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Otra línea de cruceros colapsa por la crisis sanitaria
"Antes de la aparición del COVID-19, habíamos vendido casi el 90% de la capacidad de 2020", lamentó el CEO de la compañía
Malas noticias para la industria de cruceros. La línea de cruceros South Quay Travel Limited (SQTL), que opera bajo la marca comercial Cruise & Maritime Voyages (CMV), entró en proceso de insolvencia el pasado lunes, 20 de julio, al no poder conseguir financiación adicional. Una situación que, de acuerdo con el CEO de la compañía, Christian Verhounig, "está directamente relacionada con el COVID-19".
Cruise & Maritime Voyages es la principal línea de cruceros independiente de Reino Unido, donde tiene su sede en Essex (Inglaterra). Cuenta, a su vez, con una flota de seis embarcaciones, que son:
- Astoria
- Astor
- Vasco da Gama
- Columbus
- Magallen
- Marco Polo
La compañía anunció su colapso en su página web el mismo lunes por la noche. En el mensaje, especificó que SQRL nombró a Paul Williams, Phil Dakin y Edward Bines, de la consultoría financiera Duff & Phelps, como administradores conjuntos de la insolvencia, quienes están estudiando la posición financiera de la empresa.
A este respecto, Duff & Phelps confirmó que la línea de cruceros ha cesado sus operaciones con efecto inmediato, una acción que también afecta a sus oficinas de venta en Australia, Francia (donde operaba como Croisieres), Alemania (Transocean Kreuzfahrten) y Estados Unidos. Como consecuencia, todas las reservas programadas han sido canceladas.
El administrador señaló que "es probable que la administración concluya con el despido de los empleados en Reino Unido", así como con un "futuro incierto" para los trabajadores de la compañía en el resto de países, según informó el diario TravelMole.
Lo cierto es que CMV se vio obligada a cancelar todos sus viajes programados entre el 13 de marzo y el 25 de agosto, por el estallido de la crisis del COVID-19. Esto se traduce en la suspensión de 50.000 vacaciones, que tuvieron que ser reembolsadas.
Un año de bonanzas truncado
A este respecto, el director ejecutivo de CMV, Christian Verhounig, lamentó la situación y se disculpó ante la "leal y trabajadora" plantilla y ante los socios comerciales. Por otro lado, aseveró que los directivos de la compañía no han dejado de trabajar con los asesores financieros, bancos e inversores de capital privado, entre otros, para mantener a flote el negocio, aunque, finalmente, no han podido conseguir el "acuerdo de financiación a tiempo" para salvarlo.
"El año pasado, CMV estaba celebrando un año comercial récord y nuestra primera década en el crucero, pero el viaje de CMV se ha visto trágicamente interrumpido por esta pandemia mundial sin precedentes", puso de relieve Verhounig. "Antes de la aparición del COVID-19, habíamos vendido casi el 90% de la capacidad de 2020 y teníamos perspectivas alcistas para el futuro al haber vendido casi el 50% de la capacidad de 2021 del Reino Unido", agregó.
Por último, el CEO de Cruise & Maritime Voyages señaló que la mayoría de los paquetes de cruceros vendidos por la compañía están protegidos por la Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA), mientras que otra pequeña parte (que incluyen los vuelos más el crucero) por ATOL (certificado británico cuyo fondo de indemnización ampara a los consumidores en caso de quiebra).
El caso de Pullmantur
A finales del pasado junio, Pullmantur Cruceros, compañía española cuyo 51% pertenece a Cruises Investment Holding y el 49% restante a Royal Caribbean, se declaró en concurso de acreedores también a consecuencia del coronavirus, con el objetivo de acometer una reorganización.
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