. Ha sido una temporada marcada por cuarentenas y bloqueos por parte de algunos países hacia nuestro país, lo que ha sido bastante montaña rusa. Se ha intentado hacer el mejor trabajo posible y emplear al máximo número de compañeros y, ahora prácticamente, a excepción de algunos hoteles que nos quedan abiertos en las Islas Canarias, poco podemos hablar a nivel nacional. Para los hoteles de ciudad y para los segmentos de business travel y MICE esperábamos una recuperación mucho más fuerte de la que está sucediendo, pues no se contaba con esta segunda ola. El ritmo de aceleración que están teniendo ciudades como Madrid y Barcelona, o núcleos urbanos relevantes no están al nivel esperado. Sin embargo, las ciudades secundarias o terciarias de nuestro país están reaccionando mucho mejor. Sí que es cierto que el negocio de business travel y el MICE está recuperándose a niveles estupendos en Alemania, Italia o Inglaterra. España está sufriendo un poco más que nuestros vecinos europeos.
 

P: ¿Cómo van a afrontar la actual situación? ¿Esperarán a que pase la pandemia o se rediseñarán las estrategias?

R: Nadie tiene la capacidad de saber cuándo va a acabar la pandemia. Esperemos que una vacuna lo pueda solventar, y que haya un reset y empiece a activarse la economía, pero tampoco sabemos que esto vaya a suceder de forma certera, de forma que tenemos que trabajar tal y como lo hemos hecho desde el mes de marzo, con todo el abanico de escenarios que se nos puedan dar.

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