La sociedad toma cada vez más conciencia de los obstáculos a los que se enfrentan las personas con alguna enfermedad del espectro autista, especialmente cuando se ven sometidas a situaciones anómalas y estresantes como volar en un avión. Aunque aún queda mucho trabajo de concienciación, lo cierto es que cada día llegan más entrañables historias por parte de tripulantes y de otros pasajeros que muestran el camino a seguir.
Este es el caso de la historia que cuenta Alexa Bjornson, una madre estadounidense que estaba muy estresada porque su hijo pequeño con autismo volaba solo por primera vez desde Las Vegas (Nevada) a Portland (Oregón), para visitar a su padre. Su angustia se vio mitigada gracias al encuentro que el pequeño Landon tuvo con su compañero de viaje, Ben Pedraza.
Según ha relatado posteriormente Alexa a través de Facebook, previendo que la persona que se sentase al lado de su hijo no entendiese su actitud nerviosa, preparó una nota en la que explicaba que Landon tiene autismo de alto funcionamiento y que podría preguntar muchas veces “¿Hemos llegado ya?”. Es por ello, que a través de su mensaje pedía comprensión y que le “hiciera sentir seguro y cómodo”. Asimismo, adjuntó 10 dólares para compensar la atención que le prestase a su hijo.
Ben recibió la nota y decidió enviar un mensaje con la imagen que encabeza este artículo para tranquilizar a la madre: "Alexa, mi nombre es Ben. Fui el compañero de asiento de Landon en su vuelo a Portland. Preguntó muchas veces si ya habíamos llegado, pero fue un compañero genial". Este amable pasajero explicó que se divirtieron mucho jugando a piedra, papel y tijera y lanzó una afirmación muy emotiva: “Él es un niño genial y tú eres una madre con mucha suerte". A su vez, remató su buena acción señalando que donó los 10 dólares a la Autism Society of America en nombre de Landon.
Ante este acto, Alexa Bjornson, agradeció públicamente su actitud y destacó que “aún hay gente amable en el mundo que marca la diferencia”.